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Las reservas crecen, pero la deuda también: el BCRA sólo pagó 32% de las importaciones

En lo que va del año, la deuda comercial se ha incrementado fuertemente por las postergaciones en el pago de insumos y mercadería importados. Mientras, el ‘campo’ pide otra devaluación

Por Redacción

03 de abril, 2024 - 09:11

Por decisión del Gobierno nacional, entre enero y febrero se pagó sólo el 32% de las importaciones efectuadas. Así, la deuda comercial aumentó unos US$ 5.871 millones, número que se suma a los US$ 3.524 millones de diciembre.

Esta postergación de los pagos explicó, al menos en parte, el ritmo de compras de divisas del Banco Central. Hacia delante, y con las trabas importadoras más relajadas por el esquema gradual planteado por el Gobierno, será necesario que el agro convalide el tipo de cambio exportador durante la cosecha gruesa y que los importadores prioricen el carry trade para que el BCRA mantenga su nivel compras. En ese sentido, será clave que el Gobierno siga logrando un crawling peg (micro devaluaciones) cercano al 2%.

Según estimaciones del economista de la consultora Unexar, Jorge Berciano, durante el primer bimestre se pagaron el 32% de las importaciones. Se trata de una consecuencia de la normativa que la nueva administración del BCRA implementó ante la escasez de divisas y en reemplazo de las SIRAs.

En concreto, para la mayoría de los bienes importados, el pago de su valor de embarque se realiza en cuatro tramos: el primero a los 30 días del registro de ingreso aduanero de los bienes, el segundo a los 60 días corridos, el tercero a los 90 días y el último a los 120 días.

La postergación de los pagos fue uno de los instrumentos clave que le permitió al Gobierno nacional obtener superávit cambiario en enero y febrero, aunque como contraparte también incrementó la deuda comercial.

Según cálculos de Porfolio Personal Inversores (PPI), lo adeudado en febrero fue de US$ 2.363 millones, mientras desde el comienzo de la nueva gestión la deuda comercial asciende a US$ 9.395 millones, al considerar que en diciembre y enero se acumularon US$ 3.524 millones y US$ 3.508 millones, respectivamente.

En este sentido, con mirada a futuro, PPI explicó que “la leve aminoración en la acumulación de nueva deuda se explicaría por un mayor acceso de los importadores al Mercado Único Libre de Cambios (MULC) dado el esquema cuoteado en 25% en plazos de 30/60/90/120 días”.

A partir de la semana pasada, los importadores pudieron ingresar al mercado oficial por la tercera cuota de 25% de sus compras externas, dado que las primeras SEDIs fueron autorizadas el 26 de diciembre.

Las compras del BCRA y el carry trade importador

Producto de esa decisión del BCRA y el Ministerio de Economía, la autoridad monetaria pudo lograr un excelente ritmo de adquisición de divisas: en marzo totalizó compras por US$ 2.884 millones y desde diciembre del 2023 se hizo de US$ 11.376 millones. De hecho, eso le permitió, por ahora, sobrecumplir la meta de acumulación de reservas netas pactadas con el FMI para el primer trimestre.

A pesar de que un mayor acceso de los importadores al MULC podría traducirse en un incremento en la demanda privada de divisas, y, por lo tanto, un menor saldo comprador para el BCRA, PPI planteó que la relación hoy en día no es tan lineal. "No implica necesariamente que los importadores vayan a comprar las divisas, sino que a partir de ahora pueden requerir el acceso al mercado oficial", explicaron desde la AlyC en uno de sus últimos informes.

Y detallaron: "Los importadores podrían elegir hacer carry trade con los pesos en vez de comprar dólares oficiales ante la expectativa de que el crawling peg se mantenga en 2% mensual en el corto plazo. Ante la cercanía de la liquidación de la cosecha gruesa y el incentivo a los importadores a postergar su acceso al MULC, el BCRA podría seguir teniendo compras abultadas, a pesar del mayor acceso autorizado de la demanda privada".

Tanto el ministro de Economía, Luis Caputo, como el presidente Javier Milei ratificaron en sus últimas intervenciones públicas el mantenimiento del crawling peg en torno al 2%, desestimando la posibilidad de una nueva devaluación en el corto plazo.

Por el momento, el mercado de futuros les da parcialmente la razón: el dólar para fines de abril cotiza en $892, una devaluación implícita del 3,9% respecto de los $858 actuales, mientras que el tipo de cambio para mayo se mueve en $940, un spread del 5,3% contra el mes anterior.

Las exigencias del ‘campo’

Ante la inminencia de la cosecha gruesa, diferentes actores del agro comenzaron a cuestionar la falta de medidas del Gobierno para el sector, que viene observando el atraso cambiario.

Hace unos días, la Comisión de Enlace de las Entidades Agropecuarias (CEEA) emitió un comunicado firmado por la Sociedad Rural, Coninagro, Confederaciones Rurales Argentinas y la Federación Agraria Argentina. Allí, se habló de "tomar medidas urgentes de tipo fiscal y, por ejemplo, como señal y estímulo para la próxima cosecha, la de anunciar ya una baja en los Derechos de Exportación".

A una conclusión similar llegaron desde la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA), aunque también sugirieron otra posible solución: una nueva devaluación. "Cualquier movimiento de tipo de cambio o de rebaja de retenciones debería cubrir al menos las pérdidas ocasionadas por los precios internacionales en los últimos meses", planteó su titular, Gustavo Idígoras.

Y agregó: "Los precios internacionales han caído fuerte desde diciembre, mientras la inflación en Argentina ha incrementado los costos, especialmente en el gasoil, que es un costo muy elevado en el agro, así como los insumos por el impuesto país. Estos factores llevan a un menor ritmo de ventas de los productores a la exportación".

Con información de BAE