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Más de la mitad de los que consiguen empleo son universitarios o terciarios

El 53% del empleo formal lo logran graduados universitarios y terciarios, según un estudio que analizó la inserción laboral y la calidad del trabajo registrado de los últimos años

Por Redacción

04 de mayo, 2024 - 10:11

Cuando se analiza la calidad del empleo formal que se crea en los últimos años, es notoria la evidencia de que el mayor nivel educativo marca claramente una tendencia predominane, ya que el 53% está representada por la suma de la masa laboral que tiene estudios universitarios (30%) y terciarios (23%) completos.

Un cuadro elaborado con datos del Observatorio de la Deuda Social Argentina, que profundiza el logro de empleo por niveles educativos alcanzados, destaca que el 17% no completó la universidad, que el 16% sí lo hizo con el secundario o polimodal y que un 3% terminó el posgrado, por lo que concluyen que es directa la asociación entre un mayor capital educativo y la mejora que implica en las oportunidades de acceso a un empleo de calidad, a la vez que reduce el riesgo de desocupación.

La información más reciente sobre el mercado laboral, que de todos modos no incluye los últimos tiempos de problemas económicos, ya que toma la década que va de 2012 a 2022, cuantifica en unos 13 millones a los empleados registrados en diciembre de 2022, que son un 19,5% más que en enero de 2012. En términos absolutos se sumaron en ese lapso unos 2,1 millones, entre los cuales sobresalen, aproximadamente, 1 millón de monotributistas y 836 mil a asalariados del sector público.

El estudio suma un detalle más que significativo, al señalar que en participación, el 48,2% del total corresponde a asalariados del sector privado (6,3 millones de personas) y un 26% trabajan en el sector público (3,4 millones). El resto son monotributistas (14,5%) y monotributistas sociales (4,7%), empleados en casas particulares (3,6%) y autónomos (3%).

 

Creación de empleo

Un dato grave, que ilustra cómo ha funcionado la economía durante los últimos gobiernos, señala que en principio, en 20 años, solo la mitad de los empleos que se crearon son de calidad. De ese crecimiento cualitativo básicamente se extrae la alta proporción de incorporaciones de un nivel educativo altamente calificado. En contraposición, la mitad de la gente en edad de trabajar permanece fuera del mercado de trabajo, lo cual está directamente vinculado a la conclusión que extrae IDESA sobre que se haya mantenido la tasa de pobreza en un cada vez más alto porcentaje de la población.

Por el lado de las franjas etarias también hay datos reveladores, ya que se advierte que solo el 33% de los jóvenes con secundaria completa acceden a empleos de calidad en Argentina. De acuerdo con un estudio realizado el año pasado por Nazarena Bauso y Rodrigo Jara Álvarez, el desglose sería el siguiente: 80% de las personas activas con nivel educativo alto (universitario completo o más) cuenta con un empleo pleno, en contraste con el 41% de los que tienen nivel educativo medio y el 15% de los que tienen nivel educativo bajo.

Un empleo pleno paga un 45% más que la media que percibe la población económicamente activa y en contraste, quienes poseen un subempleo inestable ganan un 60% menos. Los relevamientos dan datos muy claros: Los diferenciales educativos discriminan también sobre los ingresos en aquellos que acceden a un empleo pleno o a uno precario. En los subempleos inestables, el capital educativo no desempeña un papel importante en el nivel de las remuneraciones. En cuanto a la evolución de los puestos de trabajo registrados se advierten las siguientes características:

• Tanto los monotributistas como los asalariados del sector público son los de más rápido crecimiento en la década. El monotributo social lo hizo un 264,6%, el monotributo un 43,5% y los asalariados públicos un 32,8%. 
• En contraposición, el empleo privado asalariado mostró un crecimiento mucho más modesto: 3,4%, entre enero de 2012 y diciembre de 2022.
Si se tiene en cuenta que la población fue aumentando a lo largo del tiempo se advierte un estancamiento (en el mejor de los casos) del mercado laboral para crear empleo privado. 
• La categoría de autónomos también mostró un magro desempeño: se advierte una retracción en el período estudiado, pasando de 408,3 a 392,4 mil individuos, es decir, un -3,9%.

 

Por sectores

El análisis de la composición del empleo por sector mostró que aproximadamente el 50% se explica por ramas como Comercio, Industria y Transporte. 
El resto se reparte entre Construcción, Actividades administrativas y servicios de apoyo, Asociaciones y servicios personales, Enseñanza, Salud, Alojamiento y gastronomía y Servicios profesionales científicos y técnicos. 
Los sectores con mayor crecimiento en los años bajo análisis son: Construcción (36,1%) Enseñanza (23%), Salud y servicios sociales (13,2%) y Transporte (13%).

El director de Protección Social de CIPPEC, Manuel Mera, detalló la última distribución de los empleos de personas de entre 16 y 29 años de la que se tienen datos fehacientes, donde estuvo principalmente concentrada en tres actividades: comercio y reparaciones (24%), industria manufacturera (12%) y construcción (12%). En términos de los establecimientos en donde trabajan, un 15,6% de ellos y ellas lo hace en empresas de hasta cinco empleados/as, un 39% en empresas de entre 6 y 40 empleados/as y un 45,4% en empresas de más de 40 empleados/as.