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Sputnik V | Estudio confirma que la primera dosis protege más que la segunda

Científicos argentinos publicaron los resultados de pruebas hechas para medir la generación de anticuerpos. En algunos casos, convendría demorar la segunda dosis.

Por Redacción

10 de julio, 2021 - 12:12

Las conclusiones de un reciente estudio de autoría argentina revelan nueva información sobre la respuesta inmune que genera la vacuna aplicada en el país y elaborada en Rusia por el Instituto Gamaleya. Según suscriben los autores, el primer componente de Sputnik V provee “una alta tasa de seroconversión (aparición de anticuerpos)” en personas previamente infectadas de COVID-19, lo que sugiere un “beneficio en demorar la segunda dosis para incrementar la cantidad de personas vacunadas”.

La investigación fue realizada por profesionales de Instituto Leloir, CONICET, UBA, Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires y otras instituciones científicas y académicas de Argentina y publicada el viernes 9 de julio en el portal de artículos científicos Cell Reports Medicine.

De acuerdo a lo expuesto en el texto, titulado La vacuna Sputnik V genera seroconversión y capacidad neutralizante del SARS CoV-2 después de una dosis únicalos investigadores realizaron pruebas en 288 voluntarios trabajadores del sistema de salud. Las evaluaciones se constataron aplicando una y dos dosis del inoculante a personas con o sin infección previa del virus, tomando muestras de plasma en tres ocasiones: antes de la vacunación, 21 días después de la primera dosis y 21 después de la segunda dosis.

Resultados del estudio de anticuerpos con Sputnik V

A los 21 días de recibir la primera dosis, el 94% de los participantes desarrolló anticuerpos específicos contra la proteína Spike (la "llave" que usa el virus para entrar a las células).

Quienes mostraron mayor nivel de seroconversión fueron los previamente infectados por SARS-CoV-2, en quienes se observó “una rápida y robusta respuesta inmune con capacidades neutralizantes mayores a las encontradas en participantes seronegativos que recibieron dos dosis”, según detalla el escrito. Respecto a los voluntarios que no contrajeron la enfermedad, se constató que la segunda dosis aumenta la cantidad de anticuerpos y capacidad neutralizante, aunque menores a las del otro grupo.

Una vez expuestos estos resultados, los científicos destacan que, si bien la evidencia indica que la vacuna es capaz de producir respuesta inmune contra el COVID-19, el nivel de protección requerido para un resultado beneficioso durante la infección es incierto, por lo que es necesario contar con más estudios combinados con información cuantitativa sobre niveles de anticuerpos para definir el umbral mínimo de defensa requerido para la protección.

Teniendo en cuenta los datos obtenidos, los autores del artículo concluyen afirmando que “la alta tasa de seroconversión después de una sola dosis en participantes que no tuvieron infección sugiere un beneficio en demorar la segunda dosis para incrementar la cantidad de personas vacunadas”.

 

Esto no significa que se deba contemplar la posibilidad de no dar segundas dosis, si no que demorarlas en vista de que la respuesta es muy buena con la primera podría dar mejores resultados. En la introducción del texto, se menciona que la vacuna desarrollada por AstraZeneca (elaborada en base a adenovirus recombinante y de aplicación en dos dosis, igual que Sputnik V), ha demostrado proveer un 76% eficacia después de la primera dosis, con una mejora en mayores intervalos de tiempo para aplicar la segunda.

Asimismo, argumentan los autores, en el caso de las vacunas formuladas con tecnología de ARN mensajero como Pfizer y Moderna, se ha observado que los pacientes con infección previa de coronavirus adquieren un nivel tan alto de inmunidad tras la primera dosis, que los análisis posteriores a la segunda aplicación no han mostrado mejoras aparentes.