Video | Japón quiere construir una ciudad flotante: el proyecto Dogen City

En la Biblia se relata la historia del arca de Noé, que fue construida para salvar a un grupo de personas y animales durante el Diluvio universal. En el siglo XXI, los ingenieros japoneses de N-Ark desarrollaron los planos para levantar una increíble ciudad llamada Dogen City, que puede albergar hasta 40 mil personas y tiene la peculiaridad de flotar.

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Dogen City fue diseñada con el propósito de hacer frente al aumento del nivel del mar debido al cambio climático. Hay diversas organizaciones que han advertido sobre el derretimiento de los polos debido al calentamiento global y, en consecuencia, esto resulta en un incremento gradual del nivel del mar.

Anticipándose a esta situación, los creadores de esta asombrosa obra arquitectónica han concebido una ciudad flotante y autosuficiente que se erige como una solución ingeniosa y sostenible.

La ciudad de N-Ark se compone de tres partes principales: un anillo exterior para las viviendas, alcantarillado, energía y suministro de agua potable; varios edificios flotantes en el área interna, que se pueden mover libremente para transportar a los residentes por la ciudad; y un centro de datos e instalaciones de investigación médica bajo la superficie del agua.

Medicina avanzada

Yuichi Tei, un reconocido profesor de postgrado en las facultades de medicina e ingeniería de la Universidad de Tokio, compartió su conocimiento sobre Dogen City en una entrevista con el portal especializado My Modern Met. El profesor Tei desempeña un papel importante como asesor en este proyecto innovador.

“Pensé que sería genial si pudiéramos crear una ciudad donde las personas puedan mejorar su salud de forma natural, al vivir en una localidad diseñada desde el principio para ser ventajosa para la prevención de enfermedades”, destacó el profesor Tei.

Uno de los aspectos clave de Dogen City es su centro de datos submarino, el cual albergará tanto el sistema operativo de la ciudad como los servicios médicos, lo que le ha valido el apodo de 'ciudad médica'. Este centro contará con instalaciones de atención sanitaria, un banco de ADN, así como instalaciones quirúrgicas y de pruebas. Al estar ubicado bajo el agua, el clima será más fresco, lo que permitirá reducir los costos energéticos.

N-Ark, la organización responsable de este proyecto, fue fundada en 2021, y se espera que la primera etapa de Dogen City esté disponible para el año 2030.

En el ambicioso proyecto de la ciudad flotante se contempla la presencia de una exuberante vegetación que rodeará a la metrópoli. Además, se planifican espacios dedicados a la producción de alimentos, escuelas, áreas deportivas, hospitales, parques, estadios, hoteles y oficinas, con el objetivo de crear un entorno completo y autosuficiente para sus habitantes.

También se considera la inclusión de un sitio de lanzamiento y aterrizaje para el transporte de cohetes, lo cual demuestra el impresionante nivel de modernidad tecnológica que tendría la ciudad. Esta infraestructura proporcionaría a Dogen City una conexión estratégica con el espacio

En general, aunque el concepto de Dogen City es intrigante, existen muchas interrogantes y desafíos prácticos que deben abordarse antes de considerarlo como una solución realista y efectiva. Es necesario realizar estudios detallados de factibilidad y evaluaciones exhaustivas de los impactos ambientales y sociales antes de embarcarse en un proyecto de esta magnitud.

Es importante evaluar si las tecnologías y materiales existentes son suficientes para hacer realidad este proyecto a gran escala. Además, aún no se tiene suficiente información sobre los detalles de ingeniería y seguridad de la ciudad flotante, lo que naturalmente genera incertidumbre.

Por otro lado, la idea de un centro de datos submarino que alberga servicios médicos puede plantear preocupaciones sobre la accesibilidad y la calidad de la atención médica. Además, la mención de un banco de ADN y las instalaciones quirúrgicas y de pruebas subacuáticas plantea interrogantes sobre la seguridad y el mantenimiento de dichas instalaciones en un entorno submarino.

Otro de los puntos intrincados que pueden hacer ‘ruido’ a la idea del proyecto, es la autosustentabilidad que tendrá la ciudad. Cómo lograría esa autosuficiencia y cómo se abordarían los desafíos asociados con la gestión de residuos y la provisión de recursos básicos, son algunas de las preguntas que nos resta responder.