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Paritaria o teatralización

01 de marzo, 2018 - 10:53

En vísperas de un posible acuerdo que se firmaría el viernes 2 de marzo, el gremio docente nuevamente ha manifestado en las redes sociales y medios de comunicación que no aceptará la propuesta del Ejecutivo. Siendo este quien debe velar por el interés general de los mendocinos: estudiantes, docentes, celadores, empleados públicos y los demás integrantes de la sociedad que en su conjunto forman el Estado. 

A su vez, es el Estado provincial el que debe garantizar la Educación para sus ciudadanos, por lo cual resulta inadmisible que unos pocos, que no representan a la totalidad de los docentes y celadores, jueguen a la ruleta rusa apostando el salario docente y los días de clases de nuestros estudiantes. De todos los gremios que representan a los empleados públicos de Mendoza, el único que no acepta las propuestas del Gobierno, con una postura intransigente, es el Sindicato Unido de los Trabajadores de la Educación (SUTE).

Al comienzo de la asamblea paritaria, en diciembre del pasado año, el secretario general del SUTE, Sebastián Henríquez, pidió un aumento del 50%, sabiendo que la provincia no está en condiciones de llegar a ese número y, además, es de público conocimiento que se está trabajando para sobreponerse a las variables macroeconómicas que erosionan el poder adquisitivo, entre ellas: la inflación. Consecuentemente, el Gobierno les ofreció en tres tramos un aumento que suma un 15,7% y una cláusula gatillo si la inflación superase este porcentaje. Sin embargo, el SUTE no lo aceptó y pidió por un bono de recomposición salarial del 7,6% por el año 2017 y una actualización inflacionaria mensual. Desde el Gobierno se les explicó que el bono pagado en enero compensaba ese reclamo y además se comprometió a estudiar la factibilidad de liquidar los sueldos ajustados por la inflación mensual según el Índice de Precios al Consumidor (IPC). 

En la nueva reunión del 26 de febrero, el SUTE nuevamente pidió el bono de recomposición 2017 y la actualización mensual, y Gobierno les volvió explicar que no era posible pagar ese bono porque ya había sido arreglada la pérdida de poder adquisitivo con el bono de enero. No obstante, los representantes del Ejecutivo dieron el visto bueno para liquidar los sueldos con actualización inflacionaria mensual. 

Luego de esta reunión, se programó para el viernes 2 de marzo la última instancia de la asamblea paritaria, a tan solo un día hábil del comienzo de clases. Sin embargo, siendo fiel a su singular forma de actuar, esta conducción sindical quiere tirar por la borda toda la extensa y productiva negociación, en la cual se avizoraba un acuerdo paritario que refrendaba el aumento de sueldo con cláusula gatillo mensual para proteger el salario y un comienzo de clases para nuestros estudiantes.

El sábado, la conducción del SUTE pretende utilizar la Fiesta Nacional de la Vendimia, nuestro histórico Carrusel, para mostrarse públicamente en un ámbito social y cultural que no responde a tintes políticos, y así mediatizar un conflicto que no parece ser salarial.

Para finalizar, estos dirigentes sindicales docentes no representan a la gran masa de trabajadores de la educación que tiene Mendoza, ya que no aceptan transitar la senda de la negociación paritaria y cambian sus decisiones intempestivamente, con claras intenciones políticas, en detrimento no solo de sus representados sino de toda la sociedad mendocina.