|29/11/23 05:48 PM

Cómo prevenir trastornos alimenticios en adolescentes

El Interactivo dialogó con el pediatra especializado en adolescentes Fabio Bastide quien explicó los motivos que los generan y las formas de luchar contra este problema

Por Redacción

30 de noviembre, 2023 - 07:09

Los trastornos alimenticios se están tornando en un problema cada vez más común en todas las edades. Para entender qué es esto y sus consecuencias, El Interactivo (lunes a viernes de 12 a 14 por Facebook y YouTube de Ciudadano.News) dialogó con Fabio Bastide, pediatra especializado en adolescentes, quien explicó:

“Hoy cuando se habla de alimentación saludable tenemos que hablar que debemos respetar las cuatro alimentaciones básicas, que es desayuno, almuerzo, merienda y cena. Sabemos que empezamos mal porque la mayoría de nuestros niños o adolescentes no desayunan y de ahí arrancamos mal el día escolar o su vida cotidiana”.

“Después, la alimentación tiene que ser variada, tiene que incluir proteínas que dan las carnes, frutas, verduras, hidratos de carbono y vemos, por ahí, que la alimentación está centrada en uno de estos nutrientes y no hay variedad en la comida de los adolescentes, sumada a la falta de actividad física que tienen”, agregó.

 

Los síntomas

Empiezan a ser selectivos, por ahí no quieren alimentarse de una forma, después vemos que empiezan a perder peso y vemos que la piel se pone seca, las uñas quebradizas, el pelo se pone más fino, se puede llegar hasta caer el pelo.

"De esto se habla más cuando el trastorno alimentario ya está instalado, pero el primer síntoma que tenemos que empezar antes que empiecen en los cambios físicos es cuando hacen un cambio en su hábito alimenticio. Ese sería el primer signo de alarma que tienen que tener los adultos de la alimentación de los niños y empezar a ver y charlar con un profesional cómo podemos ayudarlo para que pueda regresar a una alimentación adecuada”, consideró Bastide.

“Históricamente, el adolescente por su afán de diferenciarse de los adultos, que es el primer signo que tienen los adolescentes, por ahí empiezan a tener gustos y preferencias distintas a los adultos, pero si hablamos de conducta alimentaria, desde siempre existió esto. la mala alimentación también existió, pero por ahí, al no haber tanta demanda de los medios y las publicidades, uno podía regular mejor la alimentación que tenían los adolescentes".

"Hoy por hoy, vemos que la información que les llega, dificulta el trabajo que tenemos que hacer los adultos como para hablar de una alimentación saludable y adecuada para niños que están en plena etapa de crecimiento”, remarcó.

 

Actividad física

Ha cambiado el concepto ese de que no pueden hacer actividad los adolescentes en un gimnasio. Si van a un gimnasio que esté supervisado por un profesional, pueden ir tranquilamente, porque años atrás se decía que no por el crecimiento, no se recomendaba hacer deportes de sobrecargas, eso hoy se demostró que no.

Con unas buena supervisión se puede. Se aconseja que vayan a un gimnasio, pero siempre respetando las normas de la actividad física, viendo las posturas al levantar peso, las repeticiones adecuadas, todo en un contexto de cuidado.

Y volviendo a la alimentación, tenemos que estar atentos de lo que los niños y adolescentes se llevan a la boca. Se pueden llevar alimentos saludables que no son de alto valor energético o ultraprocesados. Uno ve que los adolescentes consumen los alimentos súper procesados”, explicó.

 

Cambiar el paradigma

Hay que cambiar los incentivos que tenemos con los niños. Los adultos tenemos que aprender a no opinar sobre el cuerpo de las otras personas. Estamos acostumbradas a decir “mirá cuánto peso subió, cuánto peso bajó”, opinar de los cuerpos. Eso los chicos lo van marcando y en un futuro pueden traer una dificultad sobre su alimentación”, consideró.

El cuerpo pasa factura, lo que uno precisa hacer es tener hábitos saludables. Una buena alimentación, una actividad física que no tiene que ser deporte, pero mover el cuerpo 30, 45 minutos por día, un buen descanso y una actividad mental. Con esos cuatro hábitos saludables el cuerpo no tendría que pasar factura el día de mañana”, concluyó.

 

La nota completa