Verano y agua: ¿cómo actuar ante un ahogamiento?

Muchas son las personas que deciden veranear y tomarse vacaciones en lugares con río, mar o piletas con la llegada del calor. Es por eso que durante esta temporada se pueden observar que aumenta la cantidad de incidentes con el agua tanto en grandes como en chicos, pero se pueden llegar a prevenir si se tienen en cuenta ciertas medidas.

Para evitar estas situaciones y para saber cómo proceder en caso que tengamos que presenciar un caso de ahogamiento o inmersión la Directora Médica Nacional de OSPEDYC Valeria El Haj, dio una serie de consejos para poder ayudar en caso de que sea necesario.

Asimismo, destacó que uno de los mitos del ahogamiento es que "son necesarias grandes cantidades de agua para que una persona se ahogue, sin embargo, esto no es así", como también pensar que "no se trata de accidentes frecuentes, aunque la evidencia indique lo contrario".

En este sentido la especialista aclaró que "las causas primarias y generales de los ahogamientos son el incumplimiento parcial y a veces casi total de las pautas de seguridad".

Recomendaciones

En primera medida, expresó que "no hay que dejar a los niños solos en el agua" y que en caso de meterse, "se encuentre cercano a la superficie".

• Tener un cerco perimetral de 1,30 m de alto como mínimo, enterizo o con barrotes verticales (en caso de tener niños pequeños)
• No dejar mesas, sillas o reposeras próximas al cerco, que faciliten su escalamiento.
• Los bordes y el piso de la piscina deben ser de material antideslizante.
• Las piletas “inflables” o “desarmables” que no cuenten con cerco deben ser siempre vaciadas totalmente luego de su uso diario.
• No nadar o navegar después de haber ingerido alcohol, sedantes o cualquier tipo de estupefaciente.
• Considerar la propia capacidad para nadar y no sobreestimarla. En caso de ser necesario, se recomienda utilizar dispositivos de flotación personales de forma apropiada.

Proporción segura entre número de cuidadores y niños:

• Lactantes: 1 adulto por cada niño/a.
• De 1 a 2 años: 1 adulto cada 2 niños/as.
• De 2 a 3 años: 1 adulto cada 3 niños/as.
• Luego de los 4 años: de acuerdo al grado de aprendizaje de la natación que tengan los niños/as.

Cómo ayudar a alguien que se ahoga

• Ante la caída accidental o naufragio en aguas oscuras la persona que cae debe sacarse inmediatamente: zapatos, pantalones, pulóveres o camperas. Limitarse a “flotar”.
•  Asegurarse de que la víctima esté tendida de espaldas y sobre una superficie firme y plana.
• Una vez fuera del agua, colocarse de rodillas de manera perpendicular al cuerpo de la víctima, ubicar la base de una mano en el centro del pecho (sobre la mitad inferior del esternón) y la otra por encima de la primera. Se recomienda realizar primeros auxilios, buscar atención médica de inmediato y solicitar un Desfibrilador Externo Automático (DEA)
• Con los brazos firmes y sin flexionar los codos, comenzar a realizar compresiones con fuerza, rápidamente y de forma constante (el ritmo y frecuencia debe ser entre 100 y 120 compresiones por minuto).
• Dejar que el tórax vuelva a su posición normal, y realizar las compresiones hasta que la víctima se recupere, o hasta la llegada de la ambulancia.
• Realizar desfibrilación precoz.

Estadísticas

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el ahogamiento es en nuestro país la segunda causa de muerte, de 1 a 15 años (detrás de los accidentes viales) y según la información oficial "por debajo de los 5 años, esto sucede generalmente en piscinas de clubes o familiares, con la presencia más o menos cercana de adultos".