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Melisa Simón, reina de Junín: "Somos responsables de cambiar lo que no nos gusta"

La joven de 18 años fue la representante del distrito de Algarrobo Grande en la fiesta dirigida por Pedro Marabini

19 de febrero, 2020 - 10:43

Melisa Estefanía Simón tiene 18 años y está viviendo una experiencia intensa desde que decidió ser candidata, y más aún desde que el pueblo de Junín, a través de su voto, la consagró reina departamental. 

Meli –como la llaman sus allegados– egresó del colegio secundario el año pasado y está cursando el preuniversitario de ingreso al profesorado de Matemática de la Universidad Nacional de Cuyo. 

La flamante reina vive con sus padres y dos hermanos menores en la ciudad de Junín, aunque sus recuerdos de la infancia la llevan directamente a Algarrobo Grande (la tierra de sus abuelos, el lugar donde creció su papá), el mismo que hoy tiene el honor de ser el distrito de la reina.   

Reina Melisa 

“Si bien no vivo en Algarrobo Grande, el distrito al que representé,  mis abuelos viven ahí, tienen su finca. Los vecinos me recibieron muy bien porque mi familia es de ahí”, cuenta Melisa, y agrega que la gente del lugar la recuerda de chiquita caminando por esas callecitas de tierra entre las vides que hoy tiene el honor de representar. 

Esos mismos pobladores del distrito, junto a los amigos y la familia de Melisa, fueron parte de la barra que la acompañó en el parque Dueño del Sol, donde además del Encuentro de las Naciones se llevó a cabo Hermanos de vides y sueños, la fiesta en la que trabajaron 700 personas y 400 de ellas estuvieron en escena en una puesta dirigida por Pedro Marabini. 

“La fiesta fue increíble y representó el esfuerzo que hay día a día en el trabajo de la tierra. Para mí fue un momento de alegría pero también de sorpresa, porque no esperaba convertirme en reina. Estoy feliz y tengo una corte maravillosa”, reconoce la soberana.

Para ella, la Vendimia representa el trabajo diario de su familia a través de las distintas  generaciones. “Es el esfuerzo, pero también la esperanza de la cosecha después de un año de trabajo, siempre con un poco de miedo porque una tormenta puede llevarse todo o porque el producto no vale lo suficiente para el mercado, pero siempre con la cabeza en alto para levantarse de nuevo y salir adelante”. Y agrega que siente orgullo y agradecimiento por portar los atributos reales.   

“Quisiera poder escuchar a la gente, ayudar desde donde pueda, que sepa que estoy para lo que necesite. Que las mujeres que sufren algún tipo de violencia sepan que estoy para escucharlas y que puedo ser el puente para que reciban la ayuda necesaria, sobre todo para que se animen a hablar”, explica, y muestra su banda violeta como símbolo universal de la lucha de las mujeres.

Arte 

“Cuando era chica tenía pensado estudiar Artes Plásticas. Me gustaba dibujar y una de mis tías era profesora de Plástica. Yo iba a su casa para que me enseñara un dibujito nuevo o técnicas para mejorar y dibujar. Pero ya perdí un poco de ese gustito por el dibujo: me sigue llamando la atención ver obras, pero no para hacerlas yo”, explica Meli, quien hoy se siente más cerca de números y fórmulas que de lápices y pinceles, pero igual disfruta de la música y la actividad física en sus ratos libres. 

Redes sociales reales 

“Lo que más uso es Instagram”, explica Meli sobre la relación que tiene con las redes sociales, y destaca que dentro de las cosas buenas que tienen las redes “está el compartir el día a día lo que uno hace y la posibilidad de conocer personas”. 

En cuanto a lo negativo, no duda en afirmar que no le gusta cuando se usan las redes para criticar desde el anonimato o lastimar a alguien, porque eso lo hacen en forma anónima. “Sería bueno que si quieren hacer una crítica la hagan de frente, en la cara y no a través de las redes”, reflexiona, y dice que su última publicación fue una foto propia como reina distrital. 

La mujer

“Admiro a Vanina, mi mamá, porque es una luchadora. Y destaco su resiliencia, porque ella lucha siempre y si le sale mal algo, lo vuelve a intentar y vuelve a levantarse”, dice Melisa, quien se muestra orgullosa de la mujer en general “por el protagonismo que va logrando gracias a la lucha a través de los años”. 

“Nadie te obliga a participar en Vendimia y sabemos que además de representar a cada pueblo y disfrutar, es una la que va a ser coronada Reina nacional, y eso no es discriminar ni cosificar a la más linda”, sostiene, y asegura que cree en la igualdad de roles entre hombres y mujeres, en el intercambio de saberes y en que la reina puede ayudar a visibilizar los derechos que están vulnerados. 

La sociedad 

A sus 18, Meli reconoce que una de las cuestiones que más le preocupa es la violencia verbal y física. “Si nosotros los jóvenes somos los responsables de cambiar las cosas que no nos gustan, o que nos parecen injustas, con violencia y sin unirnos no vamos a poder hacer nada. Necesitamos ponernos de acuerdo para eso”, sostiene, y reconoce que todavía en estos tiempos “el trato de parte de algunos hombres y de la sociedad para con las mujeres sigue siendo machista y no le permiten su participación en algunos ámbitos”.

Además, la reina juninense considera que la educación es fundamental para el futuro y por esa razón es que piensa colaborar desde ese lugar con su comunidad. “Veo que no se le está dando a la educación el valor que realmente tiene y yo quiero aportar desde ese lugar, teniendo en cuenta que tanto Lengua como Matemáticas son ciencias básicas. Por eso deberíamos darle la importancia que merecen”, afirma. 

Y reconoce que si bien está bueno que la reina se involucre en los reclamos de su pueblo, el haberse manifestado “neutral” en relación al conflicto que generó la modificación de la Ley 7.722 de defensa del agua le costó una gran cantidad de criticas. 

¿Alguna vez fuiste víctima de discriminación?

Me pasó que me agredieron mucho y criticaron luego de que dije que iba a mantener una opinión neutral con respecto al tema del agua. Pero considero que la reina tiene un lugar más visible en la sociedad y puede optar por involucrarse o por mantenerse neutral.

Yo hice eso no porque no vaya a luchar, sino porque considero que me falta más información para tomar una postura sobre ese tema… Que no esté de acuerdo con eso no significa que me pueden agredir”, considera Melisa.

 

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