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Santa Cruz: detalles de las torturas que vivían tres hermanos

El caso de tres menores que eran sometidos a reiterados maltratos Río Gallegos por su padre y su madrastra sorprendió a las autoridades santacruceñas 

Por Redacción

17 de diciembre, 2021 - 09:31

Un caso de maltrato infantil indignó a la provincia de Santa Cruz. Tres hermanitos de 14, 13 y 10 años eran sometidos violentamente por su padre y su pareja.

Los jovencitos sufrieron hostigamiento físico y psicológico, incluidas fuertes amenazas. El caso fue judicializado y los dos acusados fueron imputados y están tras las rejas.

Los apuntados son la madrastra de los chicos, una mujer de 33 años y de apellido Vega y el padre de los infantes, Fernández de apellido y también de 33 años.

Fuentes judiciales involucradas en el caso, relataron a laopinionaustral.com.ar, que “el grado de maldad a los que se sometió a los niños ha sido pocas veces vista”.

 

Los tres menores (dos niños y una niña) declararon a través del sistema de cámara gesell, el último martes.

 

Jorge Godoy, a cargo de la Defensoría Pública Oficial de Niñas, Niños y Adolescentes de Santa Cruz detalló en diálogo con La Nación que “los chicos se mudaron con su papá y la pareja que tenía porque cuando vivían con su mamá, el padrastro les pegaba. Entonces es por eso que piden irse a vivir con su papá”. La decisión terminó siendo aún peor, ya que el calvario para ellos iba a volverse inconmensurable.

“Los tenían encerrados todo el tiempo. El hombre hacía changas, entonces estaba todo el día fuera de la casa, y la mujer hasta ese momento no trabajaba. Les pegaba a puño cerrado por todo el cuerpo, les pegaba con un cinturón, con un caño metálico. Pero supongamos que, entre comillas, en algunos ambientes eso podría ser hasta si querés convencional. Esto no terminaba ahí. Esta mujer los tenían cerrados en la habitación. Los tenía como sus sirvientes a los dos más grandes. Hacía que los dos más grandes limpiaran y el varón mayor cocinara y le llevara la comida a la habitación”, contó el especialista.

“Cuando dormían los chicos tenían que dormir estirados en la cama completamente derechos sin moverse, porque si ella iba a la pieza y veía que se movían automáticamente les pegaba. No tenían que hacer ruido ni para ir al baño, al punto tal que el más chiquitito, por el terror que le tenía, no podía ir al baño y empezó a hacerse caca encima. En una oportunidad que pasó eso, esta mujer lo obligó a comer su propia materia fecal. También les ponía los dedos pulgares en la boca y se los estiraba como si fuera la sonrisa del guasón. Por eso los tres chicos tienen lesiones en la mucosa. También, con los dedos gordos, les hundía los ojos y la hermanita terminó con lesiones”, relató Godoy.

“La niña, que también le tenía pánico a la mujer, le generaba náuseas su presencia. En un momento estaba comiendo y vomitó. Entonces la madrastra le hizo comer la comida con el vómito”, recordó el Defensor sobre el relato que hicieron los chicos y agregó: “Después los sujetaba contra la pared y los ahorcaban. Los levantaba del piso ahorcándolos. En un momento el más chico perdió el conocimiento, quedó inconsciente y los hermanos ven como que lo tiene que zamarrear para despertarlo. Tardo varios minutos en despertar. Para mí eso es directamente una tentativa de homicidio”, concluyó la persona a cargo de la Defensoría Pública Oficial de Niñas, Niños y Adolescentes de Santa Cruz.

 

¿Cómo salió a la luz el caso?

Un día que la madrastra de los chicos no estaba, estos salieron de la habitación en la que se encontraban y tomaron una tablet de la mujer- su madrastra-, que se les cayó al piso y se les rompió, en ese momento el mayor de los hermanos, presintió que se les vendría un castigo terrible -aún mayor del infierno que ya vivían-, fue entonces que huyó por una ventana junto con su hermano menor, sin embargo la hermanita tuvo pánico de escapar y quedó dentro de la casa.

 

Los dos chicos fueron directo a una comisaría, una noche de mediados de noviembre.

 

A partir de allí tomó instrucción en el caso, el Dr. Jorge Godoy, que aplicó el protocolo correspondiente para que los chicos no regresaran a la 'casa del terror', pero también para que rápidamente la Justicia llegara hasta el sitio y pusiera al resguardo a la pequeña que había quedado en el inmueble.

 

En Santa Cruz, afirman que este caso de tortura infantil es el más grave y perturbador en los registros de esa provincia.

 

“Los mordía en la cabeza, boca y orejas”, afirmó una de las fuentes vinculada a laopinionaustral. "Al niño de 10 le deformó una de sus orejas y también le torció su mano izquierda, dejándosela con limitaciones, quizás de por vida", explicaron.

Tanto el padre biológico como la madrastra están imputados por lesiones graves y amenazas agravadas por el vínculo.

 

Los chicos quedaron al cuidado de una tía materna, que con mucho coraje, se hizo cargo.

 

Fuentes aseguraron que la mujer maquillaba a los pequeños para que las demás personas no se percataran de los hematomas y lesiones que les provocaba mientras el padre de ellos, desempleado y que vivía de ‘changas’, estaba fuera de casa. El hombre igualmente, también sometía a los chicos a golpes.