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Pablo Avelluto: “Nuestra sociedad tiene un problema con la verdad”

El secretario de Cultura de la Nación visitó Mendoza como parte de sus actividades de agenda de gobierno, pero más allá de esos compromisos, dejó un diálogo muy interesante donde abordó su percepción de los problemas de fondo de la Argentina, desde la educación, pero también en relación con la verdad histórica  

03 de septiembre, 2019 - 14:36

Pablo Avelluto llegó a hacerse cargo de la Secretaría de Cultura de la Nación luego de una larga trayectoria que incluyó el mundo del periodismo y también la industria editorial. 

Desde siempre sus definiciones fueron fuertes, sin temor a salir de la corrección política, lo que le ha valido polémicas fuertes e incluso rechazos airados, cosa que no ha mellado su actitud siempre crítica.

En su paso por nuestra provincia, donde participó de la Asamblea extraordinaria del Consejo Federal de Cultura, reunión que convoca a las autoridades del área de todo el país, sostuvo un diálogo con CNN Radio Mendoza donde volcó sus reflexiones sin esquivar los puntos más calientes.

Y la primera pregunta tuvo que ver con la sensación de fracaso que parece percibirse sobre el sistema educativo, que consideró como un fracaso de toda la sociedad. “Es una pregunta compleja e interesante. Creo que hay un fracaso de nuestra sociedad en un sentido muy amplio, que excede a un gobierno, al anterior, al anterior del anterior; llevamos muchas décadas sin poder resolver como sociedad nuestra convivencia más básica en relación a nuestro desarrollo”, reflexionó, y se preguntó: “Cómo hacemos para que nuestros hijos vivan mejor que sus padres, los padres vivan mejor que los abuelos, aquella movilidad social ascendente que caracterizó a la Argentina de la inmigración la perdimos en algún momento de nuestra historia”.

Pero a la hora de buscar ese momento histórico, aclaró: “No importa cuándo, cada uno puede elegir el año que quiera, si fue en el '30, si fue en el '45, si fue en '55, cada uno puede ponerle la que quiera. Es como aquella pregunta de Vargas Llosa, de Cuándo se jodió el Perú, bueno, uno se pregunta cuándo se jodió la Argentina, y no lo sé, en cualquier caso, hemos fracasado sin dudas en sacarla adelante, más allá de los esfuerzos y distintos intentos”.

Como parte del Gobierno, tampoco esquivó analizar las responsabilidades propias sobre el asunto. “Creo que nuestro gobierno, el de Cambiemos, fue el último intento nacido en este siglo por modificar las cosas. Tuvo resultados muy positivos en muchas áreas, en recuperar el espíritu de las libertades y, por supuesto, le tocó una enorme dureza y una debilidad muy grande para resolver cuestiones económicas que hoy estamos atravesando y que son muy difíciles, y sobre todo en la convivencia política”.

Y no dejó de adjudicar responsabilidades a la oposición, al señalar: “Parecieran algunos estar jugando con el fósforo al lado del tanque de nafta, y eso siempre implica que si el barco explota quienes más sufren son los pasajeros, no solo quienes están en la cabina de mando”.

El diálogo

Antes de ser funcionario, Avelluto fue parte de un proyecto que dejó un documental y un libro, que aborda una autocrítica muy profunda sobre la violencia política de los 70. Al analizar ese capítulo, explicó: “Evidentemente nuestra sociedad tiene un problema con la verdad. Es uno de nuestros problemas más angustiantes, esa sensación de otra vez nos estamos por caer, otra vez nos llevamos por delante nuestro fracaso, y creo que hemos tenido una dificultad con el espejo, como en aquellos cuentos infantiles, quiénes somos, qué nos pasó”. 

“En aquel documental que está en Internet, y que me tocó producir hace algunos años, Graciela Fernández Meijide, madre de un desaparecido y una figura muy conocida de la política argentina, conversa durante varios días con Héctor Leis, un cientista político que militó en Montoneros, y ya sobre el final de su vida donde expresa su rechazo y su autocrítica –una autocrítica que lamentablemente muy pocas personas tuvieron y expresaron públicamente–, sobre su paso por las organizaciones armadas”, definió. 

El diálogo, una documental que puede verse en las redes.

Y agregó: “Conversan y discuten, a veces están e acuerdo y a veces no, pero es un caso muy interesante, hace pocos el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, participó de un acto en la sede del Ejército en el cual se recordó la muerte del coronel Larrabure. Tal vez mucha gente no sepa quién fue Larrabure, un militar que estuvo secuestrado durante más de un año por el Ejército Revolucionario del Pueblo, en los años 70, algo que se hacía a menudo en aquellos años, y murió, y decía algo que es muy importante: nunca el Estado se había acordado de las víctimas de las organizaciones armadas en los 70. Son parte de nuestra historia, son parte de la verdad histórica”. 

A la hora del análisis concluyó: “Esas víctimas que existieron, fueron muchas, no sabemos cuántas pero cientos probablemente, forman parte de nuestra historia, y no hay muertos buenos y muertos malos. Muertos mejores y muertos peores, forman parte del mismo capítulo negro de nuestra historia en el cuál los argentinos nos matamos entre nosotros, como en el siglo XIX también, sin embargo hay una parte de nuestra historia que omitimos, que quedó sepultada y olvidada, seguramente causando mucho dolor a las familias de esas personas”.

Y cerró explicando: “En la época de la dictadura militar se omitían a los familiares de los desaparecidos, haciendo de cuenta que no existían, recuerdan aquella frase del general Videla diciendo que los desaparecidos no existían, y eran muchos miles”, para completar comparando con la política actual: “Lo mismo, en otro orden menos dramático, pasó en los años del kirchnerismo, donde desaparecieron los datos de pobreza, de inflación, una capacidad para no ver, no mostrar, ocultar aquello que no nos devuelve una imagen tal vez un poco falsa de lo que queremos ser”.

Los problemas de Cambiemos

Ya sobre el final del diálogo, Avelluto trazó otro balance del Gobierno del que forma parte: “Este gobierno, creo que entre los logros que tiene, fue el de plantear la verdad, y tal vez sea una de las explicaciones de aquello que a muchas personas no les gustó, la verdad”, expresó, señalando que “será una explicación que tendrán que buscar el día de mañana los sociólogos y los filósofos. Y la verdad es que somos un estado con muchas dificultades, es que resolver nuestros problemas lleva mucho tiempo, lleva un cambio muy profundo en nuestra cultura vinculado con el trabajo y con el esfuerzo”.

“Tenemos un problema que es algo muy raro entre las sociedades, y es que tenemos el recuerdo lejano de haber sido ricos, y no lo somos más. La riqueza está puesta como una utopía hacia adelante, pero el que fue rico y perdió todo, o mucho en todo caso, mantiene los modales del rico pero no tiene la riqueza. Queda la gran casona, el apellido, la prosapia, esa ilusión de pertenecer a algo que ya no existe. No genera esa riqueza, pero le quedan los trajes viejos. Nos acostumbramos a un país que ya no somos, y construir uno nuevo requiere mucho trabajo y mucho esfuerzo, y a veces es como si nos cansáramos antes de empezar, ahí están las decisiones”, concluyó el secretario de Cultura de la Nación.