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Juan de San Martín: el padre del Libertador

Hoy, a 244 años del nacimiento del Padre de la Patria, recordamos a su progenitor

25 de febrero, 2022 - 08:00

Fue el primero de una familia de granjeros en la localidad de Cervato de la Cueza, quien se inició como militar cuando tenía solo 18 años y sus cuatro hijos varones siguieron en el camino de las armas. Se llamaba Juan de San Martín y quizás nunca se imaginó que el último de sus hijos, llegaría a ser el Libertador de Sudamérica y estaría entre los más destacados generales de la historia. Hoy, a 244 años del nacimiento del Padre de la Patria, recordamos a su progenitor.

 

Un pueblito... allá en palencia

Desde hacía más de 300 años que los San Martín se habían instalado en un pueblo llamado Cervato de la Cueza, que por aquel tiempo tenía más de un centenar de habitantes. Un lugar, en donde los romanos habían pisado y se habían instalado varios siglos atrás en plena era cristiana, en las inmediaciones de esa localidad

Aquella pequeña y serena aldea atravesada por el río de la Cueza, vivía de la agricultura y de la cría de ganado.

Allí, en una de las casas de la calle de las Solanas número 22 –que luego se cambió por 27– vivía Andrés de San Martín y de la Riquera y doña Isidora Gómez y Gómez, la casualidad dio que ambos habían enviudado muy jóvenes.

Casa donde nació Juan de San Martín en Cervato de la Cueza, Palencia, España

Al poco tiempo, Andrés e Isidora contrajeron matrimonio en el antiguo templo de San Miguel, el 14 de febrero de 1726.

Dos años después, un 3 de noviembre de 1728, nació un niño al cual bautizaron el 12 de ese mes y año, con el nombre de Juan en el templo de San Miguel, el mismo nombre que su abuelo paterno.
El pequeño Juan creció en aquella pequeña hacienda, entre trigales y parrales.

Pero aquel hogar se vio envuelto en una tragedia, al fallecer el padre de la familia. Fue así que Isidora volvió a enviudar y se quedó sola con su hijo, teniendo que hacerse cargo de los quehaceres campestres.

 A los 18 años, el joven Juan tomó una importante decisión que cambiaría para siempre su vida.

Muchos creen que el retrato de Juan de San Martín es apócrifo, pero es único

 

El soldado San Martín

En 1746 ingresó en el Ejército real como soldado en el regimiento de Lisboa. Aquel joven de estatura baja, cabello castaño claro y ojos garzos, vestía su uniforme de casaca color blanca sin collarín y con vueltas de color grana como también la chupa –una especie de chaleco– y el calzón.

Desde varios años atrás, el Ejército español mantenía contiendas en el norte de África contra los musulmanes. Durante el tiempo que Juan de San Martín se había incorporado como militar, se habían encaminado hacia la pacificación, pero su regimiento fue trasladado al continente africano para realizar varias campañas

Ya con el grado de suboficial llegó a la fortificación de la ciudad de Melilla, lugar donde permaneció por más de 17 años. Por sus grandes méritos en campaña, el 20 de noviembre de 1764 se le concedió el grado de teniente.

Luego, el teniente San Martín, fue destinado a diferentes regiones de España: como Cantábrica, Galicia, Guipúzcoa, Extremadura y Andalucía. En 1764, ya con una excelente foja de servicio, se le destinó para continuar su carrera en el Río de la Plata.

A principios de 1765, se embarcó y partió desde el puerto de Cádiz con destino a Buenos Aires.

 

Sudamérica, marcada por su destino    

El teniente Juan de San Martín, fue recibido por el entonces gobernador de Buenos Aires, don Pedro de Cevallos quien luego sería el primer virrey del Río de la Plata, e inmediatamente se lo incorporó como teniente de las “Asambleas de Infantería" para instruir al batallón de Milicias de Voluntarios de Buenos Aires.

Unos meses después, los portugueses se encontraban en la parte Norte de Colonia de Sacramento en donde se producían enfrentamientos con las tropas rioplatenses por lo que el teniente San Martín, fue destinado al bloqueo de la Colonia –hoy Uruguay– donde permaneció hasta 1766.

Por su gran desempeño, el gobernador le confió la comandancia del Partido de las Vacas y Víboras, en territorio uruguayo.

En 1768, el nuevo gobernador Francisco Paula de Bucareli, le confirió la administración de la estancia de los exjesuitas denominada Calera de las Vacas muy cerca de Colonia, en Uruguay. Un año después, Juan de San Martín, será nombrado primer ayudante del batallón de Voluntarios de Buenos Aires, por el rey Carlos III en octubre de 1772.

 

Matrimonio y algo más...

En 1770, mientras se encontraba en Buenos Aires, conoció a Gregoria Matorras del Ser, joven prima del nuevo gobernador de Tucumán, Jerónimo Luis de Matorras.
Tiempo después, Juan y Gregoria, se casaron por poder el 1 de octubre de 1770 en el templo de la Merced, el mismo lugar donde 42 años después, se casaría su hijo menor José, con María de los Remedios de Escalada.

Luego de encontrarse en la metrópoli rioplatense, la joven pareja se trasladó a la estancia de Calera de las Vacas. Allí nacieron tres de sus hijos: María Elena, el 18 de agosto de 1771; Manuel Tadeo, el 28 de octubre de 1772 y Juan Fermín Rafael, el 5 de octubre de 1774.

A punto de concluir sus funciones como administrador de la hacienda en Uruguay, Juan José de Vértiz y Salcedo –nuevo gobernador de Buenos Aires- le nombró el 13 de diciembre de 1774 teniente gobernador del departamento de Yapeyú, haciéndose cargo de sus nuevas funciones desde principios de abril de 1775.

Al llegar a Yapeyú, más conocida como Nuestra Señora de los Tres Reyes Magos, el teniente gobernador San Martín inició una importante actividad administrativa y de formación militar, para los pobladores de aquella pequeña aldea.

La iglesia de Santiago Apóstol en Málaga en donde fueron enterrado los restos del padre del Libertador

La familia San Martín, se agrandó cuando nació en 1776 el cuarto niño bautizado por el religioso Francisco de la Pera como Justo Rufino.

Dos años después, nació el 25 de febrero de 1778, el último de sus hijos llamado José Francisco, pero quien sería bautizado al día siguiente como Francisco José, cuyos padrinos fueron Cristóbal de Aguirre y doña Josefa de Matorras,  por el mismo párroco que bautizó a su hermano Justo Rufino.

Posteriormente, Gregoria Matorras y sus hijos partieron hacia Buenos Aires y tiempo después, el capitán y teniente gobernador fue reemplazado, a principios de 1781 por Francisco de Ulibarri, y tiempo después este mismo puesto fue asumido por su amigo y consejero Diego de Alvear y Ponce de León. Luego Juan fue destinado a Buenos Aires como ayudante mayor de la Asamblea de Infantería.

El militar de Cervato de la Cueza, solicitó a las autoridades reales licencia para viajar a la península ibérica con su familia, la que le fue conferida el 25 de marzo de 1783.

Basílica de Nuestra Señora de la Merced en Buenos Aires en donde se casó Juan de San Martín y Gregoria Matorras en 1770

Partió desde Buenos Aires y llegó a Cádiz en 1784, donde fue incorporado a la guarnición de Málaga y luego de un tiempo se retiró con más de 40 años de servicios al rey.

El 4 de diciembre de 1796, aquel militar que dio gran parte de su vida en tierras rioplatenses falleció en Málaga y fue enterrado en la iglesia de Santiago Apóstol de aquella localidad. En 1881, en ese mismo lugar, el gran pintor español Pablo Picasso fue bautizado el 10 de noviembre.

Desde 1998, los restos de Juan de San Martín se encuentran en Yapeyú

El 24 de noviembre de 1947, el Gobierno argentino, trajo sus restos junto a los de su esposa Gregoria Matorras, en el buque de guerra ARA La Argentina y los mismos fueron depositados en el cementerio de la Recoleta cerca de la tumba de Remedios de Escalada de San Martín, esposa del Libertador. Luego de estar allí en anonimato por muchos años, en 1998, la urna funeraria fue trasladada a las ruinas de Yapeyú en Corrientes en donde permanece hasta hoy.