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Narcovalijas rusas: detenidos, señuelos con harina y tremendo operativo

Por Redacción

23 de febrero, 2018 - 07:59

En las últimas horas fueron detenidos en la Argentina dos hombres, acusados de estar involucrados en el escándalo de las narcovalijas halladas en la Embajada de Rusia.

Uno de los apresados es un efectivo de la Policía de la Ciudad. Se trata del inspector Iván Blizniouk, cuya detención por parte de Gendarmería quedó registrada por las cámaras de los medios presentes en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, donde el agente arribó luego de un viaje familiar a Italia.

Blizniouk trabajaba desde hace algunos años en esa fuerza, aunque había realizado su carrera en la Prefectura Naval. Actualmente es uno de los principales sospechosos en el marco de la causa por el hallazgo de casi 400 kilos de cocaína en la embajada rusa, que finalizó con un mega operativo para desbaratar una red de narcotráfico con el país europeo.

El caso 

La embajada de Rusia en Argentina ocultaba 389 kilos de cocaína en 16 maletas, un “tesoro narco” valuado en 50 millones de euros. Fue el propio embajador ruso en Buenos Aires, Viktor Koronelli, quien en diciembre de 2016 dio aviso a las autoridades locales, alertado por la presencia durante meses de unos bultos sospechosos en el colegio de la sede diplomática. Cuando la policía argentina abrió las maletas encontró la droga. Fue el inicio de una investigación que duró más de un año y que tuvo ribetes cinematográficos. La cocaína se cambió por harina, se colocaron rastreadores satelitales al cargamento y las fuerzas de seguridad de los dos países esperaron con paciencia a que los narcotraficantes cayeran en la trampa. En diciembre el cargamento llegó finalmente a Moscú por correo diplomático y se detuvo a tres personas. Otros dos cayeron este jueves en Buenos Aires y falta la captura de un misterioso “Señor K”, prófugo en Alemania.

“Fue una de las operaciones más importantes, complejas y sofisticadas que se pueden realizar en este mundo del narcotráfico. Hemos logrado trabajar sin que se filtre nada y eso es un éxito para nuestro país”, dijo hoy en rueda de prensa la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, durante el anuncio oficial del operativo. Los detalles del caso no tienen desperdicio. “Abrimos las valijas y acordamos que cambiaríamos la droga por harina para hacer una entrega vigilada. No es un procedimiento habitual, pero por tratarse de territorio diplomático decidimos que dejar la droga allí era un riesgo demasiado alto, podíamos perderla”, contó a diario El País, una fuente de la investigación. Cambiar la droga por harina no fue tan simple como pudiera parecer. “Eran casi 400 kilos, así que personal de Gendarmería (policía de fronteras) fue a la madrugada al Mercado Central de Buenos Aires a comprar la harina. En menos de 24 horas todos los paquetes, sellados con las mismas franjas diplomáticas de los originales, estaban terminados”, explicó la fuente.

 

Luego, fue necesario armarse de paciencia. El juez Julián Ercolini, a cargo de la investigación, ordenó escuchas telefónicas que permitieron poco a poco descubrir la red narco, hoy detenida. Mantener en secreto la operación fue lo más difícil. “Había mucha gente involucrada y por canales distintos, porque fue una operación coordinada entre dos Estados”, dijo la fuente de la investigación. “Para traducir las conversaciones telefónicas en ruso, por ejemplo, debieron encontrar a un traductor “por fuera de la comunidad rusa en Argentina, para que mantenga el secreto”, agregó.