Advierten sobre efectos psicológicos ante una nueva 'pandemia' por Ómicron

El inicio de la pandemia en 2020 no sólo trajo consigo una caída global de los indicadores económicos en varios niveles, sino que tuvo un fuerte impacto en la salud mental de las personas por diversos motivos. El confinamiento, la pérdida de empleos y la incertidumbre por la llegada de una enfermedad desconocida fueron, en general, las difíciles situaciones a enfrentar para mucha gente al mismo tiempo.

Con el paso de los meses, psicólogos, psiquiatras y trabajadores de la salud mental empezaron a notar un aumento sostenido en consultas por trastornos de ansiedad y depresión, entre otros padecimientos asociados al nuevo contexto. 

En este sentido, un estudio reciente publicado por la revista científica European Neuropsychopharmacology indica que, de acuerdo a análisis realizados sobre más de 55.000 participantes de 40 países, el primer año del COVID-19 provocó múltiples y amplias vulnerabilidades, "desde ansiedad hasta la probable depresión y tendencias suicidas a través de la angustia".

A esto se suma una agudización de las condiciones preexistentes en las personas con antecedentes en trastornos mentales. Quienes padecen depresión, destaca el informe, manifestaron un 31,8% más alto de esa enfermedad que en circunstancias anteriores.

Como sucedió en el surgimiento de la cepa Delta a mitad de año, la nueva variante de coronavirus conocida como Ómicron y calificada como preocupante por la Organización Mundial de la Salud, está sembrando dudas sobre la efectividad de las vacunas y el diseño de las próximas medidas sanitarias.

Pronósticos sobre salud mental por la llegada de Ómicron

"No podemos saber a ciencia cierta en qué medida Ómicron sea una variable que esté nublando la esperanza de salida de la pandemia y también impactando sobre todo en los síntomas depresivos" aseguró Cristian Garay, profesor e investigador de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires consultado por BBC Mundo.

Si bien el profesional considera que no hay que anticiparse a los efectos de una etapa aún desconocida de la pandemia, sí advirtió que, de producirse, una "nueva ola" de la pandemia acarrearía "mayor estrés psicológico a una población agobiada y agotada".

Los especialistas en salud mental que analizan la respuesta de los individuos a esta época inusual consideran que este momento, en el que se puede decir que lo peor ha pasado pero aún hay dudas sobre futuras complicaciones, suponen un desafío para la resiliencia de las sociedades en cuanto a estabilidad psíquica.

"Estábamos por terminar una etapa crítica, entrando a una nueva normalidad y tenemos que hacer esta pausa de análisis y quizá retomar alguna medida de aislamiento. Se viene un gran reto para la salud mental que es difícil dimensionar", analiza Hosanna Carina Rodríguez Morales, presidenta de la Federación Nacional de Salud en el Trabajo de México 

Los 20 meses de convivencia con el virus han enseñado tanto a las poblaciones como a la comunidad científica que los efectos del virus en continentes alejados pueden servir para anticiparse a estrategias de prevención y preparación de defensas. En este sentido, Garay propone que aquellas personas que padecieron trastornos mentales asociados con la pandemia podrían revivir situaciones similares al conocer que la situación sanitaria se agrava en otras partes del mundo.

"Supongamos que Ómicron no llegue a tener (en América Latina) el impacto que haya tenido en Europa, igualmente hay un efecto que se mantiene porque muchas personas tuvieron que atravesar, por ejemplo, situaciones de duelos complicados por las dificultades en despedir a sus familiares", analiza el especialista.

"Muchas de esas personas tendrán el inicio de una depresión o si la tenían previamente, esa depresión se va a agravar. Y después están las personas que pueden experimentar estrés postraumático por las situaciones de internación" agregó. "Ese estrés postraumático puede llegar a ser crónico como les pasa a las víctimas de una guerra o quienes son combatientes o excombatientes", concluye Garay, quien participó de estudios globales sobre salud mental durante la pandemia.