COVID-19: bajó el ritmo de vacunación y suben los casos de Ómicron

En los últimos meses la positividad de contagios bajó en Argentina, así como también, el ritmo de vacunación. Ya no se observan las largas filas y las actividades volvieron a la normalidad en todo el país. Sin embargo, expertos consultados por este medio aseguran que vuelve a crecer lentamente la subvariante BA.2 de Ómicron.

Jorge Aliaga, doctor en física y analista de los datos de la pandemia de la Universidad Nacional de Hurlingham, habló con El Interactivo (lunes a viernes de 12 a 14 por Facebook y YouTube de Ciudadano News) y explicó a que se debe esta situación.

¿Por qué bajó la vacunación?

La vacunación bajó por efectos naturales del desarrollo de la pandemia pero también hay que tener en cuenta el olvido de muchas personas que piensan que el Covid-19 es una enfermedad del pasado. "Cuando uno ve en los medios que la pandemia se está terminando y que se relajan ciertos cuidados, eso ayuda a formar la idea de que ya pasó todo pero no es así".

En este sentido, "muchos son los comentarios que se expresan sobre el fin del COVID", pero Aliaga asegura que “solo en esta ola de Ómicron se registraron 10 mil muertes", por lo que sugirió no dejar atrás los cuidados y continuar con los esquemas de vacunación.

Asimismo, cuando se dice que esta variantes es "menos grave", es porque se mide en personas que "tienen el esquema de vacunación completo” y agregó: "si la hubiesen tenido personas no vacunadas, hubiera sido igual de grave", que en el primer momento de la pandemia.

Otro de los motivos por los cuales la vacunación se redujo fue porque, por un lado "las personas que se querían vacunar ya lo hicieron" y por el otro, "las que no desean vacunarse, no lo van a hacer", pero a pesar de eso “hay que ver cuánto se sostiene la baja positividad”, destacó.

La cuarta dosis

La opción de colocarse la cuarta dosis de refuerzo contra el coronavirus en este momento "solo se está dando a personas que en su momento habían recibido dos de Sinopharm", porque en este momento "no se considera urgente", aclaró.

"La mayoría de las personas que recibieron la última dosis, la recibieron hace menos de 3 meses", es por eso que expuso "hay que esperar más tiempo para que se pierda la inmunidad".

Con relación a este tema, puntualizó que se está trabajando en conjunto para que “esto sea superado” y así “retomar las actividades normales", algo que no solo es pedido del Gobierno, sino también es qué es lo que la gente "quiere escuchar".

Sobre la posibilidad de que los organismos recaben información sobre lo que sucedió para evitar que pase lo mismo y evitar medidas que se tomaron mal indicó: “seguramente la parte académica lo hace” y concluyó que como sociedad las personas ya deberían tener presente información que aprendió en torno al virus: “Deberíamos incorporar que, así como el agua que tomamos tiene que estar sana, el aire que respiramos también”, por lo que llamó a tener precaución por ejemplo con el uso de ciertos "aires acondicionados", que en realidad "no renuevan el aire", algo que puede perjudicar en la salud.