Época invernal ¿por qué se produce la tos y cómo aliviarla?

El descenso de las temperaturas es la primera señal que nos advierte para abrigarnos y así evitar posibles afecciones en la garganta o las vías respiratorias. Pero además, siendo la tos uno de los síntomas compatibles con el eventual contagio de la infección provocada por el COVID-19, estar atentos a cómo se manifiesta es importante para tratarla adecuadamente.

Según la La Dra. Valeria El Haj, Directora Médica Nacional de OSPEDYC, la tos es la manera que tiene el organismo de responder cuando algo irrita la garganta o las vías respiratorias. Al producirse esta molestia, el agente irritante estimula los nervios que envían un mensaje al cerebro. Luego, el cerebro indica a los músculos del pecho y el abdomen que liberen el aire de los pulmones para generar una corriente que expulse al agente irritante.

“A todos nos da tos de vez en cuando. De hecho, toser puede ser útil, ya que libera los pulmones de irritantes y excesiva mucosidad. Toser también puede ayudar a eliminar los gérmenes de los pulmones y evitar la infección, explica la profesional, y agrega: “si bien -en la mayoría de los casos- la tos es leve y no provoca problemas graves, en otros puede generar complicaciones, incluso dificultades para la función respiratoria”. 

Teniendo esto en cuenta, la médica remarca que debemos realizar una consulta con un médico cuando:

●     Existen problemas para respirar o la respiración es ruidosa.

●     Además de la tos, se detectan ronchas o hinchazón en la cara o piernas.

●     La garganta se siente inflamada y genera dificultad para tragar.

●     La tos empeora al acostarse o dura más de diez días.

●     La persona estuvo en contacto con alguien con tuberculosis o coronavirus.

●     Al toser, aparece sangre, o flema amarillenta/verdosa.

●     La tos es tan intensa que genera vómitos.

●     Se detecta fiebre.

La doctora El Haj señala, además, que la tos puede distinguirse por características determinadas; la tos seca que no contiene flama, por ejemplo, de la tos húmeda que sí contiene moco o flema y suele ser causada por virus y bacterias. Por otra parte, existe la tos aguda y la crónica. Mientras que la tos aguda comienza súbitamente, se adquiere por un resfriado o una gripe y no suele durar más de 2 o 3 semanas, la tos crónica puede persistir durante un plazo más largo.

“Asma, alergias, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), infecciones en las vías respiratorias o en los pulmones, el consumo de cigarrillo o tabaquismo pasivo, el reflujo gastroesofágico, las enfermedades de la garganta —como el crup en los niños—, el resfriado común y la gripe, la sinusitis y algunas medicinas suelen ser las causas más comunes de la tos”, explica la médica.

Consejos para aliviar la tos

●     Utilizar un vaporizador o tomar una ducha de vapor para incrementar la humedad en el aire y ayudar a aliviar la garganta seca.

●     Tomar muchos líquidos, ya que ayudan a diluir el moco en la garganta y facilitan la expectoración.

●     No fumar y mantenerse alejado del tabaquismo pasivo.

●     Si se padece alguna alergia, evitar las sustancias que pueden provocarla como el polen, el polvo, los animales o el moho.

●     Si tiene reflujo, se recomienda consultar a un médico para que pueda orientar acerca de los cambios en el estilo de vida que contribuyen a disminuir los síntomas. El tratamiento dependerá siempre de la causa de la tos.

Es importante tener en cuenta que cada caso es único, y si la tos llega a ser persistente y durar por semanas, hay que consultar con un profesional para asegurarse y que tome las medidas necesarias.