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La República castigada y en peligro

26 de mayo, 2020 - 21:30

Hoy estamos transitando el cuarto gobierno Kirchnerista, entre algunos objetivos claros, sabemos que uno de ellos es lograr la impunidad absoluta de Cristina y sus secuaces. Queda claro que en ese pacto cerrado con Alberto para llevarlo a la presidencia, estaba oculto el acuerdo de salvar a los corruptos y de retomar ese plan sistemático de convertir a la Nación Argentina en un Estado populista.

Hoy la pandemia por el COVID-19, parece haberles caído como anillo al dedo, resultó ser la excusa perfecta para poder pergeñar y comenzar a ejecutar este propósito premeditado. Nada mejor que tener a todo el pueblo encerrado y sin poder salir de sus casas, entretenido con un solo tema que provoca miedo y preocupación, y donde todos los medios hablan de lo mismo; mientras en el gobierno siguen haciendo de las suyas para poder alcanzar su máximo logro, impunidad y perpetuidad en el poder.

Señoras y señores, la República está castigada y en peligro, y no es una mera especulación, sino que sobran fundamentos para sostener esta teoría. Hoy la Nación funciona con un solo poder republicano. El Poder Judicial continúa en feria extraordinaria y el Poder Legislativo, recién está volviendo a la actividad de forma desnaturalizada. De esta manera, el Ejecutivo Nacional en cabeza de su Presidente o su Vicepresidenta se empoderaron brutalmente y comenzaron su gobierno con la suma del poder público, gobernando con innumerables Decretos de Necesidad y Urgencia.

De esta manera, tras la cuarentena, se esconde una violación en la independencia de los poderes, con el claro objetivo del Ejecutivo para mantener el manejo de todo. Principalmente de la Justicia, porque es fundamental para asegurar lo planificado por el Kirchnerismo. Ejemplo de ello es que Fernández- Fernández, están por enviar al Congreso Nacional, un proyecto de ley para modificar la cantidad de miembros de la Corte Suprema de Justicia, y así, poder llenar al máximo tribunal de justicia, de jueces adeptos. Una vez modificado esto, Cristina y su banda, tendrán asegurada la impunidad para los tiempos y dejando pueblo argentino con las manos vacías. Sin el dinero que se llevaron, como los bolsos de López en el convento, y sin justicia por los delitos cometidos.

Hoy los argentinos nos encontramos encerrados en nuestras casas, limitados en nuestros derechos, saliendo con restricciones a cosas puntuales y esperando el día incierto que nos digan que la emergencia por la pandemia ha terminado. Mientras tanto la maquinita de hacer billetes sigue funcionando sin parar, la inflación crece sostenidamente y el ciudadano común no llega a fin de mes para poder llevar el pan de cada día a sus hogares. Nada más indignante es que te prohíban trabajar, y todavía encima que los impuestos sigan llegando a tu domicilio, sin quitas, ni descuentos.

El Presidente Alberto Fernández se encuentra en un círculo sin salida, dijo que volvían mejores, nos vendió que iba a unir a los argentinos y que tendríamos la Nación que nos merecemos. Entonces me pregunto: ¿Qué país nos merecemos?, ¿Éste que nos está presentando Alberto?. Tenemos un Presidente que nos habla como el maestro ciruela, en conferencias de prensa muestra filminas que lee sin haber corroborado sus datos, donde cada vez que se exponen, empiezan a salir los errores a simple vista, comparando los números con otros estados y ganando enemigos en los países vecinos. Luego tienen que salir sus ministros a pedir disculpas por lo mal informado, mientras tanto la sociedad argentina, sigue sin saber los números reales de todo. Volvió el INDEC mentiroso, no se dice la verdad en cuanto a la inflación, volvió el atropello a las instituciones, y volvió el miedo de los argentinos y argentinas que deseamos una Nación seria, porque tememos convertirnos en un país chavista y sin derechos.

Ojalá no avance el proyecto de la Diputada Fernanda Vallejos, para que el Estado se quede con parte de las acciones de las empresas que son ayudadas por el coronavirus. Sería la frutilla del postre para mostrar que en verdad vienen por todo.

Lo peor que se escuchó en estos meses, fue la frase que en tiempos de emergencia no existe la Democracia, nada más aberrante que esa expresión. Los argentinos y argentinas consolidamos el Estado Democrático en 1983 para todos los tiempos, haya o no emergencia. Debemos defender hasta el final nuestro estado de derechos y obligaciones. Sepamos defender los logros democráticos y gritar que la Patria no se toca!!, porque sin lugar a dudas, hoy nuestra República se encuentra castigada y en peligro.