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Coronavirus: la vacuna podría llegar en dos años

Mientras el mundo de la investigación trabaja a contrarreloj para encontrarla vacuna que ponga freno a la pandemia, la médica e investigadora Victoria Sánchez, que trabaja en el tema, explicó a El Ciudadano cómo son los procesos de desarrollo hasta lograr una que funcione

20 de abril, 2020 - 10:03

La pandemia de coronavirus, que ha venido a sembrar una alerta a escala planetaria como tal vez no recuerde la historia de la humanidad –en los hechos, es la primera pandemia del mundo globalizado, donde las distancias han desaparecido y lo que demoraba meses o años ahora llega en horas– ha puesto a la medicina y a las ciencias anexas ante un desafío mayúsculo, a contrarreloj, y también con una cantidad de fondos y una urgencia de la que no se tiene memoria.

Para darse una idea, hay en este momento 41 proyectos de vacuna trabajándose a toda máquina, buscando los más rápidos resultados, acelerando procesos desafiando la ciencia al máximo para frenar un episodio cuyas víctimas ya superan las 150mil.

Victoria Sánchez, investigadora del CONICET en Mendoza, que desarrolla sus tareas en el IMBECU (Instituto de Medicina y Biología Experimental de Cuyo) dialogó con CNN Radio Mendoza, y explicó paso a paso cómo es el trabajo para desarrollar una vacuna, con sus etapas, sus tiempos y los protocolos de seguridad. 

Cómo se crea una vacuna

La investigadora destacó, inicialmente, que “el proceso de vacunas lleva bastante tiempo, se estima más o menos que son 15 años para una vacuna que empieza de cero”.

Esa cifra aparece como desoladora, pero aclaró: “En este caso estamos ante una situación de urgencia, entonces los laboratorios han apurado, por así decirlo, ese proceso. Eso se puede hacer, se adelantan bastante las pruebas, se van obteniendo los resultados, y a medida que se van obteniendo los resultados se van largando las otras pruebas”.

El desarrollo de vacunas es bastante largo y tiene varias fases: “Primero la fase de descubrimiento de antígenos, hasta que se llega a un antígeno inmunogénico, que induce una buena respuesta en animales y essegura, que esa esla parte preclínica”. Cumplidos estos pasos, Victoria explicó que desde ahí “se pasa a fase uno, que es cuando ya se empieza a probar en humanos. Estas pruebas primero se hacen en un grupo reducido de personas, se mide principalmente seguridad, esto quiere decir que la vacuna no genera efectos adversos que pueden ser perjudiciales para la salud”.

Luego de que se ha visto que es segura y efectiva se pasa a fase clínica dos, “donde se aumenta la cantidad de personas y se mide otra vez seguridad, el protocolo de inmunización –es decir, si se necesita una dosis, dos, o más, y se mide más que nada inmunogenicidad”.

“Luego se pasa a fase clínica tres, que pasas a miles de personas, se prueba en distintas regiones en que la población es susceptible a la enfermedad, y se evalúa si esta vacuna realmente puede proteger grandes masas”, reseñó la investigadora.

Finalmente la fase clínica cuatro, donde es licenciada y pasa al mercado, pero se siguen haciendo pruebas de seguridad, de efectos adversos, de funcionamiento de la vacuna.

Una de las preguntas clave es si la misma vacuna es útil para todo el mundo, o pueden variarse las soluciones de acuerdo a particularidades de cada región, las célebres cepas que suelen diferir en muchos casos, y variar de año a año. La investigadora señaló que “eso se evalúa en fase clínica, primero se elige la población, generalmente personas adultas sanas entre 18 y 40 años, lo que no quiere decir que solo se pruebe en ellos, las fases clínicastienen que incluir varios grupos de edad”, para tener mayores garantías.

Los ensayos actuales

Como señaló Victoria Sánchez, son 41 las vacunas en ensayos. Y que se hayan destinado tantos fondos es una indudable ventaja para acelerar los proyectos. “Una de las vacunas que van a la cabeza es una que están desarrollando en China, que en realidad es un adenovirus, un vector viral que en realidad no se replica en humanos, o sea, es seguro, y ellos ya están en fase clínica uno y han anunciado fase clínica dos ya en mayo, teniendo resultados preliminares de que es segura”.

La científica agregó: “Generalmente estas empresas ya han probado estos sistemas de expresión de antígenos en otros modelos, para dengue, para influenza, y ya han visto que son seguros, eso también pasa con Moderna (uno de los laboratorios más avanzados del mundo), que si bien es un sistema bastante nuevo de producción de antígenos y la verdad que es una tecnología que es bastante rápida, ellos no hicieron la fase pre clínica, no probaron en animales, ya habían probado para otras enfermedades y habían visto que era segura, entonces van acortando estos tiempos de acuerdo a los resultados que tienen”.

Entonces, hablando de los plazos, agregó: “Moderna lo puede tener en 18 meses, pero tenemos que tener en cuenta que son pruebas, una cosa es lo que promete la empresa y otra como funcione. Si todo sale bien supuestamente va a estar en 18 meses”.

También destacó: “No sé cuánta cantidad de dosis harán, pero depende mucho de los subsidios y el dinero que pongan los estados. Hay muchos desarrollos en camino, Francia, Israel, China, y creo que va a haber una variedad de vacunas”.

Finalmente, concluyó: “La vacuna nos va a llegar. No creo que en 18 meses esté en la Argentina, pero ante una urgencia mundial pueden acelerarse los plazos. Creo que habrá que esperar y la vacuna va a frenarla pandemia, pero en estos momentos que no tenemos nada, la gente lo puede frenar, y los gobiernos lo pueden frenar”, cómo sería eso: “Aumentando el testeo, y ubicando aquellos focos epidémicos”.

Para la científica: “Lo único que tenemos es ayudarnos nosotros, tratar de no salir y frenarlo de algún modo, que es evitar el contagio, proteger al grupo de riesgo”. Tan clarito como decir “quedate en casa”.