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Roque Pérez, el hombre que dio la vida por la humanidad

En 1871 la epidemia de fiebre amarilla causó millares de muertes, entre ellas la de un reconocido médico al que la historia no recordó como merecía. Mendoza no fue la excepción y tampoco honró su nombre

06 de abril, 2020 - 13:28

Hoy, el COVID-19 está causando estragos en la población mundial con más de un millón de personas afectadas y 60 mil muertos en casi 200 países del planeta.

Un ejército de médicos y enfermeros están dando su vida para ganar la batalla contra el virus, de los cuales muchos ya perecieron al ser infectados con el virus.

Aquí en la Argentina, varios profesionales de la salud se han contagiado y otros están luchando por su vida.

Pero esta historia de pandemias y epidemias es muy antigua. Lo lamentable es que muchos héroes anónimos pasaron sin pena ni gloria en una larga lista de fallecidos.

En 1871, en Buenos Aires se desató la fiebre amarilla, una epidemia que se cobró la vida de miles de personas. En esa circunstancia, un hombre dejó su vida intentando salvar a la población. Se llamaba José Roque Pérez y para muchos este nombre es desconocido.

Un personaje de mucho peso

José Roque Pérez nació en la ciudad de Córdoba el 15 de agosto de 1815.

Años después la familia se estableció en la ciudad de Buenos Aires y el joven ingresó a la Universidad, para obtener en 1839 el título de abogado. 

Durante el gobierno de Rosas, Pérez ocupó el cargo de Defensor de Pobres y Menores y posteriormente fue designado oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores.

El 28 de junio de 1843 se casó con la quinceañera Carolina Achával –ante la oposición del padre de ésta- pero Juan Manuel de Rosas medió para que se realizara la boda por considerar al joven un hombre moralmente probo y de buenas costumbres.

Poco después Pérez enviudó y más tarde se casó en segunda nupcias con Mercedes Arana.

En 1852, luego de la caída de Rosas, fue encargado del Ministerio de Relaciones Exteriores. 

Destacado jurisconsulto, fue el redactor del Código Civil, Comercial y Criminal y luego del Código Penal que tuvo vigencia a mediados del siglo XIX. 

Además fue un gran promotor de instituciones culturales y filantrópicas, e incluso creó la escuela de personas con discapacidad visual y fundó el hospicio de mendigos.

Miembro de la institución masónica, fue su primer presidente y uno de los fundadores de la Gran Logia de Argentina, en la que tuvo una sobresaliente labor.

Domingo F. Sarmiento lo designó presidente de la Comisión de Escuelas y miembro del Consejo Escolar.

Durante la sangrienta Guerra de la Triple Alianza (1864-1870), Roque Pérez fue uno de los promotores de poner fin a esa contienda. 

Por su brillante capacidad, después fue designado director del Banco de la Provincia de Buenos Aires y en 1869 ocupó la presidencia de la Municipalidad de la Capital Federal.

Su filantropía en Mendoza

Muy pocos mendocinos saben que José Roque Pérez, luego del terremoto ocurrido en Mendoza el 20 de marzo de 1861, participó activamente y organizó una comisión de auxilio, la que se encargó de enviar todo tipo de ayuda, desde medicinas, carpas, ropas, alimentos y una gran cantidad de dinero en efectivo a través de colectas hechas desde Buenos Aires.

La ciudad de Mendoza, reconstruida tras el terremoto de 1861 con aportes de una comisión presidida por Roque Pérez.

Todo lo recaudado se utilizó tiempo después para reconstruir la ciudad. 

Lamentablemente, en Mendoza no tiene ninguna calle o plazoleta que honre su nombre.

El héroe y la fiebre amarilla

A principios de 1871, la ciudad de Buenos Aires fue azotada por  la fiebre amarilla. Las causas de esta epidemia se produjeron por varios factores que desencadenaron un verdadero flagelo. 

Foto del Cabildo a fines del Siglo XIX, cuando se declaró la epidemia de 1871.

Los casos de fiebre amarilla empezaron a expandirse con gran rapidez por toda la población, y las familias de la alta sociedad abandonaron sus casas y se refugiaron en sus quintas veraniegas, en el norte de la ciudad.

El gobierno contaba con muy pocos recursos económicos pero se tomaron algunas medidas, como la creación de un cordón sanitario.

Con el paso de los días, las previsiones fueron superadas por la epidemia y las muertes se multiplicaban de una manera extraordinaria. Muchos fallecían en las calles quedando sus cuerpos en descomposición.

Todo era un caos. Los muertos sumaban 200 por día y fuera de las casas, los ataúdes se apilaban hasta de a tres.

Ante esta precaria situación, se llamó a una asamblea popular para erradicar la enfermedad. Roque Pérez gozaba de gran prestigio y popularidad y fue elegido presidente. 

Inmediatamente se creó una Comisión Sanitaria y se tomaron importantes medidas de salud que hicieron que comenzara a bajar la mortandad. Médicos voluntarios asistieron a los enfermos en sus casas porque los pocos hospitales habían colapsado. 

Se creó un cementerio al Oeste de la ciudad –hoy cementerio de la Chacarita– para enterrar a miles de víctimas por la epidemia.

Antigua imagen del cementerio Del Oeste, hoy De la Chacarita, en Buenos Aires, donde fueron sepultadas miles de víctimas de la fiebre amarilla

Pérez y los miembros de la Comisión no descansaban para socorrer a los afectaros por el virus y en la noche del 20 de marzo, junto al doctor Manuel Argerich, Pérez se dirigió a una vivienda ubicada en la calle Balcarce, donde encontraron a una familia muerta en el suelo y a una madre con su hijo en su pecho en agonía. 

En un acto de puro altruismo, Pérez se llevó a su casa al pequeño para socorrerlo y después trasladarlo a la casa de Expósitos, pero de regreso a la vivienda se contagió y cayó enfermo.

Grabado que muestra a Roque Pérez y el doctor Manuel Argerich en la vivienda donde contrajo la mortal enfermedad.

Su fallecimiento se produjo 26 de ese mes.

Su cuerpo fue enterrado en el cementerio del Oeste, pero en años posteriores los restos fueron trasladados al de la Recoleta. 

Aquella epidemia dejó un saldo de 13.757 muertos, pero gracias a la acción del doctor José Roque Pérez el flagelo cedió y pronto la población volvió a la normalidad.