POLÍTICA. Desde Albino a D’Elía, las frases para el olvido

La despenalización del aborto, el proyecto para que los militares ayuden a combatir el narcotráfico, las marchas de protesta en todo el país,  la frase del piquetero Luis D'Elía diciendo que “hay que fusilar a Macri” y el tan anunciado ajuste, marcan una agenda por demás agitada y siguen aumentando la grieta que divide a una gran parte de la población.

Albino y su polémica opinión

En el Senado se sigue tratando la despenalización del aborto, y todo lleva a pensar que en quince días se sabrá su resultado. Mientras tanto, en el transcurso de una de esas reuniones previas al tratamiento de la ley se produjo el “mediático desacierto” del prestigiosos médico mendocino Abel Albino, del que habla todo el país.

No hay nadie que haya avalado los dichos del presidente de la Fundación Conin –quien aseguró que el virus del VIH puede traspasar la porcelana, rechazando así el uso del preservativo– sino todo lo contrario. La gran mayoría de los médicos y científicos siguen apostando al  uso de condón como método eficiente para evitar contagios y embarazos no deseados.

El tema es que desde la oposición le piden al Gobierno que deje de proveer fondos para la fundación que lucha contra la desnutrición infantil y de la cual Albino es el presidente, como represalia por sus dichos.

También nuestra ministra de Salud, Elisabeth Crescitelli, le pidió al médico que rectifique sus apreciaciones sobre el método. Desde ese momento hasta ahora, el protagonista de este entuerto se encuentra en un silencio de radio, aunque se espera que esta semana salga a aclarar sus dichos y de esa forma aquiete las aguas que salpicaron su fundación.

El caso de las Fuerzas Armadas

Es en el tema de las FF.AA. donde se ve la mayor profundización de la grieta que divide a los argentinos. 

Por un lado, un sector que ve con buenos ojos que el Ejército preste ayuda en el combate con el narcotráfico, poniendo su logística y los servicios de inteligencia para tratar de evitar el efecto “colador” que se produce en las fronteras del país, donde los narcos se mueven como pez en el agua.

Del otro lado están los organismos de Derechos Humanos y las Madres de Plaza de Mayo, que –azuzados por la parte dura de la oposición, incluido el kirchnerismo– ven revivir las peores fantasmas y sombras de un pasado horrible, donde la dictadura dejó como saldo miles de muertos y desaparecidos.

Seguramente este tema dará mucha tela para cortar porque recién nos encontramos en los albores de una gran discusión donde habrá muchos dirigentes que intentarán que este tema se discuta en el Congreso para que la definición sobre el rol de la Fuerzas Armadas sea mediante una ley y no por un decreto presidencial, como hasta ahora pretende el oficialismo.

"Fue una metáfora"

También el piquetero Luis D'Elía tuvo su participación la semana que pasó cuando dijo que “a Macri hay que fusilarlo”. Tras el exabrupto, desde el Ministerio de Justicia hicieron la correspondiente denuncia, que recayó en el juzgado del juez Ariel Lijo.

Ahora, ante eventuales consecuencias, se desdice y afirma que solo se trató de “una metáfora”. En la condición judicial en que se encuentra D'Elía una expresión similar a la que nos tiene acostumbrados puede llegar a ponerlo cerca de terminar preso nuevamente.

El dirigente social debería saber que con la democracia no se juega, y que esta vez salir del paso le sería más difícil que recular en chancletas.

Hasta 2019 no se habla

Mientras, en el ámbito provincial desde el radicalismo dejaron trascender que tanto Julio Cobos como los principales dirigentes del Gobierno se darán una tregua. 

Por ahora priorizarán ayudar al país y a Mendoza en estos duros momentos económicos que afectan a la gran mayoría de argentinos. De esta manera, dejarán recién para el año que viene cualquier discusión de índole interna, con el fin de poner el nombre del sucesor de Alfredo Cornejo. 

El ajuste en la mira
Los analistas económicos predicen el tan mentado “trimestre del ajuste”, momento en el que, parece,  el cinturón apretará a todos por igual, no solo al ciudadano común y corriente, sino también a las provincias y sus respectivos gobiernos.

Dicen que todos deberán hacer su contribución achicando gastos y ordenando los números del Estado, una ardua tarea que le espera a la flamante ministra de Hacienda, María Paula Allasino, quien será la encargada del plan de trabajo que pone énfasis en la recaudación, en no endeudarse y donde la austeridad, como ella misma lo dice, será su eje de gestión. / Andrés Delacalle