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El poder de atracción que da la seguridad

¿Te has percatado que existen personas que tienen algo que te gusta, sin saber qué es? Son seres que se aceptan tal y como son y, además de aceptarse, se aman 

Por Redacción

20 de octubre, 2020 - 07:52

Pocos atributos hacen tan atractiva a una persona como el amor propio. Ese que nace de abrazar a la vida con los ojos cerrados, entendiendo que tiene espinas y un tacto suave, que a veces golpea y otras acaricia y que en todo eso tenemos algo que decir y disfrutar. Tener seguridad en uno mismo significa aceptar errores y celebrar victorias, teniendo en cuenta que, incluso siendo pequeños, tenemos la capacidad de trascender a nuestras circunstancias.

La inseguridad o falta de autoestima, por el contrario, nace y sobrevive gracias a nuestra tendencia a centrar el foco de atención en los aspectos negativos. Cuando una persona es insegura, su foco atencional está dirigido a sus defectos, a sus errores y las consecuencias negativas que tenga cualquiera de sus conductas.

El inseguro siempre cree que no va a poder y desgraciadamente, debido a su forma de comportarse, acaba confirmando sus creencias.

La seguridad en uno mismo es la gran responsable de nuestros éxitos, ya sea en el terreno profesional o en el personal. No importa tanto cómo seamos o cuánto poseemos como amar aquello de lo que disponemos. Cuando nos queremos a nosotros mismos de manera incondicional, proyectamos ese amor hacia el exterior y esto genera que nuestro entorno también nos acepte, quiera y admire.

Pensamos que cuanto más guapos seamos, más dinero o éxito tengamos, más aumentaremos nuestra seguridad y nos sentiremos mejor con nosotros mismos.

Pero esto es falso. La autoestima es algo que florece desde dentro de la persona, sin importar demasiado las circunstancias que la rodean.

¿No te has percatado de que existen personas que sin ser, por ejemplo, muy atractivas físicamente tienen algo que te gusta especialmente? A ese algo podemos llamarlo encanto, embrujo, carisma o como queramos, y tienen que ver con la seguridad que tienen en ellas mismas.

Son personas que se aceptan tal y como son y además de aceptarse, se aman. No debemos confundirlas con las personas vanidosas ya que la vanidad en realidad lo que hace es esconder carencias de autoestima.

Todo lo que una persona piensa, diga o haga, si lo hace con plena seguridad, puede mover montañas. Por el contrario, todo lo que pongamos en marcha, hecho sin creer demasiado en nosotros mismos, hará que los demás tampoco nos tomen en serio, aunque lo hagamos de forma correcta.

Cuando una persona siente mucha confianza en sí mismo, es porque en realidad ha sabido combatir al miedo y además, ha conseguido derribar la barrera que separaba su yo real de su yo ideal.

La persona segura, es quien quiere ser, ya que al abandonar los miedos a fallar o al rechazo se ha deshecho de gran parte de las barreras que le impedían salir de su zona de confort. Esta capacidad de correr una determinada cuota de riesgo con serenidad las envuelve en un halo de magnetismo que encandila a las personas que están a su alrededor.

No olvidemos la gran influencia del lenguaje no verbal. ¿Sabías que muchas de las elecciones sobre personas que hacemos en nuestras vidas están en parte mediatizadas por su expresiones faciales? El hecho de que sonriamos más o menos influye muchísimo a la hora de atraer a otras personas, así como nuestra postura corporal.

Una postura de inseguridad, con la espalda encorvada y los brazos caídos denota derrota y no es nada atractivo. Por el contrario, una gran sonrisa, la espalda erguida y los hombros relajados muestran seguridad y triunfo.

 

Pasos para ganar confianza y ganar atractivo

La teoría está muy bien, pero…¿cómo hago para ganar esa seguridad que me falta? La buena noticia es que la confianza en uno mismo es una habilidad, y como tal puede entrenarse. Algunas estrategias que pueden ayudarte son las siguientes:

 

Vigilá tus pensamientos

Los seres humanos producimos unos 50.000 pensamientos diarios y más del 50% son de carácter negativo. Pretenden cumplir la función de ‘señal de aviso para peligros’, sin embargo la mayoría de las veces no tienen fundamento, son poco realistas. Así, es preciso saber pararlos a tiempo y cambiarlos por ideas que reflejen la realidad.

Además, es necesario que hagás un esfuerzo por conocerte bien , tanto en lo positivo como en lo negativo. De esta manera, cuando un pensamiento negativo irrumpa en tu mente, podés recordarte que no es tan grave como te estás diciendo y que también poseés muchas cualidades con las que vas a poder contar si al final el problema se materializa.

 

No te dejés llevar por tus emociones

Las emociones son respuestas fisiológicas que pueden tener tanto poder como para llegar a paralizarnos. Si nos dejamos controlar por ellas como si fuésemos marionetas, no tendremos la oportunidad de demostrarnos a nosotros mismos lo mucho que valemos. La emoción, que en este caso es de miedo, crecerá como la espuma y nos ganará la partida.

 

Modificá tu postura corporal a conciencia

Un estudio de la Universidad de Harvard demostró como los sujetos que mantenían una postura corporal de triunfo tenían posteriormente, menos niveles de cortisol en la saliva que aquellos que deliberadamente pusieron una postura de derrota.

El cortisol es la hormona del miedo. Esto quiere decir que podemos engañar a nuestro cerebro a voluntad. Si como un actor, nos obligamos a cuidar nuestro lenguaje no verbal, esto finalmente repercutirá en nuestras emociones y pensamientos.