Avanza la postulación de Néstor Parés para presidir el Tribunal de Cuentas

Una nutrida concurrencia se vio en la mañana de ayer (miércoles) en el Auditorium del nuevo edificio de la Cámara de Senadores de la provincia, donde se llevó a cabo la audiencia pública para tratar la propuesta del Poder Ejecutivo para que Néstor Parés sea presidente del Tribunal de Cuentas.

Según confirmó el presidente de la Comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales del Senado, Marcelo Rubio, Parés –quien es todavía legislador provincial (UCR-FCM) y titular de la Cámara de Diputados– recibió en siete días 2.007 adhesiones y ninguna impugnación. Ante el abrumador apoyo, Rubio aseguró que la próxima semana se concretará la sesión de acuerdo para que la Cámara alta apruebe o no la propuesta para el máximo organismo de contralor de Mendoza.

Opinión académica

Entre uno de los 2.007 avales que recibió sobresale el del vicerrector de la Universidad de Mendoza, Miguel Mathus Escorihuela, quien opinó que “el rol vital del ente de control debe ser entendido y asumido por el ciudadano común. Por eso es importante la tarea que le espera y debe asumir Parés”.

Sobre la capacidad de quien es propuesto por la administración de Alfredo Cornejo, habló la diputada provincial María José Sanz (UCR-FCM), quien afirmó que “Parés es idóneo para cubrir el cargo, porque además cuenta con la experiencia suficiente de administrar dentro del Estado”.

Desde la oposición, en tanto, los senadores Juan Antonio Agulles y Samuel Barcudi tuvieron la posibilidad de hacerle consultas al diputado Parés. El primero lo interrogó sobre la autarquía del Tribunal de Cuentas, a lo que el legislador respondió “ser consciente sobre la importancia de modificar la Ley 1.003”. 

Acerca de su desafiliación a las filas de la UCR, tal cual indica la ley, en la que hizo hincapié Barcudi, dijo que recién la llevará a cabo “una vez que se firme el decreto provincial”, si el Senado aprueba su designación.

“Eficiencia para evitar la corrupción” 

Al finalizar la audiencia pública, El Ciudadano habló con Parés sobre la posibilidad de llevar a cabo modificaciones en el organismo de control, a lo que respondió: “Buscaré la autarquía del Tribunal de Cuentas y eso es un desafío no menor, teniendo en cuenta que la Ley 1.003 data de 1932 y se necesita acondicionarla a estos tiempos. Más allá que con la misma, como está, se pueden hacer buenos controles y auditorías periódicos. De todas maneras hay que modificarla y adaptarla a las nuevas tecnologías, donde el Estado debe dejar de funcionar como un compartimento estanco”.

Cuando se le recordaron algunos puntos oscuros en el manejo de dineros públicos, como lo sucedido en el departamento Santa Rosa durante la administración del justicialista Sergio Salgado, Parés reflexionó: “Como lo he expresado en la audiencia pública, el Tribunal de Cuentas tiene que trabajar en forma permanente y coordinada con la Contaduría General de la provincia. Estoy convencido de que si ambos organismo hubieran trabajado de la manera que propongo, Salgado hubiera tenido otra suerte”.

“No aceptaré presiones políticas”

En el momento de mostrar su impronta si accede al Tribunal de Cuentas, Parés consideró que “los controles hay llevarlos a cabo con eficiencia y compromiso”. 

“Yo no aceptaré ningún tipo de presión política en un lugar donde se me ha propuesto para que lo presida. Puedo exhibir lo que afirmo con mi paso por el organismo de control que implica el EPRE. Allí era un empleado más, sin acceso a ningún cargo jerárquico, solo abogado de la Asesoría Jurídica de ese organismo de control y jamás acepté ser cooptado”, aseguró. 

Y agregó: “Entonces ahora, con mucha más razón y con autoridad, si a ella acedo, daré al Tribunal de Cuentas más vigor en el control de las cuentas públicas en todos y en ada uno de los organismos del Estado”.

Cuando se le preguntó si le hace mucho ruido interior dejar de ser afiliado al radicalismo, Parés respondió: “Debo reconocer que me cuesta desafiliarme de la UCR y en estos días tengo sensaciones extrañas por esta propuesta. Pero la asumo con absoluto convencimiento porque corresponde a lo que este cargo me exigirá. Cargo al que estoy convencido que honraré con ese importante servicio al Estado que implica estar en ese lugar”.