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María Eugenia Vidal llama a la reflexión y a la autocrítica a los miembros de Juntos por el Cambio

Publicó una carta abierta en su cuenta de Facebook en la que se refirió a la interna de Juntos por el Cambio (JxC) y consideró al respecto que “podemos estar cometiendo un error”

Por Redacción

03 de enero, 2023 - 09:49

“Yo creo que JxC va a ganar en 2023 y que el desafío es trabajar para que ese momento nos encuentre en su mejor versión, independientemente de quién sea el candidato”, agregó Vidal.

"Con enfrentamientos en público, definiendo al otro por su peor atributo por una cuestión táctica, lo único que se logra es alejarnos de la gente, alejándonos de esa energía que realmente va a permitir transformar la realidad”, redactó.

La diputada María Eugenia Vidal publicó este lunes, en Facebook, una carta abierta con una fuerte autocrítica respecto de las discusiones internas en Juntos por el Cambio y llamó a no anticipar los debates de liderazgos cuando faltan todavía meses para el inicio del cronograma electoral.

La carta:

Estar a la altura de los argentinos que quieren un cambio

El año terminó, por primera vez en mucho tiempo, con una alegría en el corazón de los argentinos. Además, terminó con algo mucho más importante: con esperanza. La Selección despertó algo que estaba dormido: la idea de que con los valores correctos, con esfuerzo, talento y compañerismo, se puede superar cualquier obstáculo y lograr un objetivo que parece inalcanzable.

Es por eso que la Selección también me hizo terminar de confirmar algo que vengo pensando: muchas veces los políticos no estamos a la altura de las circunstancias. Y acá no estoy hablando del kirchnerismo, que ha demostrado que quiere jugar afuera del sistema. Hablo de nosotros.

Supe ser parte de un equipo al que todos menospreciaban (“no saben nada de política”, “son todos chetos”, “creen que van a ganar con globos”) y que desde el 2007 demostró que se podían hacer las cosas distintas en Argentina.

En el 2015 logramos lo que nadie pensaba posible: fuimos parte de una coalición que pudo ganar la Nación, la Provincia de Buenos Aires, la Ciudad de Buenos Aires, Jujuy, Mendoza, Corrientes y una infinidad de intendencias en todo el país. Tenemos que volver a tener esa potencia, ese liderazgo, esa capacidad de representar los intereses de los argentinos de todo el país.

Personalmente, gestionar la Provincia de Buenos Aires fue el desafío más importante de mi vida. Era la primera vez en casi 30 años que otro partido político gobernaba la provincia, fue la primera vez que una mujer se tuvo que enfrentar al entramado político de los “Barones del Conurbano”, la primera vez que alguien le quiso poner un freno firme al narcotráfico.

Y creo que hicimos muchas cosas buenas y muchas que hoy haría de forma diferente.

Pero también es cierto que haber perdido la elección del 2019 me generó una profunda herida. No por la pérdida del poder. Sino porque realmente sentí que dejé todo lo que tenía en la cancha y no alcanzó. Que no había una mejor versión de mí que la que intenté dar en esos 4 años de gestión: fui disciplinada, trabajé sin descanso, intenté escuchar a todo el mundo, aprender, tomar decisiones que beneficiaran el largo plazo, enfrentar a corporaciones.

Y cuando terminó la gestión, la sensación de que todo eso no había alcanzado, me hizo un profundo daño. Principalmente porque sentí que había desilusionado a todos aquellos que habían creído en mí.

 

 

 

Estar en política es estar dispuesto a que te digan de todo. Incompetente, Heidi, Leona, hiena, inexperta, que quería traicionar a Mauricio, que estaba sometida a los deseos de Mauricio, que gané por ser mujer y que yo era una mujer que no representaba los valores del feminismo. Me han dicho hasta “falopera”. Imaginate. Algunos creen que lo que más me afectó fue que llenaran las redes sociales diciéndome que estaba “gorda”.

Pero lo que me afectó realmente en estos años fue que en este último tiempo me dijeran que estoy “desangelada”. Que perdí mi fuerza. Eso que me hacía distinta a los demás. Y me afectó porque por un tiempo un poco de razón tuvieron. Me sentía sin foco, sin esa claridad de estar convencida de cuál era el camino correcto hacia adelante.

Y eso fue porque, como a cualquier persona que transita el poder público, en algún momento nos sucede confundir de dónde viene nuestra fuerza. A veces uno cree que esa fuerza viene de uno mismo: de su capacidad de liderazgo, de organizar equipos, de definir políticas públicas adecuadas, de generar consensos para llevarlas adelante. Todo eso es real.

Pero la verdadera fuerza viene de estar en sintonía con la sociedad. De sentir que uno es un vehículo de los deseos, esperanzas y necesidades de los argentinos. Que uno es un catalizador más que un creador. Y que son los argentinos los que marcan el camino, y las formas.

A lo sumo uno le aporta su personalidad, su tono, su esfuerzo. Pero me di cuenta de que durante mucho tiempo busqué en mí una fuerza que no me pertenece. Que es solo el reflejo de la fuerza de los argentinos.

 

 

Es por eso que creo que, a pesar de que falta todavía para las elecciones, en Juntos por el Cambio y en el PRO podemos estar cometiendo un error.

Estamos demasiado pronto debatiendo quiénes serán los candidatos. Cuando en realidad deberíamos preguntarnos ¿Qué esperan los argentinos? ¿Cómo podemos ayudarlos a conseguir su máximo potencial? Porque esa es la energía que cualquiera que gane va a tener a su favor para gobernar un país con demasiados problemas y necesidades de transformación difíciles.

Por eso me permito aportar 5 ideas que creo que hoy los argentinos están expresando y que tienen que ser nuestro norte para lo que viene:

La sociedad argentina es mejor que sus circunstancias

Estamos envueltos en una trampa: los argentinos o somos los mejores o somos los peores. Veo a mucha gente que dice “país inviable” como lema, mientras que otros niegan todos los problemas y dicen que “somos el mejor país del mundo” con más de 17 millones de argentinos pobres

Hay que desbloquear la fuerza del trabajo en la Argentina

Hoy trabajar y crear trabajo está penalizado. La mayoría de los empleadores prefiere achicarse o quedarse donde está hoy porque la incertidumbre de crear nuevo trabajo es infinita: los juicios laborales injustos, el costo impositivo de crear trabajo en blanco, la competencia desleal con quienes no lo hacen, las reglas de juego que cambian permanentemente.

Hemos llegado al insólito caso de que aumentar el sueldo a tus empleados puede generar que vos pagues más y ellos ganen menos. Los incentivos están completamente rotos.

El narcotráfico no es una anécdota, es el síntoma de nuestra decadencia

El otro día alguien de mi equipo me hizo notar que en el contexto creciente de violencia y muerte en Rosario, no hay ni un solo tuit del Presidente que mencione al “narcotráfico”. Para un político que habla de absolutamente todos los temas, es llamativo. Pero en realidad no lo es. Porque es un tema tan grande, tan complejo y tan arraigado que hay dos opciones: o lo negás, o lo enfrentas a fondo. JxC está convencido de que el narcotráfico no tiene lugar en la Argentina

Los sectores productivos de Argentina están a la altura de los desafíos que se vienen y son el motor del cambio que necesitamos

Este año viajé a Jujuy para ver la reserva de litio más grande del planeta, en un mundo que demanda cada vez más baterías. Estuve en Neuquén para conocer la segunda reserva de gas no convencional y la cuarta reserva de petróleo no convencional más grande del mundo.

En San Juan, para ver una de las zonas con mejor rendimiento de la energía solar del mundo, y en Chubut, con su energía eólica. En Santa Fe me agarré la cabeza cuando me enteré que Nueva Zelanda, con el 10% de nuestras cabezas de ganado, exporta 20.000 millones de dólares al año en lácteos y nosotros solo 1.300 millones

Así como en el Mundial sentimos que cada uno con su cábala, con su promesa, con su energía, aportaba algo mágico a que las cosas salieran bien en una cancha a miles de kilómetros, la política tiene algo de eso también. Hay que creer que lo que viene puede estar mejor y que lo que uno hace todos los días contribuye en esa dirección.