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A la memoria de aquel profesor del Sur de Mendoza

SAN RAFAEL- En la escuela Ejército de Los Andes, un docente muy señalado con el dedo dejó una gran enseñanza a sus alumnos. Es una historia real

08 de agosto, 2018 - 09:17

Era uno de los personajes más aborrecidos de un colegio técnico emplazado en el Sur de la provincia. Va, sincerémonos, de la escuela Ejército de Los Andes exactamente.

Sus alumnos lo apodaban, desde tiempos que ya nadie podría precisar, como “El Caca”. Cada año, alguien que lo conocía, heredaba el legado en torno al apodo de este profesor y su personalidad.

Según cuentan, el tipo, era muy duro (exigente) con los estudiantes. Colegio técnico y de varones. El trato en el lugar, en general, era bastante espartano pero El Caca, era por lejos el más polémico y aborrecido de los docentes que allí asistían.

Pasaron muchos años y recientemente, dos muchachones conversaban en un balcón y entre mate y mate, en una charla entusiasta y reflexiva, uno de ellos le confesó al otro que El Caca, era el único profesor, que poco antes de que dejaran el secundario, se franqueó con el curso y les dijo que en la vida, lo único que importa es ser y hacer lo que a uno lo hace feliz.

El Caca, les contó a esos púberes con granitos en la cara, risueños, picarones y por momentos algo pedantes, que él conocía a un basurero que era el mejor del barrio. Se había ganado ese puesto porque saludaba a cada vecino, se detenía a tomar mate con ellos, siempre se lo veía feliz y le ponía pasión a su función, su trabajo. “Era el mejor basurero que uno podía conocer”, afirmaba con total seguridad el docente.

“No importa lo que hagan, pero sean felices” les dijo El Caca a sus alumnos. Muchos años después, al menos uno de ellos, confesaba que sus palabras le quedaron grabadas para siempre y ayudaron a que eligiera, sin titubear, su futuro profesional que hoy lo hace feliz.

 

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