|05/08/20 07:54 AM

Consejos para recordar cuando tenemos un mal día

A veces sucede algo inesperado que pone patas arriba nuestro mundo. Otras veces, simplemente, parece que no podemos continuar, lo que lleva a una avalancha de eventos desafortunados

Por Redacción

05 de agosto, 2020 - 07:54

Cuando tenemos un mal día, sea cual sea el motivo, solemos quedarnos sin claridad. Y la claridad, típicamente en el camino de una nueva perspectiva, a menudo, es todo lo que necesitamos para sacudirnos las cosas negativas.

A veces sucede algo inesperado que pone patas arriba nuestro mundo. Otras veces, simplemente, parece que no podemos continuar, o nuestro perro orina en nuestros zapatos favoritos, lo que lleva a una avalancha de eventos desafortunados.

Y otras veces, sencillamente estamos frustrados con la vida sin siquiera saber por qué. No importa cuál sea la razón, a veces solo tenemos días malos. ¡Todos los tenemos!

Por todo esto, nos gustaría recordarte algunas cosillas para ayudarte a superar este momento difícil. Hay una luz al otro lado del camino, y está más cerca de lo que te imaginas.

Aquí te van algunas cosas que te ayudarán a darte claridad, sin importar cuán duras sean las cosas para vos:

 

Todo lo que podés hacer es dar un paso a la vez

Por lo general, cuando estamos teniendo un mal día, nos sentimos abrumados. Una cosa, o pensamiento, lleva a otra y, antes de que te des cuenta, sentís que el mundo se derrumba a tu alrededor. Esta sensación de estar abrumado no solo te dificulta las cosas, sino también la posibilidad de salir de tu situación, haciéndote sentir atrapado.

Cuando esto suceda, recordá que siempre hay un camino y que solo se necesita dar un pequeño paso a la vez. Cada pequeño paso hará una verdadera diferencia, hasta el punto en el que te das la vuelta y ves que esos pequeños pasos han crecido juntos para convertirse en algo mucho más que la suma de sus partes.

 

No es tan malo como creés que es

Interpretamos nuestras experiencias de la misma manera que un par de anteojos de sol atrapa los rayos del sol. Todo lo que nos sucede tiene que golpear primero este filtro, nuestra mentalidad o perspectiva interna, antes de que podamos reaccionar ante ello.

Si tu punto de vista es que el mundo está descendiendo a tu alrededor y que no tenés esperanzas de realizar ningún tipo de cambio productivo, entonces harás que esa sea tu realidad. Sin embargo, esto también puede ir por el otro camino.

Si decidís adoptar una nueva perspectiva y ver si tenés la capacidad de cambiar o que las cosas realmente no son tan malas como alguna vez pensaste que eran, esa perspectiva influirá en todo lo demás que te sucede, dándote una sensación de alivio a través del dominio de la mente.

Sin nuestros desafíos y luchas no podríamos conocer la felicidad. Es por nuestra experiencia con la lucha que podemos apreciar plenamente cuando las cosas están bien, así que tenemos que atravesar estos tiempos difíciles para apreciar nuestra vida cuando las cosas cambian para mejor.

Es importante cultivar un profundo aprecio por tus desafíos y saber que esto es simplemente el flujo y reflujo de la vida. Cuando las cosas estén bien, aprecialas por completo. Cuando son malos, permitir experimentar completamente los sentimientos que te atraviesan y saber que las cosas mejorarán.

 

Las bendiciones están ahí, incluso en los peores momentos

Esa sensación de abrumamiento que tenemos cuando estamos teniendo un mal día suele darnos una especie de visión de túnel. Debido a esto, nos enfocamos exclusivamente en lo que está mal y dejamos de notar lo que nos rodea.

Pero si nos tomáramos el tiempo para mirar alrededor, notaríamos que hay mucho para equilibrar lo malo. Cuando tengas un mal día, tomate un momento para mirar a tu alrededor y observar las cosas buenas: comida, agua potable, un techo sobre tu cabeza, acceso a medicinas, amigos, familia, la oportunidad de perseguir tus pasiones, y cualquier cosa más que venga a la mente. Notá que si bien podés estar teniendo un mal día con respecto a algunas cosas específicas, en realidad estás rodeado de innumerables bendiciones.