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Falsa cadena de WhatsApp: Ecuador no encontró la cura para el COVID-19

Un texto con falacias acerca de una supuesta “desobediencia” de médicos ecuatorianos a la OMS está circulando por internet desde hace algunas horas.

Por Redacción

05 de marzo, 2021 - 19:34

La difusión de un mensaje con información falsa ha causado confusión acerca de las medidas sanitarias contra el coronavirus en varios países de Sudamérica. Con llegada masiva vía WhatsApp, el comunicado menciona que “médicos ecuatorianos desobedecieron la ley mundial de la salud OMS, de no hacer autopsias en los muertos del Coronavirus y ellos confirmaron que NO es un VIRUS sino una BACTERIA la que produce la muerte”. Posteriormente, el texto afirma que la enfermedad se combate con “antibióticos, anti-inflamatorios y anticoagulantes”, que la ventilación no es necesaria y que la OMS prohíbe realizar autopsias a las personas fallecidas por COVID-19.

Las afirmaciones de la cadena son completamente falsas, ya que no se ha conocido que médicos ecuatorianos hayan hecho tal descubrimiento ni que Ecuador haya decidido dejar de seguir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, ente que además sólo considera a las vacunas aprobadas como antídotos eficaces contra el COVID- 19. Por otra parte, el mensaje, que ha sido también difundido en redes sociales como Facebook, cuenta con características típicas de las fake news, como el pedido excesivo de difusión, el uso de nombres inventados y la omisión de citar fuentes oficiales.

Después de mencionar erráticamente que el coronavirus es en realidad una especie de tuberculosis potenciada por radioactividad 5G, el mensaje afirma que todo se trata de una conspiración para incluir chips en el ADN de las personas y así “controlarlas y reducir la población mundial”. Se trata de la misma teoría conspirativa que circula desde los primeros meses de propagación del virus, que ya ha sido desmentida en base a "la imposibilidad de que las ondas de redes 5G interactúen con un virus como el SARS-CoV2 por la diferencia de sus tamaños" (Alberto Nájera, vocal del Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud (CCARS).

Qué dice la OMS al respecto

Si uno consulta la información sobre el coronavirus disponible en la página web de la OMS, fácilmente puede encontrar la evidencia más reciente punto por punto y desmentir las afirmaciones de esta y otras cadenas de desinformación. Por ejemplo, se sabe que el virus SARS-CoV2 pertenece a una larga familia de coronavirus que causan enfermedades tanto a humanos como a animales y que producen afecciones respiratorias.

Por lo tanto, COVID-19 no es una bacteria como se especula desde varias teorías conspirativas. En efecto, las bacterias son organismos más grandes y de estructura más compleja, por lo que no pueden tratarse con antiinflamatorios o anticoagulantes como dice el mensaje falso, sino con antibióticos, que nada pueden hacer contra los virus.

También es falso que el ente sanitario global haya dispuesto algún tipo de prohibición de autopsias a personas fallecidas tras contraer coronavirus. Por el contrario, ha elaborado una serie de recomendaciones para que los profesionales puedan llevar a cabo esta práctica contando con criterios la prevención y control de infecciones en la gestión de cadáveres.

Cómo actuar ante cadenas de WhatsApp y mensajes confusos

La desinformación es un problema típico de nuestro tiempo y se ha acrecentado con la llegada de la pandemia y los confinamientos preventivos. La característica principal de los mensajes en cadena y las teorías conspirativas es que apelan a la emoción de quien lee. Si bien nunca está claro de dónde surgen las teorías conspirativas y las cadenas con informaciones falsas, sí hay criterios simples que podemos usar para evitar su propagación.

En primer lugar, es importante saber que la mayoría de la información puede chequearse haciendo búsquedas de internet con conciencia y en los sitios indicados. Los datos publicados por los organismos oficiales deben servir para solucionar cualquier duda planteada por un mensaje o comunicado de fuente dudosa.

En segundo lugar, es muy probable que si un texto cuenta con una cantidad excesiva de emojis, errores de puntuación, uso de mayúsculas y ortografía, la fuente no sea confiable. Otro indicador puede ser la repetición de pedidos de difusión del mensaje a conocidos, familiares, amigos, etc. Si recibís contenido de este tipo, intentá chequear la información antes de compartirla.