|02/11/21 04:11 PM

Habló Gil Pereg: dice que su madre y su tía no están muertas y que él es un gato

El israelí, acusado del crimen de su madre y su tía, señaló que los cuerpos fueron plantados y que para el las mujeres están "vivas". Su relación con los gatos, su colección de armas y el mundo que vive

Por Redacción

02 de noviembre, 2021 - 16:23

El juicio por jurado contra Nicolás Gil Pereg está pronto a resolverse y en la tarde de este martes se dio un momento único: el acusado tomó la palabra.

Luego de las palabras de algunos testigos importantes provistos por la defensa, entre ellos el psiquiatra forense Mariano Castex, el israelí tomó la palabra ante la atenta mirada de todos en la sala 15 del Polo Judicial de Mendoza.

Los abogados defensores comenzaron el interrogatorio para el hombre que se cree gato y en una de sus primeras palabras, Pereg dijo que su vida en Israel era mala. “Cuando estaba en el ejército tuve que ir a hablar con el psiquiatra, no entendí porque no puedo tener relaciones con mi mamá y mi abuelo”, señaló.

A su vez, él mismo confesó tener “paranoia y enfermedades mentales” y que no le interesa ni la naturaleza ni nada. “Después de la universidad fue al ejército y ahí vi todo lo malo que hacen, estuve ocho meses en la habitación, yo no puedo vivir más como persona quiero vivir como gato comiendo en el piso, no podía aguantar porque me inyectaban cosas todo el día y decidí escaparme de ahí”, contó.

Por otro lado, el hombre acusado del homicidio de su madre y su tía relató que él se considera un “gato” y que “actúo como persona por un límite de tiempo corto, media hora”.

Dice que no están muertas

En otro pasaje de su testimonio ante la juez Guajardo y el jurado popular, el exmilitar israelí afirmó que su madre y su tía no están muertas. “Es mentira que ellas están muertas y que las encontraron en el terreno mío, en los allanamientos no encontraban nada y justo el sábado encontraron los cuerpos cuando yo no estaba ahí; supuestamente encontraron los cuerpos yo sé que no están muertas porque están vivas”, puntualizó.

Para Pereg, los cadáveres de Phirya Saroussy y Lily Pereg “fueron plantados, yo no maté a nadie me culpan porque yo vivo en forma precaria con mis hijos y mi forma de vida, que es algo que en el mundo de ustedes no conocen”.

En su declaración, el acusado insistió en que los cuerpos “no son de ellas, no sé porque no los vi y no vi ningún pozo, para mí están vivas”.

El secuestro de armas

A Pereg le consultaron por las armas que tenía registradas, más de 40, y él sostuvo que “tenía como 45 armas porque me gusta coleccionar”.

En relación a los gatos que tenía con él en el predio de calle Roca al 6000 de Guaymallén, el nacido en Israel confirmó que eran 37 y que eran “sus hijos, me preocupa saber que les pasó y donde están si los han castrado o adoptado, soy gato porque yo lo decidí y siempre he maullado”.

Para cerrar, Pereg señaló que todos los presentes en la sala del juicio “son malos, son el diablo, las criaturas de dos patas son todas malas y mis hijos son todos buenos”.

 

 

Informe: Jeremías Chacón y Rebeca Rodriguez