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Caso Pérez Volpin: piden 4 años de prisión para el endoscopista y 3 para la anestesista

Además, el abogado de la querella y la fiscalía coincidieron en la petición de inhabilitación profesional para Bialolenkier y Puente

Por Redacción

02 de agosto, 2019 - 22:15

El abogado Diego Pirota, representante de la familia de Débora Pérez Volpin pidió la penal de "4 años y 5 meses de prisión" para el endoscopista Diego Bialolenkier y "3 años en suspenso" para la anestesista Nélida Puente.

Pidió, además, la inhabilitación de ambos profesionales para ejercer en la salud, durante un período de 10 años, y una solicitud de falso testimonio contra la instrumentadora, ante las irregularidades e incongruencias en su declaración ante la Justicia.

Por su parte, la fiscal María Luz Castagni pidió una pena similar: 4 años para Bialolenkier y tres para la anestesista.

Audiencia

El comienzo de la audiencia fue con el alegato del abogado Pirota, quien también pidió al juez Javier Anzóategui que aplique una inhabilitación de diez años para ambos médicos para ejercer la profesión, la máxima estipulada en el Código Penal.

Además, la querella pidió investigar por falso testimonio a ambos directivos del sanatorio, tanto al médico Roberto Martingano como al administrativo Eduardo Cavallo, y a Sebastián Ceci.

"No todos los endoscopistas perforan a un paciente y no todas las anestesistas no pueden reanimar a un paciente", dijo en su alegato el abogado Pirota, durante dos horas de exposición en los que se apoyó en audios de los testigos que declararon en el juicio.

Señaló, además, que "Débora no tenía ninguna patología previa" y que sus antecedentes "no tenían ninguna relación de casualidad con el evento", en función de que la historia clínica de la periodista presentaba que tenía epilepsia y arritmia.

Según el letrado, ninguno de los dos médicos supo "cómo proceder", a la vez que dijo que no "supieron cómo resolver una crisis" y que lo ocurrido genera que hoy haya "terror en hacerse una endoscopía".

"La perforación se produjo en el minuto uno y se desparramó por todo el cuerpo. Débora dejó de respirar y el corazón dejó de funcionar y los médicos no se dieron cuenta, siguieron con el procedimiento", estableció en la acusación.

Al pedir la pena de cuatro años y cinco meses para Bialolenkier, la querella remarcó que la lesión "la provocó él" más allá que "pretendió echarle la culpa a la anestesista Puente", y que "el 85 por ciento del esófago estaba lesionado y la perforación en un solo lugar".

Incluso, explicó que la lesión era de arriba hacia abajo, o sea, por cómo ingresó el endoscopio: "Y aquí sostiene que murió por muerte súbita", en referencia a la defensa del endoscopista.

También dijo que Pérez Volpin "dejó de respirar cuando el endoscopio lo tenía adentro" de su cuerpo y que Bialolenkier recién "se dio cuenta de la desaturación cuando a ella se le movió el brazo".

En cuanto a la anestesista, si bien dijo que "no es responsable de la perforación", su problema fue que "no controlaba a la paciente".

"No se hacía nada y se tomaron todas decisiones desacertadas. Primero que nada, no se la conectó al monitoreo cardíaco, pero además hasta que no llegó la cardióloga Agustina Ramos, no le realizaron masaje cardíaco", rememoró el abogado de acuerdo a los testimonios escuchados en el juicio que arrancó hace dos semanas.

En ese sentido, dijo que "Puente no supo resolver el problema que se le presentaba y su accionar agravó el cuadro": es que la acusada misma dijo que le inyectó una máscara laríngea a la paciente tras no haberla podido entubar y con ello ventiló los pulmones.

Para la querella fue un "ingreso masivo de aire" y que "comprimió los pulmones", y sentenció: "Había que drenar el aire, lo hacen con una birome Bic en la calle".

El pedido para investigar por encubrimiento a los directivos del sanatorio, está vinculado con el endoscopio que se secuestró el 9 de febrero de ese año, tres días más tarde de lo ocurrido y a raíz de que el procesador del mismo tenía el número de serie limado, lo que le da la pauta que fue cambiado el equipo tras haberlo utilizado en el estudio a Pérez Volpín.

También, el defensor recordó que el registro del multiparamétrico que mide los signos vitales de la paciente no fue aportado de manera completa en el expediente, pese a que un empleado del sanatorio dijo que sí lo había entregado en su totalidad a las autoridades.

Según ese testigo, hizo entrega del informe con los registros a las autoridades, pero lo cierto es que en la causa figura de la hoja 37 en adelante, del informe que cuenta con más de 60 páginas.

Por falso testimonio, el pedido de la querella es para Miriam Frías, la instrumentadora, única testigo en el quirófano que estuvo con los dos acusados, y a raíz que dijo "no recordar" mucho de lo acontecido allí. "Frías dijo que no vio nada pero vio absolutamente todo", acusó la querella.

La fiscal Castagni dijo que hubo "impericia" por parte de la anestesista y que quien provocó la lesión fue el endoscopista en el esófago: "ambos se representaron el riesgo típico en la veda", agregó.