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Defensa: el camino de la historia en San Telmo

Un viaje a través del tiempo, una narrativa empedrada que cuenta la historia de Buenos Aires desde sus cimientos hasta su presente bullicioso

Por Redacción

12 de noviembre, 2023 - 13:46

En la Ciudad de Buenos Aires, entre callejuelas empedradas y edificaciones que cuentan historias centenarias, se encuentra Defensa, una arteria que se erige como testigo del pasado en el pintoresco barrio de San Telmo. Este rincón de la capital argentina no sólo es reconocido por su arquitectura colonial, sino también por su feria, un mercado callejero que transforma la calle los domingos en un festín de artesanías, antigüedades y sabores.

Defensa, con su recorrido de sur a norte, atraviesa los barrios de San Telmo y Monserrat para culminar su travesía en la emblemática Plaza de Mayo. En su tramo central, aún conserva edificaciones que remontan a la época colonial, un recordatorio tangible de los años que han forjado la identidad de Buenos Aires. Este rincón urbano, que hoy lleva el nombre de Defensa, rinde homenaje a la defensa valiente de la ciudad durante las invasiones inglesas de 1806 y 1807.

Con sus 1,8 kilómetros de extensión, la calle Defensa ha sido testigo de los cambios y transformaciones de la ciudad a lo largo de los siglos. A través del tiempo, ha adoptado varios nombres, reflejando las distintas etapas de la historia porteña. Desde Mayor en 1738 hasta su denominación actual en 1849, cada nombre encapsula una parte de la narrativa rica y compleja que define a Buenos Aires.

Durante los domingos, la calle Defensa cobra vida con la Feria de San Telmo, un evento que atrae tanto a locales como a visitantes. Los puestos de artesanos, antigüedades, comida y ropa se despliegan a lo largo de la calle, ofreciendo una experiencia única. Además de explorar la feria, los visitantes pueden disfrutar de la oferta gastronómica en los bodegones y parrillas tradicionales, así como explorar galerías de arte, tiendas de diseño y museos que salpican los alrededores.

Defensa, con su empedrado que resuena con la historia, no sólo es una calle, es un viaje a través del tiempo. Cada adoquín cuenta una historia, cada edificación susurra secretos del pasado. En San Telmo, donde la tradición y la modernidad coexisten, sigue siendo el escenario donde convergen la historia colonial y la vitalidad contemporánea, un recordatorio de que las calles de una ciudad pueden ser más que simples senderos; pueden ser portadoras de la identidad y el alma de una nación.