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Laura Montero culmina su mandato con una gestión transparente

Abrió caminos en la política de Mendoza al ser la primera mujer en acceder al cargo de vicegobernadora, luego de pasar por el Senado nacional. Entrega el cargo con un saldo positivo por el cuidado y ahorro de los fondos destinados por el Presupuesto al Poder Legislativo

03 de diciembre, 2019 - 15:49

Está a ocho días de entregar la vicegobernación de Mendoza, ese sitio que inauguró como la primera mujer en alcanzarlo, punto que implicó para ello el desafío más importante de su carrera política, porque debía aplicar sabiduría, muñeca administrativa y poder de acuerdos con una oposición que se mostraba hostil a finales del 2015. En una palabra, Laura Montero tenía la obligación política, intelectual y de género que ese lugar no solo podía ser ocupado por una mujer, sino que se podía hacer en el mismo importantes transformaciones jamás realizadas en el Poder Legislativo. Esto lo afirma todo el arco político propio y opositor a la mujer que desbordó todas las expectativas. 

Ella sabe que eso no fue fácil, porque no dejaron que fuera fácil su conducción política en el Senado, por parte de aquellos poderosos intereses políticos que podrían ser eclipsados con su figura.

Por eso, estando en los estudios de CNN Radio Mendoza y en diálogo periodístico con sabor a balance, la vicegobernadora comenzó expresando: “En tramos importantes de mi carrera profesional como ingeniera estuve rodeada de hombres. Así llegué al Senado de la Nación, con un bloque de todos hombres, donde fui ganando mi espacio hasta alcanzar la vicepresidencia, algo que no fue fácil y sí, muy trabajoso. Años más tarde, cuando me decían que debía integrar la fórmula como vicegobernadora preguntaba el porqué ir a un lugar institucional que me limitaría, por lo que no me gustaba la idea, algo que cambió cuando entré en el Salón de los Gobernadores y vi que no había ninguna mujer y me dije ‘esto está teniendo sentido’”.

En el rol de compartir espacios con hombres.

Al momento de referirse al poder que administró durante cuatro años, reflexionó: “El Poder Legislativo es muy castigado, como la política en general, por eso desde que asumí consideré que este es el poder de la democracia por excelencia, por lo que debe ser prestigiado, ponerlo en lo más alto, donde la gente establezca vínculos de confianza con la institución, por eso fue muy importante abrir la Legislatura, porque creo en esa democracia participativa y deliberativa, allí donde la gente juega institucionalmente, mueve agenda y también controla”. 

Acercar a la gente en un ámbito de transparencia y participación

Para la vicegobernadora, uno de sus importantes objetivos se cumplió con creces: “Entiendo que a la gente se la debe involucrar dentro del ámbito de la transparencia, porque si la institución no es transparente, la gente no sabe lo que se hace en la Legislatura, ni si puede concurrir a la misma, por eso nosotros en estos cuatro años hemos trabajado para mejorar la calidad en todos los procesos, no solo en el de sanción de normas. El agregado fundamental es haber trabajado para acercar a la ciudadanía en un eje de participación. En ese sentido, implantamos el voto electrónico con identificación de huella para quórum y la televisación en directo de cada sesión. Esto último fue resistido al principio, con el paso de los meses fue apoyado por todos los bloques con representación política del Senado”.

La participación ciudadana recibió su primera herramienta con la Ley de Ética Pública. Inmediatamente agregamos otra ley, la de Acceso a la Información Pública, con las dos otorgamos transparencia. Estos avances fueron transformadores, porque logramos modernizar al Poder Legislativo. Incorporamos el expediente electrónico de punta a punta en lo administrativo y legislativo. Las licitaciones comenzaron a transparentarse, bajando precios un 30% y ahorrar un 86%, algo que ha implicado ahorrar un 30% en gastos corrientes”, agregó.

Ahorrar millones del Estado y terminar con quienes no trabajan

A la hora de hablar de esa transparencia, Laura Montero se enorgullece en dar datos que asombran a todos: “Si hablamos con lo que me encontré y lo que se hizo, llevamos a todo a valores del 2018. Con un presupuesto de $600 millones que se iba todo con gastos corrientes y ninguna inversión. Es ahí donde sacamos el 86% de los 200 contratos de locación de personas que no trabajaban o no estaban físicamente en la Legislatura, un ejemplo de lo que implicaba cada contrato anualizado, equivalía a pintar todo el edificio legislativo. De estos abultados contratos existían 100 que dependía de la vicegobernación, por lo que inmediatamente tomé la decisión política de terminar con todos estos contratos, que implicó bajar el 30% de los gastos, a valores actuales equivaldrían $200 millones anuales, mostrándole a la gente que el 99,6% de los gastos de la Legislatura era de personal”.

Sobre cómo incidieron estas modificaciones en las cuentas de la Legislatura, resaltó: “El presupuesto de la Legislatura es el 0,45% del Presupuesto provincial, esto es Senado y Unidad Legislativa desde donde se manejan todos los servicios del Poder Legislativo. Ese porcentaje es insignificante, con respecto al presupuesto global, que de todas maneras también lo ejemplifico cuando demostramos que en esta gestión ahorramos en estos cuatro años, un presupuesto provincial, es decir, $500 millones, de los cuales la mitad se lo devolvimos al Estado provincial, porque dejamos de gastar el equivalente a más de 300 viviendas de las que construyó Mario Abed en el departamento Junín o el equivalente a dos edificios, como el que se construyó para el Senado, cifra, repito, que se dejó de gastar en la Legislatura”.

Agregó más adelante: “En las licitaciones bajamos en un 42% los precios de un año a otro. Bajamos la cantidad de insumos, que por otra parte en otros años desaparecían de la Legislatura. No creo que todo esto tenga retorno a otras épocas, como así el ingreso para trabajar en el Poder Legislativo. Ahora existe un escalafón con un régimen claro de contratación y entrar por concurso. Todo lo cual termina con la discrecionalidad de nombramiento de personal. Yo en los cuatro años no he nombrado a ninguna persona en planta permanente”.

“Todos estos cambios siempre tuvieron el acompañamiento de la oposición. Recuerdo que cuando implanté el control biométrico del personal, la entonces presidenta del bloque PJ, Patricia Fadel, me expresó: ‘Implementalo ya, porque nosotros no bancaremos a nadie que no venga a trabajar'”, reconoció.

No aceptó ningún cargo y solo acompañará a nuevos dirigentes

Al preguntarle qué hará cuando deje la vicegobernación, respondió: “No acepté nada, ni siquiera una eventual candidatura a la intendencia de Capital. Eso implicaba enfrentarme a Alfredo (Cornejo) y a Rodolfo (Suarez), porque pertenezco a otra línea interna dentro del partido. Habría significado un quiebre institucional, que jamás me permitiría hacer. Además me parece que Ulpiano (Suarez) será un excelente intendente. Creo que una vez que me retire me pondré en contacto con los municipios para acompañar a una dirigencia que necesita oportunidades en el escenario provincial”.

Finalmente, y ante la consulta si aceptaría ser candidata a la gobernación en el 2023, dijo: “Cuatro años es mucho tiempo y a la vez hay un tiempo para cada persona. No se cómo se darán las circunstancias en el tiempo que viene y cómo se construirá el mapa político de acá a cuatro años. Solo le aseguro que ayudaré a mucha gente capaz a llegar a las intendencias, como lo ayudé a Juan Manuel Ojeda para alcanzar la intendencia de Malargüe”.