|14/03/21 10:00 AM

Al patrón de estancia nada se le escapa y en todo influye

En la comarca del Valle de Huentata se esperaba que el patrón agudizara su forma de hacer política y apretara el acelerador, en un año que se juega su primer gran paso en las ligas mayores

14 de marzo, 2021 - 10:00

La vorágine de San Política Electoral hace que la política criolla tome vuelos esperados en todo terreno político.

Decir que los mismos son inesperados sería entrar en posturas de ingenuos o de los que no les interesa lo que hace la dirigencia política.

Pero en la comarca del Valle de Huentata se esperaba que el patrón agudizara su forma de hacer política y apretara el pie en el acelerador, en un año que se juega su primer gran paso en las ligas mayores para sentarse en dos años en el cetro mayor, si los habitantes del reino así lo consideran.

Lo cierto que el patrón está muy activo. Su cuestionada forma de actuar en el terreno político se ha potenciado, y en eso llama mucho la atención que apriete clavijas en el terreno que alguna vez gobernó, en vez de hacerlo en el gran territorio desde la Quiaca hasta Ushuaia.

A punto tal que se sigue metiendo en la vida de los partidos políticos afines a la alianza, porque allí el que quiere jugar de líbero o tener posturas diferentes al patrón, es defenestrado y su trayectoria política truncada.

Uno de los partidos políticos de raigambre en este territorio andino es el que más soporta la intromisión del patrón.

Partido que por órdenes suyas se partió en dos en una primera embestida y nuevamente en dos partes en una segunda acción reciente.

Se lleva consigo a aquellos cortesanos que aspiran escalar y que por sus ambiciones no les interesa preservar la identidad e integridad de sus partidos.

Con ellos castiga, defenestra y divide. En la actualidad hay otra entidad en la mira del patrón, la misma que en otros tiempos no muy lejanos se le enfrentó para gobernar la comarca.

Cuestiones que no se perdonan: el que se cruza con sus intereses, está en la mira de su chicote político represor.

Muchos de los que conviven en el poblado apoyan sus acciones y las acompañan con cierto fanatismo.

Otros, lo siguen con temor y esa obediencia debida que los desluce como peones del quehacer político.

Muchos otros desaprueban su camino y cada acción que realiza en los lugares de decisión que ocupa. Las consideran autoritarias y acomodaticias a las circunstancias en las que se ubica para dar el próximo paso.

Esos sectores indican que todo su camino en la estancia lo hizo así, y por eso ponen en duda en sus fueros íntimos sus convicciones doctrinarias con el trapo que dice vestir.

Hoy está aquí, mañana allá y no se sabe dónde pasado mañana.

Más allá de todo, el patrón sigue cabalgando por todo el reino, tratando de ver de qué manera seduce a todos los poblados que lo integran y qué táctica puede aplicar para alcanzar la corona.

Por lo pronto, hoy por hoy quiere alcanzar un peldaño más en el consejo parlamentario que lo acerca un poco más a ese objetivo en el que se prepara a dar con un gran salto. Del que nadie sabe a ciencia cierta cómo lo hará y de qué manera lo hará.

El patrón es consciente de que está en los oscuros terrenos del reino, donde muchos ya sucumbieron.

Lugar en el que necesitará mucho más que sus virtudes de enroques, como una buena cantidad de troperos que sepan arrear la muchedumbre.

Algo que, por lo visto, hasta ahora no es factible y eso se nota cuando el patrón amaga alguna acción en los terrenos parlamentarios.

Por eso –quizá– el patrón de la comarca del Valle de Huentata no suelta el único lugar donde tiene pleno poder para hacer y deshacer sin que nadie lo ponga en tela de juicio.

Ni siquiera cuando se le fue la boca con una alfarera donde entre las peonas de su entorno solo existió el silencio.

El interrogante de toda la comarca es si el poder del patrón tiene fecha de vencimiento.

Allí, los pueblerinos aseguran que será en un par de años, cuando pretenda dar el salto al reino. Que si lo alcanza, todos saben qué sucederá, del mismo modo que si no lo alcanza.

Por ahora, al patrón de estancia nada se le escapa y en todo influye.