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A 75 años de la rendición de la Alemania nazi y su celebración en Mendoza

En la madrugada del 7 de mayo de 1945, el general nazi Alfred Jodl firmó la rendición incondicional de todas sus fuerzas ante los aliados. Ese acto puso el punto final a una sangrienta contienda que duró un lustro

11 de mayo, 2020 - 11:57

Hace 75 años, el mundo vivía un acontecimiento de júbilo al conocerse la noticia de la rendición de la Alemania nazi ante los aliados  (Gran Bretaña, la Unión Soviética, Francia y Estados Unidos) en el continente europeo.

La cara de la derrota nazi: la ciudad de Berlín el 8 de mayo de 1945.

Pero faltarían aún varios meses para que el conflicto mundial finalizara con la capitulación del imperio japonés.

No cabe duda que fue la más despiadada de todas las guerras de la humanidad, con un terrible saldo de 55 millones de muertos, incluyendo a seis millones inocentes en su mayoría de fe hebrea, que fueron asesinados sistemáticamente por los nazis en miles de campos de concentración extendidos por toda Europa continental.

Aquel 8 de mayo de 1945, como el mundo, Argentina y Mendoza no quedaron ajenas a este alegre acontecimiento al restaurarse la paz mundial, donde la democracia había vencido al totalitarismo y fue el final de enfrentamientos masivos en el planeta.

El anuncio deseado

Poco antes del mediodía del 7 de mayo, llegó una información desde el cuartel general aliado en el territorio germano de que la Alemania nazi del dictador Adolf Hitler se había rendido en Berlín.

En Mendoza, la noticia fue difundida por las emisoras y los medios locales de aquella época y una multitud partió hacia el centro y se concentró  en diferentes diarios y radios de la ciudad para constatar que la noticia de la rendición era fehaciente y así se confirmó oficialmente ante un cable telegráfico. 

Al escuchar aquel anuncio, muchos comenzaron a aplaudir entusiasmados por el trascendental acontecimiento.

En pocos minutos llegó la policía y formó un cordón para impedir cualquier desorden. 

El público desbordó la calle San Martín, dejando inmóviles a los tranvías y los colectivos que por allí circulaban. La mayoría de los presentes en ese lugar se quedaron festejando la victoria aliada por  un largo tiempo.

La grieta entre los argentinos

En tanto, en los cafés del centro, la noticia fue el comentario del momento y causó una gran algarabía, especialmente entre los que estaban a favor de los aliados, ya que desde el comienzo de la guerra los mendocinos estaban divididos: habían algunos pocos que apoyaban al fascismo italiano y el nacionalsocialismo alemán, y otros, en cambio, simpatizaban con los aliados.

Éstos eran en su mayoría liberales, conservadores, socialistas y comunistas, quienes a pesar de tener ideologías totalmente opuestas estaban unidos.

En aquel tiempo, la confitería Colón, el café Puerto Rico –ubicado en 9 de Julio 1133–  o en el café Soracabana, eran los lugares desde los que se seguían muy de cerca los acontecimientos de la conflagración mundial desde que se inició, el 1 de setiembre de 1939, y en el que algunos mendocinos, simpatizantes de los países beligerantes, discutían o se agredían verbalmente al pertenecer a uno y otro bando.

Por suerte las agresiones nunca pasaron a mayores.

Confirmación de la paz

Con el correr de las horas, las informaciones sobre la rendición eran un poco confusas. Algunos cables señalaban que “en la madrugada del 7 de mayo, en el Cuartel Supremo de las Fuerzas Aliadas en Reims, Francia, el general alemán Alfred Jodl firmó el acta de rendición incondicional para todas las fuerzas alemanas ante los aliados”.

Algarabía entre los habitantes de estados Unidos al enterarse de la noticia de la rendición.
Londres festeja la llegada de la paz.
Ciudadanos franceses salen a las calles de París para celebrar la rendición.

Pero al día siguiente, poco antes de la medianoche, los máximos jefes de la Wehrmacht, liderados por el mariscal Wilhelm Keitel, fueron llevados por militares soviéticos –quienes habían tomado Berlín– y firmaron un documento similar en el cuartel general soviético, rindiéndose ante la Unión Soviética en presencia del general Gueorgui Zhúkov, comandante en jefe de las tropas soviéticas en Alemania.

Este acto dio por concluida la contienda en Europa.

Aquella tarde, en la capital de nuestra provincia, grupos de estudiantes universitarios y público en general realizaron una manifestación en la plaza San Martín para celebrar la paz restablecida en Europa, depositaron un ramo de flores en la estatua del Libertador y guardaron un minuto de silencio por todos los muertos en aquella contienda.

Festejos en Mendoza

Los gobiernos de facto nacional, provincial y municipal declararon asueto para el día 8 y decretaron el embanderamiento de los edificios oficiales.

A pesar de la prohibición del Poder Ejecutivo de la Nación de realizar manifestaciones en la vía pública, en Buenos Aires y otras provincias la gente salió a las calles para festejar el triunfo y la recuperación de la paz en el mundo. 

En tanto,  en nuestra provincia, el Comité de la Francia Libre, institución que dependía de la Casa de Francia, y otras asociaciones organizaron una marcha el 12 de mayo. 

Aquel día fue para muchos un momento inolvidable porque el mundo volvía a tener la paz que había sido interrumpida por más de cinco años.