|03/12/19 01:04 PM

La historia de la quiniela en Argentina

A pesar de los ciclos inestable que hemos tenido los argentinos, la venta de la quiniela nunca decayó. Por más que otros juegos ofrecen pozos millonarios, doble chance o premios muy llamativos, en definitiva, la clásica quiniela supo ganarse la voluntad de millones de apostadores a lo largo de los años

Por Redacción

13 de septiembre, 2021 - 14:16

La quiniela es el juego de azar más popular de los argentinos. De hecho a lo largo de su historia, que vamos a repasar en esta nota de El Ciudadano, te contamos como logró sobrevivir a en el tiempo y atravesar varias turbulencias económicas a nivel nacional. A pesar de los ciclos inestable que hemos tenido los argentinos, la venta de la quiniela nunca decayó.

Por más que otros juegos ofrecen pozos millonarios, doble chance o premios muy llamativos, en definitiva, la clásica quiniela supo ganarse la voluntad de millones de apostadores a lo largo de los años que eligieron números para jugar, con la esperanza de ganar por una mínima cifra de dinero apostada y con múltiples posibilidades de que estos resulten electos: a la cabeza, entre los primeros diez, etc.

 

Tabla de contenido en esta nota: la historia de la quiniela en Argentina

Los orígenes de la quiniela en Argentina

El origen del nombre ‘Quiniela’

El fin de la ilegalidad para la quiniela

La actualidad de la quiniela

Quizás, el secreto de la fama de la quiniela se encuentre en su precio económico para poder participar y buscar que la fortuna nos sonría pero además en la diversión o desafío que implican jugarle a los números que tienen múltiples significados, en general se usa la tabla de los sueños. Se dice que si la persona sueña, por ejemplo con la virgen, debería jugar el 60 o con un anillo, eso equivale al número 16, etc.

Los orígenes de la quiniela en Argentina

Este juego de azar tiene un gran arraigo cultural, comprable incluso con el tango, asado o dulce de leche.

Hay varias versiones que rondan en torno al origen de la misma. Algunas de ellas sugieren que el juego se fue gestando en las orillas argentinas y uruguayas a fines del siglo XIX y principios del siglo XX. La influencia de los inmigrantes que llegaron principalmente España e Italia, parece haber sido claves en la adaptación del juego en Sudamérica.

Por otro lado, una versión habla de que su creador fue un comerciante vasco que residía en Rosario allá por el año 1900. El hombre, aparentemente llamado Domingo Irigoyen, habría tenido un negocio en el centro de esa ciudad y allí tomaba las apuestas.

En sus comienzos el juego fue ilegal y consistía en apostar a la unidad o a la decena (una o dos cifras) de los números que salían sorteados en la lotería (único juego oficial en ese momento), que en esos tiempo se llamaba Lotería de Beneficencia Nacional.

Además, los premios obtenidos en ese entonces podían ser dinero en efectivo, como en la actualidad, u otros tipos de beneficios.

El origen del nombre ‘Quiniela’

En torno al origen de la palabra quiniela, a quienes aseguran que proviene: quintus, que en latín significa cinco (5). Esto refuerza la teoría de que se utilizaba para su funcionamiento el extracto de la lotería que siempre se manejó con cinco cifras.

El fin de la ilegalidad para la quiniela

Durante muchos años se la denomino  como ‘la clandestina’. Al margen de los límites del estado el juego fue creciendo exponencialmente entre los apostadores ilegales pero más importante aún, calando hondo en la cultura argentina.

La quiniela se convirtió en una práctica social muy extendida. El célebre escritor argentino, Roberto Arlt, reflexionaba en torno a este juego: “Por un billete de lotería que se vende, hay diez anotados para una quiniela…”, la opinión del autor de ‘Los siete locos’ daba cuenta de la fama que había adquirido, superando incluso a la lotería.

Los sectores más populares podían participar, es decir, jugar y permitirse soñar con ganar un dinero que les cambie su presente económico. Solo salía unos centavos, por lo que rápidamente alcanzó masividad.

Además, se podía jugar en todos lados, en puestos de revistas, en un bar, despensa, etc .

En la cotidianeidad surgieron apodos, sobrenombres, etc, sobre las personas que intervenían en la quiniela. Por ejemplo a los jugadores e intermediarios (es decir lo que recibían las apuestas) pero también a los organizadores (los capitalistas), a todos se los denominó: ‘quinieleros’.

También se los denominó como ‘faberianos’, (por el lápiz marca Faber), “lapiceros” o “biromeros” a los pasadores, es decir a los encargados de levantar las apuestas.

Como el juego ilegal crecía a pasos agigantados en la cultura criolla, también aumentaba la necesidad del Estado de contener y combatir esta actividad considerada como marginal.

La primera lotería provincial en la Argentina en oficializar la quiniela, fue la que se produjo en la provincia de Tucumán en el año 1959. Fue así que se produjo el puntapié inicial para la legalización de ese juego en todo el país.

Luego, fue la provincia de Formosa en el año 1966 la que hizo lo propio.

Con el paso de los años, la quiniela fue oficializada a través del decreto Nº 878 recién en el año 1973 en donde se definió el marco legal en el ámbito Federal de la República Argentina.

El primer sorteo de la Quiniela Nacional fue el 20 de julio de 1974 y durante mucho tiempo sólo sorteaba los días sábados.

La actualidad de la quiniela

Al día de hoy las provincias que conforman nuestro país han desarrollados múltiples organismos de loterías que se encargan de realizar sus sorteos propios. De hecho, cada provincia suele adherirse a los sorteos que se organizan en otras jurisdicciones.

Un jugador mendocino al momento de realizar una apuesta por puede por ejemplo, elegir los extractos de la tómbola mendocina, la quiniela nacional o la bonaerense. O un apostador cordobés puede elegir entre los extractos de la quiniela de oro uruguaya, la quiniela nacional o la misma quiniela de Córdoba.

Las diferentes modalidades de quiniela (Turista, Matutina,Verpertina, Extra, etc) y los convenios entre las loterías provinciales, ponen a disposición de quien apuesta un enorme muestrario de oportunidades o posibilidades de juego para el día a día.

Además, hay muchas jurisdicciones que tienen la modalidad de la quiniela instantánea por lo que al momento de realizarse la apuesta, no es necesario esperar ningún sorteo ya que se genera de manera aleatoria un extracto.

Al día de hoy, ya está incorporado en el imaginario colectivo el hecho estar pendiente del significado de un sueño y el número que este conlleva en la quiniela pero además, la terminación del documento, el cumpleaños o día que fallecido tal o cual persona, todo es trasladable al juego de azar con más trayectoria en la Argentina.

Quizás por un pálpito, una corazonada, una fecha especial o simplemente una aparición onírica, uno pueda jugar unos pesos con la esperanza de que si se gana, puede cambiar su realidad económica y hacerle frente a sus inconvenientes cotidianos.

Nadie puede negar que la quiniela fue ,es y será parte del acervo cultural argentino.