|12/06/20 07:42 AM

De George Floyd a las elecciones 2020

Tras el asesinato de George Floyd por parte de la policía, se planteó en Norteamérica el supuesto racismo de su presidente, poniendo en duda su reelección

12 de junio, 2020 - 07:43

La muerte de George Floyd producida el 25 de mayo ha conmocionado a todo Estados Unidos, y al mundo, provocando múltiples protestas dentro y fuera del país, movilizando a miles de personas. Tras esto surge una pregunta ¿Será este hecho determinante para las elecciones presidenciales de 2020?

Como es sabido, Donald Trump ha sido el primer señalado por la opinión publicada como responsable del trágico hecho, debido a su retórica confrontativa, la cual es señalada como racista por sus opositores. Sin embargo, ésto no es del todo cierto. Estados Unidos posee un sistema policial históricamente violento, debido en parte a que la libre portación de armas para civiles pone en peligro mayor a la propia policía, por lo que en la mayoría de gobiernos estadounidenses se han producido muertes por excesos policiales.

Los hechos de saqueos y vandalismo producidos durante las protestas sumergieron a Estados Unidos en una situación de caos y violencia, provocando una imagen de debilidad en el gobierno. Sin embargo, esta situación podría beneficiar a Trump, permitiéndole cambiar el foco de la agenda política y dándole más argumentos contra los movimientos progresistas más agresivos y la corrección política  de la opinión publicada (temas frecuentes en sus discursos).

Los sectores más apolíticos de la clase media estadounidenses muestran disconformidad con los hechos violentos durante las protestas, podrían acercar sus preferencias por un partido Republicano que lleva como banderas a la ley y el orden.

Si bien los demócratas no son tan golpeados por los medios, pero por el ojo fino sí lo son. Ejemplo de esto es el demócrata Jacob Frey alcalde de Minneapolis, ciudad donde sucedió el asesinato, quien recibió gritos de repudio cuando intentó formar parte de una de las manifestaciones de la ciudad, de la que posteriormente sería expulsado.

Si se tiene en cuenta la cuestión del racismo, el propio Joe Biden, candidato a presidente por el partido Demócrata, tuvo desafortunados dichos durante una entrevista radial con el presentador Charlamagne Tha God, de etnia negra, donde dijo “si tienes un problema para decidir si vas conmigo o con Trump, entonces no eres negro”, dando a entender que tenía asegurado el voto negro. Posteriormente en propio Biden salió a rectificar sus palabras.

Por lo visto anteriormente, catalogar al partido republicano como racista y al partido demócrata como defensores de las minorías es una simplificación errónea. Si retrocedemos la historia podemos ver como el primer presidente republicano, Abraham Lincoln, abolió la esclavitud mientras que el Ku Klux Klan nacía de los demócratas. Por tanto no puede catalogarse a ninguno de los dos partidos como racista o no.

El obstáculo que tiene Donald Trump para su reelección no es Joe Biden ni el partido demócrata, ni tampoco la cuestión del racismo. El principal obstáculo es la respuesta dada por su administración a la pandemia del COVID-19, con más de 100 mil muertos, y la crisis económica producto del virus. Las esperanzas del mandatario residen en una rápida recuperación económica, la cual en parte se está produciendo, que permita recuperar los empleos perdidos.