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Cachanosky : "El Gobierno no parece estar dispuesto a bajar el gasto"

El Ciudadano habló con el economista Roberto Cachanosky vía SkypeFue muy crítico con el ejecutivo nacional y realizó un pormenorizado análisis de cuánto cuesta cada legislador nacional a los argentinos

03 de abril, 2020 - 18:28

Más allá de la pandemia, existe un consenso casi unánime entre los economistas de que, cuando esto pase, se asistirá a otra dificultad mayúscula, marcada por el parate de la economía, que se suma a una situación de crisis preexistente y que puede profundizar aún más la pobreza y las desigualdades.
Uno de los más críticos, y además un hombre que siempre habla con el respaldo de los números, es Roberto Cachanosky, quien analizó para El Ciudadano el escenario económico y las chances de una salida menos traumática del problema.

Una de las dificultades crónicas de la Argentina pasa por el déficit fiscal, una aspiradora de recursos que obliga a posponer todo en función de mantener un aparato plagado de excesos, y la pandemia pone la necesidad de financiamiento en el centro de la escena. Para Cachanosky, “las 4 maneras de financiar el gasto público son, una con impuestos, dos con crédito interno, tres con crédito externo y cuatro con emisión”. Sobre la primera expresó que “se va a caer como piano de un piso 11, porque no hay actividad económica, por lo tanto, las empresas no tienen que pagar impuestos, no hay sobre qué hacerlo”.

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La presión impositiva, que es una de las grandes trabas a la inversión, encuentra un dato que es claro de por sí. El economista señala: “Argentina es el segundo país que más impuestos le cobra a las empresas, el primero es Comoros. Es un trabajo que hizo Price Waterhouse para el Banco Mundial. Cobra 106 dolares por cada 100 ganados. Por qué es esto? Porque los balances no se ajustan por la inflación, entonces se cobran impuestos sobre utilidades ficticias. Por eso las pymes tienen problemas para conseguir créditos en los bancos, porque le dicen ‘no, usted no tiene utilidad’, pero si no puedo ajustar el balance por inflación, me da un resultado negativo siempre”.


Financiarse por otras fuentes es muy difícil. “El crédito externo está totalmente cerrado, ahí no hay nada. En cuanto a crédito interno, tiene que haber ahorro, y la gente no ahorra en la Argentina directamente, porque ya la confiscaron tantas veces que se va del país”. Explica que “una forma de medir el ahorro es relacionarlo con los depósitos en el sistema financiero sobre el producto bruto. Argentina tiene una relación del 14%, menos que Burundi, que Somalía. Para que haya crédito tiene que haber ahorro, y el ahorro se va de la argentina”.

El cuarto sería la emisión monetaria, “que es la única a la que va a poder recurrir el gobierno, y va a generar un proceso inflacionario muy agudo si lo hacen”, consideró. “Otros países lo van a hacer, como Estados Unidos, porque ellos el impuesto inflacionario lo cobran en el mundo, el dólar se usa en todo el mundo, pero los pesos no. Además ellos tienen una inflación del 2% anual y nosotros el 50%, son dos escenarios distintos”.

La pospandemia


“Yo creo que el 14 de abril no va a haber ninguna magia”, señala Cachanosky, dejando en claro el escenario incierto que nos aguarda. “Primero no sabemos si no lo postergan, pero la economía va a seguir muy complicada, y más de un comercio va a estar liquidado, así que va a haber que reconstruir esto, y va a ser necesario que el gobierno haga su buen esfuerzo de baja de gasto cosa a la que no parece estar dispuesto”.
Una de las condiciones para la salida rápida de la crisis, está claro, pasaría por la inversión. La apertura de nuevas fuentes de trabajo y nuevas actividades económicas. Pero la mirada no es esperanzadora: “No creo que vaya a haber inversión. Primero por la inseguridad jurídica que hay en la Argentina, segundo por la carga impositiva, tercero por la legislación laboral, si no hay inversión no hay más puestos de trabajo, ni mejores salarios, ni baja de la pobreza”, manifestó el economista, y agregó que “Sabíamos antes que siete millones de argentinos teníamos que bancar a 19 millones que pasaban todos los meses por las ventanillas del estado a buscar un cheque, eso era insoportable antes de la pandemia, porque esos siete ya no se pueden seguir bancando a sí mismos”
 
El gasto público


A la hora de pensar dónde se puede recortar el gasto público de la Argentina –vale citar, por ejemplo, un trabajo del BID que señala que el 7,2% del PBI argentino es gasto ineficiente, vulgo, plata tirada- Cahanosky acerca números que asombran.
“La Cámara de Diputados de la Argentina tiene un costo mensual por diputado –no es que el diputado cobre ese sueldo- de 67.400 euros mensuales, y el costo promedio mensual en España es de 21.700 euros, o sea que acá son 3 veces más caros. Acá no incluyo la biblioteca, la imprenta, nada de eso. Senadores le da que el costo promedio es de 187.000 euros mensuales y en España de 17.500 euros. Hay un gran sobredimensionamiento en cantidad de empleados”, destacó.


Además, puntualizó que “En total las provincias tienen 1199 legisladores, citando un trabajo de la Fundación Libertad de Rosario. El presupuesto promedio mensual fue de dos millones 800 mil pesos por legislador el año pasado. La más cara es Tucumán, tiene 49 legisladores y gastó por legislador 86 millones de pesos”.


A la hora de las conclusiones, destacó: “Mi cuenta es que el total de los salarios de la administración pública, que son 3.800.000. eso representa 13 puntos del PBI, lo que pasa es que no quieren sacrificar un mango, hacen fulbito para la tribuna”, y afirmó que “el presidente debería liderar una reforma muy grande a todo nivel”.