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Video: así sería tener a un T-Rex como mascota

El Tyrannosaurus Rex es uno de los dinosaurios más conocidos y temidos de la historia. Recientes descubrimientos científicos nos dieron información inédita sobre él

09 de junio, 2023 - 15:29

El mito de que los dinosaurios terópodos (se caracterizan por tener patas traseras alargadas y musculosas, brazos cortos y una cabeza grande con dientes afilados), como el T-Rex, tenían los dientes completamente visibles como los cocodrilos, se encuentra en la imaginación popular gracias a representaciones erróneas, como la -quizás más famosa de todas- que se llevó a cabo en la saga de Jurassic Park.

Video | ¿Cómo sería tener a un T-Rex de mascota? Te lo contamos en 60 segundos

 

Un estudio publicado en la revista Science sugiere que, en lugar de tener dientes grandes y expuestos, el Tyrannosaurus rex y otras especies de dinosaurios (terópodos) en realidad tenían labios que cubrían sus bocas y qué estos, eran más similares a los de los lagartos modernos.

La creencia de que los dientes del T-Rex sobresalían de su boca cerrada posiblemente se derive de sus parientes lejanos. Los cocodrilos y caimanes comparten un ancestro común con los dinosaurios terópodos y son una de las pocas especies vivas que tienen dientes visibles fuera de sus fauces.

“Cuando observamos animales extintos, no tenemos evidencia directa de alguna estructura de tejido blando, por lo que lo más común es observar a sus parientes vivos”, indicó a los medios Thomas Cullen, especialista del Departamento de Geociencias de Universidad de Auburde en Alabama.

“Contrario a las representaciones que han dominado durante más de un siglo, encontraron que los terópodos, incluido el T-Rex, tenían labios que cubrían sus dientes, haciéndolos parecer más como dragones de Komodo modernos que como cocodrilos”, destaca el informe.

El descubrimiento cambia la percepción sobre la apariencia y configuración oral de estos icónicos depredadores y tiene amplias implicaciones para las interpretaciones de otros animales terrestres con dientes grandes.

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¿Cómo sería tener a un T-Rex cómo mascota?

El famoso y temible carnívoro que habitó la tierra hace aproximadamente 68 millones de años, no era tan terrorífico como se creía. Teniendo en cuenta que puede haber sido más "tierno” de lo que pensábamos, te contamos, cómo sería tener a un T-Rex como mascota (ver video más arriba).

El adiestramiento y la crianza de una mascota no es una tarea fácil, pero ¿te imaginaste cómo sería tener a un T-Rex como compañero de vida? Aunque puede parecer una idea imposible y completamente descabellada te contamos cómo sería tomar tal decisión en caso de que fuese concretable.

En primer lugar, es importante considerar que el cuidado de un T-Rex requeriría medidas de seguridad extremas. Dado que este carnívoro podía medir hasta 12 metros de largo y pesar alrededor de 8 toneladas, su 'cucha' para dormir debería ser enormemente espaciosa.

Si se decide sacarlo a pasear, se necesitaría un control cuidadoso, ya que este animal puede correr a una velocidad de 50 km/h y arrastrar a su dueño si no sujeta ‘adecuadamente ‘la correa. También sería fundamental que el animal use un bozal de 1,5 metros para prevenir cualquier ataque y sabiendo que posee una dentadura de más de 50 dientes, de más de 20 centímetros.

Otro factor a considerar sería la alimentación. Al igual que cualquier otra mascota, un T-Rex requieriría una nutrición adecuada, pero en el caso de este animal prehistórico, alimentarlo sería un presupuesto significativo, porque su dieta consiste en carne y necesitaría alrededor de 230 kg diarios para subsistir. Para darte una idea, eso es aproximadamente la cantidad que una persona promedio consume en un año.

También hay que tener en cuenta que este dinosaurio era caníbal en ciertas situaciones, lo que significa que su comportamiento podía resultar traicionero o errático contra sus pares. Si fueses su dueño, deberías tomar medidas de precaución para interactuar con él porque a pesar del ‘vínculo’, podría devorarte en cualquier momento.

Aunque es posible que el T-Rex no tenga miedo de otros perros o ladrones, su reacción ante un eventual objeto celeste que cruce el cielo, como un meteorito, podría ‘infundirle pánico’.

En resumen, tener a un Tyrannosaurus rex como mascota sería una aventura emocionante pero extremadamente costosa y peligrosa. Lo mejor es seguir admirándolo en museos.