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Ni el choclo ni el churro: te contamos qué es lo que más se vende en las playas argentinas

La temporada veraniega 23/24 trajo varias sorpresas. Por la falta de ventas, los emprendedores lanzan promos y bajan precios, pero los gustos han cambiado

Por Redacción

09 de enero, 2024 - 10:40

La recesión llegó a los bolsillos de casi todos los argentinos. Y aquellos que pueden invertir en descanso y desenchufe deben adaptarse a las nuevas formas de gastar. Departamentos, casas, sombrillas y carpas cuestan un disparate, y las costumbres en la misma playa también cambiaron. Sobre todo en materia de comida rápida en plena costa.

Los vendedores ambulantes coinciden en un concepto real: "La temporada en Mar del Plata está floja". Las vacaciones son cada vez más gasoleras, y la gente optó por cambiar la costumbre del churro o el choclo. Esta vez, el elegido por la gran mayoría es el pancho. Esta comida rápida está a la cabeza de los productos que se venden en la playa, entre los que se incluye también ropa, colgantes, anteojos, o la opción de hacerse trencitas en el pelo.

Oferta y demanda en la arena

Los carritos con vestidos y camisolas de dama ofrecían prendas desde los $5.000 para atraer clientas, pero la gran mayoría de estos no baja de los $15.000. Algunos ofrecen mallas de dos piezas a $7.000, y si hace falta un talle grande se puede conseguir a $12.000. Pero la necesidad hizo que en playas como Mar de Ajó comenzaran a bajar drásticamente sus precios: hoy se puede conseguir un vestido amplio a $3.000.

Los anteojos que ofrecen nigerianos y senegaleses rondan los $3.000, pero es muy poca la gente que compra. Las trenzas con caracolitos cuestan unos $3.000 cada una, y si la idea es hacerlo en toda la cabeza, habría que pagar unos $20.000.

Sombrillas: a más de uno le habrá tocado olvidarse de la protección contra el sol, y pensará en comprar una sombrilla en la playa. Hay que mentalizarse en que las reforzadas cuestan unos $50.000, aunque en San Bernardo las más económicas no bajan de los $20.000. Si se opta por ser previsor, en las peatonales se pueden conseguir por $12.000.

Comiditas

Si bien el pancho está a la cabeza de la preferencia de los turistas que disfrutan de la playa, los que más circulan son los vendedores de churros. La docena arranca en $4.000, y los de marcas más conocidas rondan los $5.000. Comprar cuatro cubanitos puede costar unos $2.000, y también se puede encontrar panes "que no engordan", según dice su vendedora.

Licuados de frutas como bananas, naranjas, melón, ananá y frutilla conviven en la playa. El licuado chico puede costar unos $2.000, y uno grande se vende a $4.500. Con los días algunos de ellos bajaron drásticamente, y se pueden conseguir a dos por $4.000.

El choclo cuesta unos $2.000, el súper pancho sale $1.500, y el pochoclo ronda los $1.000 por bolsita chica, y $2.000 la más grande. Y si la opción es tomarse un mate en la playa, el agua caliente para el termo sale $700.