Comienzo de año con nuevo presidente

La elección de Bolsonaro en Brasil llegó para confirmar y ser el más claro ejemplo del giro a la derecha que ha tomado Sudamérica, proceso que inició con la elección de Mauricio Macri en 2015. Actualmente, los gobiernos otrora hegemónicos de la izquierda retroceden para dar lugar a gobiernos más moderados o de derecha. La izquierda solo continúa en el poder en Bolivia y Venezuela.

La asunción del nuevo presidente brasileño se realizó acompañada del operativo de seguridad más grande de la historia de Brasil en actos oficiales. Entre las medidas tomadas se encontraba la presencia de 3500 efectivos de diferentes ramas de las fuerzas armadas, además de la presencia de la policía federal y la policía de Brasilia.

Los legisladores representantes del Partido de los Trabajadores no asistieron al Congreso para la investidura del nuevo primer mandatario. Ellos consideran que el presidente Bolsonaro fue electo de forma ilegítima por la “prohibición ilegal” de la candidatura de Lula Da Silva, líder del partido, en los comicios. A esto se le suma las acusaciones de manipulación de redes sociales con fines político y los numerosos casos de “fake news” que se realizaron contra el candidato Fernando Haddad.

El presidente argentino Mauricio Macri decidió no asistir a la ceremonia por encontrarse de vacaciones en Villa La Angostura. En su lugar, la delegación de nuestro país fue encabezada por el canciller Jorge Faurie. El primer encuentro de ambos presidentes se llevará a cabo el día 16 de enero en una reunión en Brasilia acordada por ambas cancillerías.

Argentina apunta a reforzar su comercio bilateral con Brasil, que es la economía más importante de Sudamérica y el principal socio de Buenos Aires. Además, se buscaría aprovechar el cambio de la política económica brasileña para dar una reforma al Mercosur, otorgándole un carácter de mayor apertura y liberalización.

El objetivo de este año para el organismo será el de continuar las negociaciones con la Unión Europea para finalmente concretar un acuerdo comercial que se ha postergado más de lo deseado por el gobierno argentino.

Otra marcada ausencia al acto fue la de los presidentes Nicolás Maduro de Venezuela y Miguel Díaz Canel de Cuba, que en un principio fueron invitados por cancillería, pero posteriormente serían vetados de la ceremonia por el propio Bolsonaro. Este veto se debe al claro contraste ideológico existente en estos países y el nuevo gobierno de Brasil que fue fuertemente crítico de ambos durante la campaña.

Entre los participantes más relevantes se encontraba el primer ministro israelí, quien ya se reunió con Bolsonaro. Se elaboró un acuerdo de cooperación política Brasil-Israel, que cambia la tradicional política neutra de Itamaraty en los temas de Medio Oriente, a cambio Israel se ha comprometido a brindar tecnología para la extracción de recursos acuíferos. Como gesto de apoyo, Brasil promete mudar su embajada en Israel a la ciudad de Jerusalén, tal como ya lo hizo Estados Unidos en el año 2017.

El presidente de Estados Unidos no concurrió a la ceremonia, sin embargo, se expresó por su twitter personal felicitando al nuevo presidente y ofreciendo todo el apoyo de su país. A partir de este nuevo gobierno Brasil buscará tener una relación mucho más estrecha con el gigante del norte, cosa que se explica en parte por la afinidad ideológica de sus líderes actuales.

Los mercados han reaccionado de forma positiva a Bolsonaro desde que este ganara las elecciones en octubre de 2018, esta tendencia continuó de forma progresiva incluso hasta el día de la asunción. Brasil cerró el año con una suba de 5.7 en su índice de confianza comercial, llegando al punto más alto en los últimos 5 años.