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Diputados se organiza para recibir la capacitación que prescribe la Ley Micaela

Después de la adhesión a la norma nacional reglamentada en el ámbito local se entrenará al personal y a los legisladores

28 de febrero, 2020 - 08:26

Desde que el gobernador Rodolfo Suarez firmó el decreto que reglamenta la adhesión provincial a la Ley Micaela, la Cámara de Diputados comenzó a prepararse para recibir la capacitación obligatoria que indica este instrumento jurídico originado desde una de las tantas muertes que ocurren en la Argentina por violencia de género.

Micaela García era una joven militante del colectivo de Ni Una Menos. El 1 de abril de 2017 fue brutalmente violada y posteriormente asesinada en Gualeguay (Entre Ríos). Su asesino, Sebastián Wagner, un violador serial encarcelado por dos violaciones, fue dejado en libertad por Carlos Rossi, juez entrerriano, bajo el rótulo de libertad condicional. El magistrado no hizo caso a los informes técnicos que indicaban que Wagner no podía estar libre. De allí que el Congreso de la Nación trató y sancionó por unanimidad la Ley 27.499, llamada “Micaela”, en honor a la joven. El objetivo de esta ley es la obligatoriedad de capacitación de todos los estamentos de los tres poderes del Estado en perspectiva de género y evitar la muerte de otra mujer en el país es su más grande objetivo.

Funcionarios y empleados de la Cámara de Diputados, junto a legisladores de bloques con representación parlamentaria, comenzaron la capacitación en la Ley Micaela, que dictan profesionales del Ministerio de Gobierno.

El Ciudadano estuvo ahí y dialogó con la diputada Cecilia Rodríguez (UCR – FCM), quien al respecto de la capacitación y la ley dijo: “Diputados, funcionarios y empleados de la Cámara de Diputados hemos iniciado la capacitación que enmarca la Ley Micaela en todo el país, a la cual Mendoza adhirió. Lo hacemos en coordinación con del Ministerio de Gobierno, a partir de la reglamentación de la adhesión a la ley que firmó el gobernador Rodolfo Suarez”.

Sobre lo que siente participando de esta especial capacitación, reflexionó: “No solo como titular del bloque Frente Cambia Mendoza, sino como mujer y madre, considero que este paso que dan los tres poderes del Estado provincial, en particular esta Cámara, es muy importante, para que tanto varones como mujeres observemos cuál es el sistema de desigualdad que hay entre todos los poderes. Es importante para que desde aquí aportemos leyes que terminen con esa desigualdad y tengan fuerte contenido con perspectiva de género”.

Al hablar de los efectos de capacitar a los funcionarios, consideró: “Creo que estos son procesos sociales y culturales a largo plazo. De todas maneras, estas capacitaciones de todo funcionario del Estado tendrá consecuencias a breve plazo por cómo se abordan las problemáticas de género y las situaciones de violencia en particular”. 

Reconstruir un nuevo esquema de sociedad

Otra legisladora consultada fue Marisa Garnica (PJ), quien afirmó: “Siempre son válidas las capacitaciones. De ellas se absorben experiencias muy positivas, mucho más en este caso con algo muy importante, como lo que aborda la Ley Micaela, aspecto importantísimo que pertenece a nuestra cultura social que no se debe dejar de lado, porque atraviesa todos los sectores que conforman nuestra sociedad. Por lo tanto, mientras más herramientas se puedan tener para ir reconstruyendo una sociedad, que por siglos fue manejada por el machismo y el patriarcado, es muy bueno”.

Al observarle lo del patriarcado, respondió: “El poder hegemónico, por siglos, lo ejerció el varón. A pesar de eso no podemos culpar al hombre, porque esta sociedad como está concebida, la construimos entre todos de esa manera. Entonces creo que las mujeres de hoy tenemos que ayudar a reconstruirnos, posibilitando una mirada distinta, más abarcativa, diferenciando lo que es el sexo del género y con conceptos más claros que la sociedad no tenía”.

Finalmente anticipó: “Los efectos de esta ley se verán con el tiempo. Hablamos de un tema para nada fácil con una cultura que dependía del hombre que proveía, asistía y nos mandaba y nosotras también lo aceptábamos. Por eso considero que lo que se viene es una tarea de todos y todas, no es de un sexo o género, es de toda la sociedad, que con este tipo de herramientas comenzará ha reconstruir un nuevo concepto de convivencia y trato, donde no exista dominio de nadie sobre otros”.