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Las ventajas de reducir los Registros del Automotor en todo el país

 En Círculo Político Horacio Botta Bernaus, abogado especializado  en Derecho de Tránsito, recomienda eliminar la burocracia y las cargas impositivas en los trámites de transferencias de todo tipo de vehículos

Por Redacción

06 de mayo, 2024 - 19:09

A partir del anuncio de profundas reformas en el sistema de registro del automotor que incluye la reducción en un 40% de la totalidad de las oficinas de la repartición se ha disparado el debate sobre los efectos de la medida pero también del repaso de las condiciones en que se tramitan las transacciones y transferencias además de las posibilidades de modernizar el sistema.

Círculo Político (lunes a viernes de 14 a 16 por 91.7 y Ciudadano News Radio) consultó a Horacio Botta Bernaus, abogado especializado  en Derecho de Tránsito.

 

 

Refiriéndose en general a la política de reformas anunciada por la Administración Nacional y en especial a los registros expresó: “Hay varias lecturas, la primera, es un soplo de aire fresco en la discusión de un Estado y un ciudadano que merecía que reviéramos algunas cuestiones que todavía se mantienen como feudos y que nunca le hemos metido mano y desde el punto de vista de la seguridad vial, el derecho del tránsito esta es la oportunidad de poner las cosas en su lugar, no olvidar que la institución del Registro de la Propiedad Automotor tiene más de 60 años".

"Además ha sufrido complicaciones porque han metido mano en los registros no solo el gobierno nacional sino los provinciales y municipales agregando tasas, tacitas y tazones que han hecho que hoy en Argentina la transferencia de un vehículo cueste más del 6%, 7% del valor del vehículo, lo cual es inaceptable".

“Hoy la transferencia de un auto de 20, 25 millones, un auto de media o baja gama, cuesta arriba de 1,5 millón de pesos es decir, son costos que no tienen sentido por el tipo de servicio que se pretende brindar con esto. Es inaceptable un costo tan elevado de un trámite que se hace desde  30, 40 años atrás y no es el tramite virtual, ágil y decidido que deberíamos tener”, enfatizó.

 

 

El especialista  vaticinó que "en algún momento se podrá prescindir de toda la burocracia y registrar un vehículo en forma virtual cuando se crearon la mayoría de las normas registrales no se contaba con la tecnología y un sistema de vida virtual con la cual se pudiera transferir dinero, comprar productos sin verle la cara a ningún intermediario, hoy hay una evolución en el sistema informático, el comercio electrónico y claramente nos ha probado que funciona y si bien hay ataques, delitos también los hay con el sistema manual".

 

Tarjeta verde

“Cuando nace la mal llamada tarjeta verde lo hace para que quien la posea físicamente puede circular, con el tiempo se favorecía porque no se hacían las transferencias lo cual en vez de poner el acento en lo que significa para un vendedor de auto no hacer la transferencia, que era arriesgar todo su capital porque si ese auto transferido y no inscripto en el registro causaba un siniestro vial las consecuencias lo hacían solidariamente responsable"

"Pero a alguien se le ocurrió que le pongamos una vigencia no para el dueño de un auto pero sí para los que usaran el auto habitualmente entonces, en algún momento tuvo cinco años de vigencia la tarjeta verde y después se bajó a dos años y después se subió a tres años y eso hacía que todo el mundo tenga  que pasar por los registros, sea para renovar las cédulas, emitir una cédula azul para autorizados", explicó.

 

 

Notificador de infracciones

 

“Otra cosa, que se ha hecho un abuso del registro, por ejemplo, en vez de notificar una infracción como corresponde en un domicilio constituido se descubrió que era más interesante mandárselo a Registro de la Propiedad Automotor para que  en algún momento que el ciudadano fuera a hacer un trámite con su vehículo se encontrara que tenía una multa, entonces el registro servía de notificador de la multa, sin esa notificación no se puede ejecutar la multa y no se paga, y el registro le era funcional a todo el sistema de multa argentino".

"El estado que hacía la multa y se lo mandaba al registro no solo no notificaba la infracción sino que le hacía pagar al propio supuesto infractor la notificación porque cuando o pagaba la multa o se podía negar pero tenía que firmar un formulario que se le cobraba, una certificación de firma que también  le cobraban y uno por cada infracción por lo cual en realidad el registro se había transformado en un recaudador"

"Era mucho más fácil para el estado mandarle todo al registro porque la persona en algún momento iba a hacer un trámite y ahí teníamos motivo para cobrarle todo lo que no se hacía legalmente y como corresponde el procedimiento para cobrar multas".