Los Terminators vienen marchando...
Con certeza que casi todos nosotros la vimos. Y para los que no la vieron, se las cuento. Terminator –así se llamaba– era una película norteamericana protagonizada por Arnold Schwarzenegger, quien encarnaba a un ciborg asesino enviado a través del tiempo desde el año 2029 a 1984 para asesinar a un líder de la resistencia humana contra el dominio de los robots.
Han pasado 34 años desde su estreno y cada vez falta menos para el 2029. El año hipotético en el cual la humanidad va ha pasar a ser esclava de la denominada inteligencia artificial manejada por los malignos robots.
Antes de morir, el famoso científico britṕanico Stephen Hawking sostuvo que los Terminators no solo venían marchando, estaban a la vuelta de la esquina. Es más, agregó -apocalíptico- que este sería el principal problema a enfrentar por la humanidad a corto plazo. No las consecuencias del Cambio Climático ni una guerra termonuclear ni el impacto de un meteorito. La inteligencia artificial.
Nos preguntamos: ¿qué puede haber de cierto en todo esto que más se parece a una película de ciencia ficción?
Para empezar, hay que saber que para el 2020, las autoridades chinas tienen previsto que haya unos 600 millones de cámaras de vigilancia por todo el país. Esas cámaras, entre otras cosas, transmitirán información a un "sistema de crédito social".
Ese sistema, le asignará a cada persona en China una puntuación constantemente actualizada sobre sus conductas observadas. Por ejemplo, toda infracción a las normas de tránsito y sea captada por el sistema ocasionará una reducción de la puntuación.
Al margen de que puede estar muy bien reducir con este sistema los accidentes de tránsito, de paso puede ser utilizado para fines más siniestros, como asegurar el control de la población, aún a costa de violar su privacidad.
Esto está lejos de ser una exageración. Se sabe, por ejemplo, a través del diario People's Daily, propiedad del Partido Comunista, que a finales de abril de 2018 las autoridades habían impedido tomar 11,1 millones de vuelos y 4,2 millones de trenes de alta velocidad a los ciudadanos que no tenían una buena calificación.
Pero la cosa no para ahí. El gobierno está utilizando las listas para determinar algo más que quién sube a aviones y trenes. "No puedo comprar propiedades. Mi hijo no puede ir a un colegio privado", dijo un ciudadano chino. Agregó: "Te sientes controlado por la lista todo el tiempo".
El sistema está diseñado para controlar la conducta, dándole al Gobierno del Partido Comunista la capacidad de administrar castigos y repartir recompensas. Y el sistema podría acabar siendo despiadado.
Lejano como nos puede ser este escenario, no lo es de ninguna manera, ya que miro mi teléfono celular. Un Huawei de última generación, me dijo el que me lo vendió.
Mientras tanto, nos enteramos que , tanto el gobierno de los EE.UU. como el de Canadá le han prohibido usar a sus funcionarios teléfonos de origen chino, ya que temen que puedan ser espiados a través de ellos.
Por otra parte, leo en Twitter que “Huawei Enterprise está comprometido con digitalizar las industrias para crear un mundo totalmente conectado e inteligente, es por ello que 211 de las 500 empresas más influyentes en el mundo eligen a #Huawei como aliado en transformación digital”.
Me dan ganas de desconectarlo...