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En marcha en Mendoza el segundo juicio por facturas apócrifas

Un grupo de contadores y empleados del rubro son investigados por la evasión de impuestos a la AFIP por un total de 126 millones de pesos 

19 de agosto, 2020 - 21:30

Después de la condena a más de 20 personas por estafar a la AFIP mediante facturas apócrifas, a principios de agosto inició otro juicio por este mismo delito, que prevé una pena máxima de 10 años.

En la de la Justicia Federal de la provincia inició el debate de este proceso contra un grupo de contadores que habrían liderado una banda delictiva que evadió impuestos por 126 millones de pesos.

El expediente de la causa es el 1361/18 y el mismo se encuentra en el Tribunal Oral en los Criminal N 1. Según comentaron fuentes del caso, el debate podría durar “varios meses”. En total los imputados son ocho personas pero sólo dos –que estarían sindicados como los jefes del grupo- se encuentran cumpliendo prisión preventiva.

El delito que se les imputa es infracción a la ley 24.769 (delitos tributarios) y asociación ilícita fiscal, siendo el querellante de la causa la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y obviamente el Ministerio Público.

La fiscal es María Gloria André y las audiencias se realizan todos los martes bajo la modalidad remota (virtual) debido a las restricciones por la pandemia del Covid 19.

De acuerdo a lo informado, lo que se investiga es el grado de participación del personal de los estudios que lideraban estos contadores (secretarias por ejemplo), dado que podrían no haber sabido de estas “maniobras” ilegales que tienen como único objetivo la evasión al fisco.

Por otro lado, también se investiga si el estudio contable en cuestión funcionaba como una ‘usina’, término que se usa para quienes generan facturas truchas con el CUIT de clientes que no estaban enterados de estas operaciones.

El modus operandi

Al igual que la anterior causa, que ya tiene sentencia, estas estafas a la AFIP no son recientes sino que comenzaron hace más de dos años.

Según lo que se investiga, los contadores habrían generado facturas truchas para obtener créditos fiscales y de esa forma, quien compre ese crédito reduzca la carga de impuestos, práctica común en lo que denominan como 'usina".