|05/09/19 08:37 AM

Colombia: ¿Una paz en pausa?

La reincorporación a la vida civil de la organización guerrillera FARC-EP se complejiza cada vez más. A esto se le agrava la tibieza del gobierno actual¿Ganará el temor o llegará la tranquilidad luego de décadas de violencia política?

05 de septiembre, 2019 - 11:43

El panorama internacional se tornó borroso cuando hace unos días una facción de las FARC-EP (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- Ejército del Pueblo) declaró que retoma las armas. Su justificación fue la falta de garantías e incumplimiento del Estado colombiano. Los disidentes afirmaron que lo hacen “bajo el amparo del derecho universal que asiste a todos los pueblos del mundo de levantarse en armas contra la opresión”.

Aunque, según cifras oficiales, más del 90% de los exguerrilleros permanecen aún hoy en el proceso de reincorporación a la vida civil. ¿Cuáles serían los motivos de hacer marcha atrás un Acuerdo de Paz que implicó dejar a un lado las armas, después de más de cinco décadas de conflicto?

Si bien la firma del acuerdo de paz entre el entonces presidente Juan Manuel Santos y las FARC-EP marcó un hito histórico, no significa el fin del conflicto. La implementación del mismo no ha estado exenta de reveses. Algunos de los líderes disidentes de la FARC-EP afirman que el desarme de la guerrilla fue a cambio de nada ya que no se ha detenido la matanza de líderes sociales y exguerrilleros. Hasta el momento, solo el 23 por ciento de los compromisos allí contemplados se ha cumplido completamente, según el Instituto Kroc (EEUU).

 Mientras tanto, el actual presidente Iván Duque se ha empeñado en derrocar al frente político de Nicolás Maduro en Venezuela por sobre el conflicto interno. Además aumentó la preocupación por el crecimiento de los “falsos positivos”, nombre con el que se conoce a las ejecuciones extrajudiciales de campesinos presentados como guerrilleros muertos en combate.

Ivan Duque.

Y es que también hay una gran polémica debido a un grupo del cual poco se habla y es otro obstáculo para la paz: los paramilitares. Los también llamadas “autodefensas” surgen en como un mecanismo de defensa privada de la propiedad frente a las guerrillas de extrema izquierda. Con el tiempo, estos grupos establecieron relaciones clientelares con las élites locales, las fuerzas armadas y las redes del narcotráfico. Esto ha dado como consecuencia  un uso desmesurado de la violencia en defensa de sus intereses políticos y económicos.

Las FARC vuelven a la actividad.

La pugna entre el gobierno colombiano y las guerrillas continúa en una lucha que recuerda a los años de la Guerra Fría. Esto se debe en gran parte al poder creciente de posiciones mayoritarias de extrema derecha y sobre todo, los intereses económicos en juego. Gracias al proceso de paz muchas minorías opositoras comenzaron a tener un verdadero poder. Si bien es un avance, esto no es suficiente. Mientras no se solucionen las causas profundas de la problemática, es decir: la desigualdad, la concentración de la propiedad de la tierra, la corrupción política y la sistemática represión a toda protesta social; el conflicto puede reactivarse en cualquier momento sin que pueda predecirse sus consecuencias.