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¿Por qué hay personas que no te miran a los ojos?

Estar hablando con alguien y que nos evite la mirada en todo momento... ¿te ha pasado alguna vez? Más allá de lo que pensemos, esta conducta puede ser explicada por causas que no sean la timidez

Por Redacción

01 de septiembre, 2020 - 07:42

Hombres y mujeres que esquivan el contacto visual, que bajan el rostro, que hablan con la mirada perdida, como divagando consigo mismos mientras mantienen una conversación. 

Esta es, con diferencia, una de las cosas que más nos inquietan cuando conocemos a alguien. Percibir que rara vez entramos en su campo visual, que nos esquivan, que la comunicación se vuelve vacía y extraña sin tener como referencia las pupilas de quien tenemos en frente, resulta cuanto menos, incómodo.

Así, algo que nos enseñan desde bien pequeños es que debemos mirar a los demás cuando nos hablan. No solo es un signo de respeto. Se trata también de un elemento más de la comunicación, un modo de emitir conexión, de expresar emociones, de validarnos  entre nosotros y de permitir que fluya la empatía, la comprensión y hasta la magia.

Quizá por ello, nos resulta tan extraño que haya personas que no lo hagan. Profundicemos un poco más en este tema.

Si hay un área capaz de expresar la intensidad de las emociones, son los ojos. Ocurre no solo en las personas, también los animales dejan entrever en su mirada su miedo, su alegría, su actitud amenazante cuando se ven en peligro. Asimismo, hay otro factor y es que gran parte de las veces no podemos controlar el reflejo de nuestros sentimientos. Como suele decirse, si tu pupila se dilata, te delata.

Ansiedad, incertidumbre, miedo y hasta deseo sexual… Muchos de esos estados provocan dilatación pupilar que se acompaña, a menudo, de otros gestos faciales y corporales. Por tanto, es común que en situaciones de cortejo, cuando estamos con alguien que nos gusta, tendamos un poco a esquivar la mirada, a veces como consecuencia de los nervios; otras, por temor a que la persona perciba la intensidad de nuestras emociones.

Estas son, al fin y al cabo, situaciones normales y comprensibles en las que puede darse este factor. No obstante, hay otras razones que nos gustará descubrir para comprender mejor por qué hay personas que no te miran a los ojos.

 

Timidez

La timidez es ese estado comportamental que no nos deja ser, que anula valías, que nos atenaza con la inseguridad y los grilletes de la vergüenza constante. Es de esperar que entre el amplio repertorio de manifestaciones de este perfil esté el de la mirada esquiva y el rostro cabizbajo.

Por norma, así es como solemos explicarnos que una persona no nos mire a los ojos. No obstante, es necesario saber que hay más factores.

 

La ansiedad social

Dentro de los trastornos de ansiedad, encontramos la ansiedad social. Se define como la inquietud, angustia, inseguridad, nervios y malestar que experimenta una persona cuando tiene que interactuar con otras. El miedo a sentirse juzgado y observado les sume en estados de gran inquietud en los que es común titubear, esquivar la mirada, mostrarse más nervioso de lo habitual, etcétera.

 

Déficit de atención

Cuando hablamos del déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH) es común imaginar a un niño en edad escolar o a un adolescente. Se nos olvida que hay muchos adultos hiperactivos, personas con problemas de atención a las que les cuesta focalizarse en una única actividad e incluso, por qué no, mantener una conversación profunda y centrada.

 

No puedo mirar mientras pienso

Científicos nos han demostrado a través de un estudio que hay personas con una clara dificultad para mantener una conversación mientras mantienen el contacto visual de manera mantenida.

Es decisivo saber en estos casos que el cerebro activa los mismos mecanismos cuando pensamos qué vamos a decir durante un diálogo, que haciendo uso del contacto con la mirada con quien tenemos en frente.

Según el director de este trabajo, el doctor Shojo Kaijmura, son muchos los que no pueden combinar las tareas de pensar las palabras correctas que van a decir mientras se centran en una cara al mismo tiempo.

Esto, hace que acaben bajando el rostro, llevando la mirada a una esquina y retirándonos así, el contacto visual a cada instante. Algo sin duda curioso que nos revela la neurociencia y que, de algún modo, nos permite comprender un factor más de por qué hay personas que no te miran a los ojos. Sea como sea, no nos rindamos con ellas. Tengamos paciencia y procuremos que por nuestra parte, siempre cuenten con nuestro refugio y atención visual.