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Gil Pereg: del resultado de huellas genéticas a sus días 'mudo'

Durante la tercer jornada del juicio contra el israelí, los testigos dieron detalles sobre la actitud del acusado de asesinar a su madre y su tía

Por Redacción

28 de octubre, 2021 - 14:14

En la continuidad del juicio por jurado contra Nicolás Gil Pereg, exsoldado israelí acusado por el homicidio de su madre y su tía en Guaymallén hace casi dos años, los testigos que pasaron por el estrado este jueves estuvieron relacionados a las huellas genéticas analizas y el comportamiento del hombre 'gato' dentro de la Penitenciaría provincial.

Uno de los que habló ante el jurado popular encargado de juzgar a Pereg fue el titular del Registro de Huellas Genéticas Digitalizadas de la provincia, quien hizo hincapié en el perfil genético del imputado por el asesinato de estas dos mujeres extranjeras.

“Participamos en este caso, en varias etapas primero con cepillos de dientes, luego con una bolsa de cemento y una remera donde pudimos identificar rastros con las manchas de sangre, luego se identificó a una de las víctimas como madre biológica del imputado”, indicó.

Además, el especialista, que trabaja en genética forense hace más de 20 años, señaló que en Mendoza se trabaja con un alto grado de certeza en este tipo de pruebas.

“Tenemos un grado de certeza muy alto en nuestros resultados, los primeros informes eran para identificar si el dueño de los cepillos de dientes coincidía con las evidencias. El Legajo 101 correspondí a Pyria, la madre biológica, por las manchas de sangre y el Legajo 100 fue por la coincidencia con manchas de sangre de la bolsa de cemento”, agregó.

 

Su llegada al penal

Cuando Gil Pereg fue llevado en calidad de imputado a la Penitenciaría de Boulogne Sur Mer, fue recibido por un médico especialista en Psiquiatría que trabaja en el penal desde 2006.

Ante el jurado, el hombre sostuvo que “desde el minuto cero estaba en un estado de mutismo, no respondía a ninguna pregunta, no comía y no accedía a hidratarse. Tenía una actitud retraída, es más no se comunicaba con nadie. Estaba lúcido, él no se comunicaba, por lo tanto no pude constatar si estaba orientado y eso no se pudo peritar”.

Por otra parte, el profesional de la salud se refirió al supuesto comportamiento de Pereg como un felino: “Al principio no, sí tenía otras características en cuanto a su discurso o sus hábitos de higiene, el tema de los maullidos aparecieron después, luego empezó a no verbalizar palabras en español y a hacer maullidos”.

El testigo reconoció también que al israelí le detectaron una patología de base. “Fue diagnosticado con trastorno esquizotípico de personalidad, que es una forma normal para esa persona de ser, persona aislada de su entorno natural con características típicas: extravagante, persecución e imposibilidad de establecer contacto con los demás”, dijo.

Desde la defensa consultaron sobre los medicamentos que le suministraron al acusado dentro de la cárcel, a lo que el médico respondió: “Fue medicado en varios momentos, además de sus ideas delirantes tiene componentes afectivos, obsesivos, ansiedad depresión y alteración. Se le dio antipsicóticos, ansiolíticos y antidepresivos”.

 

Signos con materia fecal

En una parte del testimonio, el testigo fue consultado por un episodio que vivió con Pereg y que fue de tono escatológico (escribió con material fecal). “No lo vi hacerlo, pero vi la imagen en el módulo 3 de San Felipe en una celda de 3 x 2, eran símbolos que no podíamos entender”, afirmó.

Sobre si en algún momento notaron algún factor de riesgo en su estadía en el penal, el hombre fue claro: “El resultó ser disruptivo para la población en la que estaba, porque tenía actitudes como gritar, desnudarse, la falta de higiene o no hacer sus necesidades como corresponde. El no mostró flexibilidad para adaptarse y eso es un indicador de riesgo”.

 

Informe de Jeremías Chacón y Rebeca Rodríguez