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Crup por COVID-19 en niños: ¿de qué se trata?

Un estudio reveló que cuando la variante Ómicron se volvió dominante, crecieron las consultas por laringotraqueobronquitis aguda

Por Redacción

30 de marzo, 2022 - 10:29

Según un estudio realizado por científicos norteamericanos, cuando la variante Ómicron de COVID-19 se posicionó como dominante, generó un incremento de casos de crup en los niños. Es también conocido como laringotraqueobronquitis aguda y se trata de una afección de las vías respiratorias superiores.

De acuerdo a información brindada por especialistas, el crup afecta principalmente a bebés y niños pequeños. Los síntomas típicos incluyen una tos perruna y dificultad respiratoria.

Esta condición generalmente es desencadenada por una infección viral —que puede ser desde un resfrío hasta coronavirus— que provoca inflamación en la garganta, alrededor de las cuerdas vocales, y la tráquea. Los síntomas tienden a empeorar por la noche y pueden durar hasta seis días.

Médicos del Boston Children’s Hospital, de Estados Unidos, indicaron que se registró un total de 75 niños pequeños que debieron ingresar a emergencias por esta patología.

“Durante la ola por Ómicron, hemos observado pacientes en la guardia con crup o laringotraqueobronquitis. Algunos niños han requerido internación e incluso terapia intensiva”, advirtió el doctor Ryan Brewster, autor del reciente informe que fue publicado en la revista científica Pediatrics.

La mayoría de los casos de crup ocurren en pacientes menores de un año, con una incidencia máxima entre los niños de tres a seis meses de edad.

 

¿Cómo se trata el crup?

Generalmente mejora sin ayuda y la mayoría de los casos se pueden tratar en la casa, principalmente introduciendo aire húmedo o frío en el ambiente.

Una de las opciones es hacer baños de vapor, por 10 minutos, con el agua caliente de la ducha. Si la afección se da en meses de bajas temperaturas, aseguran que también es bueno sacar a los menores a la interperie por unos minutos.

El uso de un vaporizador de aire fresco en la habitación del niño por la noche, también puede ayudar a mejorar la respiración.

Los signos de una afección más grave incluyen la dificultad creciente o persistente para respirar, la fatiga, la coloración azulada de la piel y la deshidratación. Ante un caso de estas características, se recomienda una inmediata consulta médica, ya que los niños pueden tener una tolerancia muy baja a la saturación de oxígeno reducida.

No obstante, en raros casos, los pacientes pediátricos con crup necesitan ser internados en el hospital. 

 

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