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Tomás Godoy Cruz y Juan Agustín Maza, los diputados por Mendoza en el Congreso de Tucumán

El 9 de julio de 1816 fue declarada la Independencia y en esa histórica decisión tuvieron una decisiva participación dos destacados mendocinos

09 de julio, 2020 - 10:47

Dos mendocinos estuvieron presentes como diputados por nuestra provincia cuando se declaró la Independencia el 9 de julio de 1816, y su participación fue de suma importancia en aquel Congreso establecido en Tucumán.

Se llamaban Tomás Godoy Cruz y Juan Agustín Maza, y más allá de su gran reconocimiento como patriotas, poco se conoce su importante incidencia que fue vital para nuestra emancipación de España.

Radiografía de dos congresales

Don Tomás Godoy Cruz nació el 6 de marzo de 1791 en la ciudad de Mendoza. Era hijo de José Clemente Godoy y Nicolasa Cruz y cursó sus primeros estudios en la ciudad natal. Luego realizó los superiores en el colegio de Montserrat y los prosiguió en la Universidad de San Felipe, en Chile, egresando como bachiller en Filosofía y Leyes.

Colaboró en la Campaña Libertadora que emprendió el General José de San Martín y también fue gobernador de Mendoza en 1820. Falleció en la ciudad que lo vio nacer el 15 de mayo de 1852.

Su compañero y colega, el doctor Juan Agustín Maza, nació el 4 de mayo de 1784 y también estudió en la Universidad de San Felipe, donde se graduó como doctor en Derecho Civil.

De regreso al territorio cuyano abrazó la causa de la revolución, después de establecerse por un tiempo en Buenos Aires, volvió a Mendoza donde siguió actuando en la política. En 1824, a raíz de la renuncia del coronel Pedro Molina, asumió como gobernador por el corto período de un día. Murió trágicamente en Malargüe el 11 de junio de 1830.

Elegidos por el cabildo

Durante la tarde del domingo 18 de junio de 1815, se reunieron los miembros del Cabildo de Mendoza para cumplir con lo solicitado por el Estatuto Provisional del gobierno de Buenos Aires y dar inicio a la nueva Asamblea General Constituyente que se establecería en Tucumán.

En aquella reunión se eligió a Tomás Godoy Cruz y Manuel Ignacio Molina como diputados para representarla.

Los dos flamantes delegados tenían una excelente relación con el entonces gobernador intendente de Cuyo, el coronel mayor José de San Martín. Pero en setiembre de 1815, por motivos personales el licenciado Manuel Molina presentó su renuncia y en su lugar fue elegido un destacado abogado llamado Juan Agustín Maza.

A fines de octubre los dos diputados electos partieron hacia Tucumán, a los que se le unieron en el camino los representantes de San Juan, don Francisco N. Laprida y Fray Justo Santa María de Oro. Casi al mismo tiempo, viajó el comisionado por San Luis, coronel mayor Juan Martín de Pueyrredón.

Después de transitar más de un mes por los polvorientos caminos hacia el norte del territorio, los comisionados por Mendoza llegaron a Tucumán en los primeros días de diciembre de ese año, siendo una de las primeras delegaciones en hacerlo.

Cabe destacar que don Tomás Godoy Cruz pagó de su bolsillo el viaje y gran parte de aquella estadía en el ‘Jardín de la República’

Empieza el congreso

Ya establecidos en esa ciudad, Godoy Cruz y Maza tuvieron que esperar más de tres meses para la inauguración de la Asamblea General Constituyente.

El encuentro se inició el 24 de marzo de 1816 a las 8, cuando una salva de 21 cañonazos dio por iniciada la ceremonia.

En la casa elegida para realizar el Congreso se reunieron veintiún diputados de diferentes provincias. Posteriormente la delegación marchó hacia el templo de San Francisco, en donde se realizó un tedeum.

Finalizado el acto litúrgico, la comisión regresó al recinto, donde Pedro Medrano, como presidente provisional –cargo que se renovaba mensualmente- juró por la religión y la integridad del territorio de las Provincias Unidas, como lo hicieron después todos los diputados.

A partir de esa fecha se comenzó a sesionar periódicamente, pero por inexplicables motivos, la Asamblea dilataba el principal objetivo de emanciparse del reino de España, lo que causó la reacción de muchos patriotas.

Ante esta demora de la declaratoria de la independencia, el gobernador San Martín instruyó a los delegados mendocinos para que trataran de que se ejecutara con la mayor rapidez aquel anhelado objetivo.

Esta tarea fue llevada a cabo por Godoy Cruz, quien se reunió con el sanjuanino Laprida para poner fin al letargo de algunos legisladores y cumplir la misión de la Asamblea. El 9 de julio de 1816, el Congreso, presidido por Laprida, declaró la independencia de España de las Provincias Unidas del Sud en una memorable sesión.

En menos de un mes de manifestar el deseo de libertad, Godoy Cruz ocupó la vicepresidencia de la asamblea durante el periodo del 1 de agosto al 2 de septiembre. Mientras tanto, el doctor Maza se destacó por aquellos días por sus encendidos debates, y en diciembre de 1817 le tocó a él ocupar la vicepresidencia.  Pero la Asamblea General Constituyente tenía los días contados en Tucumán y se resolvió trasladarla a Buenos Aires.

Las principales causas que influyeron para trasladar el congreso fueron dos: la primera, las grandes distancias que hacían imposible coordinar acciones con el Poder Ejecutivo concentrado en la capital de las Provincias Unidas, y la segunda, el excesivo costo de los viáticos y el mantenimiento que se requería para sostener a la institución.

Dos mendocinos en Buenos Aires

Trasladada a la metrópolis del Río de la Plata, la Asamblea continuó legislando para cumplir, ahora, el segundo objetivo: redactar la Constitución.

En este Congreso, el licenciado Godoy Cruz, ocupó la presidencia entre el 5 de mayo y el 4 de junio de 1817. Un año más tarde fue elegido vicepresidente, desde mayo a junio, y desde ese cargo defendió los intereses de la industria vitivinícola de Mendoza.

Meses después volvió a presidir aquella institución desde el 2 de diciembre 1818 al 4 de junio de 1819 y en ese periodo se proclamó la primera Constitución. En tanto, el doctor Maza desempeñó el cargo de presidente desde noviembre de 1817, y meses después renunció a su banca al cumplir el objetivo de declarar la Independencia.

Su dimisión fue aceptada por el Cabildo de Mendoza en abril de 1818.