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Francisco Correas, pionero de la prensa mendocina

En la celebración del Día del Periodista, es oportuno recordar a uno de los primeros en defender la libertad de expresión, aún a costa de sufrir desde agresiones hasta el exilio

07 de junio, 2021 - 08:56

El 7 de junio se celebra el Día del Periodista en la Argentina, en homenaje a la aparición del primer periódico patrio, La Gaceta de Buenos Aires, fundada por Mariano Moreno en 1810.

Los que trabajamos todos los días en esta hermosa profesión sabemos del esfuerzo y dedicación que se pone en cada nota para que la sociedad pueda estar informada objetivamente de lo que ocurre a cada minuto.

Pero si nos remontamos en el tiempo, en el periodismo local aparece una figura muy destacada en su época pero poco conocida en la actualidad. Se llamó Francisco de Borja Correas, un verdadero entusiasta de las noticias que fundó varios periódicos durante la segunda década del siglo XIX y del que se puede afirmar fue uno de los primeros en defender la libertad de expresión aún a costa de sufrir agresiones y el exilio, en una época muy conflictiva para los medios de ese entonces.

 

El periodismo en Mendoza

En los primeros años del siglo XIX y luego de la separación de Mendoza de las provincias de Cuyo, el periodismo local hacía sus primeras armas con grandes y afiladas plumas, como las de Juan Gualberto Godoy, Agustín Bardel, Nicolas Villanueva, Juan C. Lafinur y Agustín Delgado, entre otras.

Pero uno de los más importantes mentores de la prensa fue Francisco Borja Correas quien editó y redactó por aquellos convulsionados tiempos, varios periódicos.

Corría la segunda década del siglo XIX y Mendoza se encontraba sumida en un verdadero caos político luego de la desintegración de las provincias de Cuyo.

La prensa mendocina tuvo un período de esplendor que duró diez años. Aquella aldea contaba con tres imprentas: la de Juan Escalante, quien la trajo de Chile y estaba compuesta de elementos escasos y pobres; otra era la imprenta de la Provincia, propiedad del Gobierno, y la última, denominada Imprenta Lancasteriana, fundada a fines de 1820 y llamada así por pertenecer a la Sociedad Lancasteriana, constituida por ciudadanos preocupados por impulsar la instrucción pública.

El pionero de los periódicos fue El Termómetro del Día, fundado en 1820 por Escalante. Luego apareció La Gaceta de Mendoza, que también fue dirigida y editada por el mismo imprentero con la colaboración de los periodistas Agustín Delgado y Agustín Bardel.

Mendoza de mediados de 1800.

Simultáneamente vio la luz el semanario El Verdadero Amigo del País, editado por la imprenta Lancasteriana y dirigido por Juan Lafinur, quien tuvo a su lado grandes redactores.

Contemporáneo a este existía otro, denominado El Orden, creado por el cura Torres y publicado en el mismo taller gráfico, que combatió las reformas liberales del gobierno de Pedro Molina contra el clero.

La provincia también tuvo su Registro Ministerial, que salía cada semana e informaba sobre leyes y decretos, cuyo director fue Lafinur.

Le siguieron El Amigo del País en 1824 y El Aura Mendocina en 1826, una edición que fundó el canónigo Lorenzo Güiraldes con la colaboración de Juan Gualberto Godoy. El Telégrafo apareció un año después para defender los principios del Partido Federal, siendo sus redactores Jorge Velazco, Lorenzo Güiraldes y Gabino García. El Telégrafo y otro periódico, llamado La Columna Federal, se enfrentaron a El Huracán y El Iris Argentino. Después salieron El Fénix y La Abeja Mendocina, y en 1830 fueron publicados el Boletín del Ejército, El Nuevo Eco de los Andes y El Coracero, que era de tendencia unitaria y redactado todo en verso por Juan Gualberto Godoy. Ese fue el último que vio la luz en aquellos años.

 

Un apasionado por las noticias

Francisco de Borja Correas, nació en nuestra provincia el 10 de octubre de 1800. Fueron sus padres Juan de Dios Correas y María Eduarda Espíndola y sus primeros estudios los realizó en el colegio de la Santísima Trinidad.

En el segundo año se destacó entre sus compañeros por su buen desempeño en las clases de Matemáticas, dictadas por el sabio francés Monseñor Lozier.

A los 15 años, él y su hermano Hilarión ingresaron al colegio de Monserrat, en la Ciudad de Córdoba, establecimiento en el que estudiaron hasta 1817.

De joven brilló en sus estudios universitarios. En 1821, abocado al estudio de la ciencia del Derecho, fue un alumno sobresaliente en la cátedra que estaba a cargo del doctor Juan Agustín Maza.

Años más tarde, Francisco se trasladó a Córdoba animado por el interés de finalizar sus estudios, pero fue más fuerte su vocación por la carrera eclesiástica e ingresó al Seminario de esa provincia.

Tiempo antes de consagrarse, viajó a Buenos Aires para continuar con sus estudios de Derecho. Pero en 1824 su padre, Juan de Dios Correas, asumió el cargo de gobernador de la provincia de Mendoza, situación que llevó a Francisco a decidir regresar a su ciudad natal para acompañarlo, abandonando nuevamente el cursado de su carrera.

Integrante de una familia de destacados políticos, fue cuñado del general Juan Lavalle, casado con su hermana, Dolores Correas.

Fueron sus conocimientos sobre leyes los que le permitieron a este brillante abogado mendocino ejercer como profesor de Derecho Civil y Criminal en el Colegio de Mendoza. Además de su pasión por el Derecho, desde muy joven Francisco se destacó en el periodismo.

El primer periódico en el que participó Correas fue El Amigo del País, que salió a la calle el 19 de junio de 1824 y se imprimió en la imprenta de Escalante, publicación que circuló hasta el 2 de octubre de ese mismo año.

Después colaboró con El Eco de los Andes, creado por Godoy acompañado por los periodistas José L. Calle y José María Salinas. Este semanario apareció el 23 de setiembre para cesar catorce meses más tarde, el 25 de diciembre de 1825. Constituyó una tribuna donde se publicaban ideas liberales y desapareció por razones políticas.

Inmediatamente, Correas creó El Iris Argentino, que vio la luz el 25 de diciembre de 1826. También unitario, sus redactores fueron Juan Gualberto Godoy, Agustín Bardel y José L. Calle. El 4 de julio de 1827 se dejó de editar.

Colaboró además con el El Huracán, un semanario burlesco cuyo director y redactor fue el dinámico Juan G. Godoy. Sobrevivió solamente un mes, dado que el gobierno persiguió a sus periodistas, especialmente a Correas y a Godoy, quienes debieron huir a Chile. Pero un año después, Correas regresó a su tierra natal y publicó La Abeja Mendocina, un pasquín semanal que se oponía a la política de Dorrego.

En 1830 colaboró con el periódico El Nuevo Eco de los Andes, que apareció bajo la dirección del distinguido periodista José Luis Calle el 24 de mayo de 1830 y dejó de ser editado en agosto del mismo año.

 

El exilio en Chile

En 1830, Correas volvió a ser perseguido por sus opositores y se refugió otra vez en el país trasandino. Allí se radicó en región de Aconcagua y después en la ciudad de Valparaíso, donde formó parte de la redacción de El Mercurio bajo la dirección de los argentinos Bartolomé Mitre y Domingo Faustino Sarmiento.

Años más tarde se trasladó a Copiapó y ocupó un cargo como administrador de una mina.

Luego de la caída de Rosas regresó a nuestra provincia y fue electo senador nacional por Mendoza. Al finalizar su mandato representó al departamento de Belgrano –actual Godoy Cruz– como legislador provincial.

Don Francisco de Borja Correas murió en Mendoza el 13 de julio de 1894.