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Recrudece el enfrentamiento entre entidades vitivinícolas

Desde la Unión Vitivinícola Argentina  denuncian un ataque frontal de Bodegas de Argentina contra la COVIAR, con el supuesto objetivo de “destruir las entidades del vino del interior del país”Rechazan críticas a la elección de Zuccardi al frente de la corporación

19 de febrero, 2020 - 12:54

La paz y el trabajo que en conjunto durante años llevaron a cabo las importantes entidades que nuclean a la industria del vino de todas las provincias productoras, quedó muy atrás con la fuerte confrontación que hoy mantienen Bodegas de Argentina (BA) y la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR).

Dos importantes aspectos hicieron eclosión en la buena relación y ambas organizaciones sostienen una lucha a muerte, como nunca antes. Uno es la renovación del Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI) y el otro es la elección como flamante presidente del directorio de la COVIAR de José Zuccardi. 

Nadie puede negar qué hay detrás de la fuerte disputa de intereses que necesitan de la misma. A simple vista no muestra un vencedor y sí un grave perjuicio al sector agroindustrial más importante de la provincia, sobre todo en cómo se profundiza la pelea en el día a día, con la participación de otras entidades que hacen causa común con la postura de hierro de BA y propician un desmembramiento de la histórica COVIAR.

José Zuccardi, nuevo presidente de la COVIAR

Por eso quizás se entienda por qué Sergio Villanueva salió a responder con los tapones de punta en una entrevista que hizo El Ciudadano.

Para el productor de la Unión Vitivinícola Argentina, lo que hace BA es inducido por poderosos intereses con sede en la Capital Federal, por eso, al responder sobre la crisis, dijo: “Esto era previsible con la concentración de la industria y la aparición de empresas grandes que no tienen sus centros de decisión en Mendoza, sino que lo tienen en Buenos Aires, por eso desde hace mucho tiempo están planteando la necesidad de revertir el poder de decisión de la vitivinicultura. Esto es dejando espacios vacíos, cuestionando el director de Relaciones Institucionales y dando poderes a gente que vivía en Buenos Aires. A estos últimos se les nota cuando hablan, porque les falta una tonada (acota en sorna)”.

—¿Cómo lo quieren revertir?

—La primera acción que llevan de manera frontal es romper las estructuras de decisión de la provincia de Mendoza, porque desde el fraccionamiento de origen hasta el poder de decisión de la vitivinicultura y del lobby del sector siempre estuvo situado en esta provincia, en San Juan y en las provincias productoras de vinos. Entonces, a partir de este fenómeno de concentración económico y de cargos que no tienen rostros, algo que sucede con empresas que se manejan desde la Capital Federal, es decir, los grandes grupos económicos, que hacen difícil hablar con las cabezas reales de los mismos, como la familia Bemberg (Grupo Peñaflor) o con la familia de Pérez Compac, eso es muy difícil.

—¿Qué síntomas muestra esto?

—Se está notando la pérdida que están teniendo los bodegueros de origen mendocino o sanjuanino, para acceder a los mercados, y esto es porque un grupo de funcionarios lo primero que plantean es llevar el poder de decisión a Buenos Aires,  objetivo que tiene un gran escollo, la COVIAR.

Sergio Villanueva de la Unión Vitivinícola Argentina.

—¿No es un poco perverso este accionar? 

—Lo irónico es que las grandes empresas no necesitan ni siquiera de las entidades gremiales, tampoco de Bodegas de Argentina. Lo que hacen es alojarse en esas entidades para pivotear o apalancar sus decisiones, como esta campaña de desprestigio que está lanzada de lleno contra COVIAR. Lamentablemente, en este país las campañas de desprestigio funcionan, cuando se siembran dudas y se miente despiadadamente en un montón de cosas. Las malas intenciones se notan cuando se niegan a sentarse en la mesa de debate, discusiones y decisiones. Patricia Freuler (presidenta de BA) no fue a ninguna reunión de la mesa de la COVIAR, eso es porque no quieren debatir, ya que el objetivo o cualquier estratagema es tratar de desprestigiar.

“El nuevo presidente de la COVIAR apuró procesos de destrucción”

Villanueva, a la hora de responder sobre las nuevas autoridades de COVIAR, expresó: "Resulta que la elección de José Zuccardi, un importante bodeguero con prestigio nacional y acceso a los mercados, con una importante bodega mundial que logró 100 puntos en la selección de Robert Parker, premios Konex a uno de los mejores empresarios de la Argentina, un exportador por excelencia con innovación permanente y con rol esencial en este fenómeno de mucho auge en el mundo, sobre todo en nuestro país, como el enoturismo. Todo eso ha encendido en los poderes concentrados de este sector económico una luz amarilla muy fuerte, algo que activa inmediatamente una actitud virulenta con acciones, como ese fuerte comunicado, con el solo fin que los efectos sean letales".

—¿Son a su entender tan destructivos?

—Estos poderes ocultos y concentrados de Buenos Aires tampoco quieren a los sectores públicos sentados. No quieren al INTA, ni a los gobiernos de la Nación y provincias sentados en la mesa, solo quieren una corpo del vino, de las grandes empresas de Buenos Aires. Es parte de un debate que se ha iniciado, lamentablemente de esta manera. Por eso advierto que si Bodegas de Argentina logra destruir a la COVIAR, la segunda víctima de esos poderes concentrados será la entidad que preside la señora Patricia Freuler.

—Pero todo esto, ¿no daña a la vitivinicultura?

—Los movimientos de los últimos tiempos son una clara demostración que nadie se da cuenta. Cuando en los diarios de tiraje nacional se informa que la cosecha de este año es similar a la del año pasado, dato antes que salga el comunicado oficial de cosecha del INV, en el que se siembra esa idea para que el precio de la uva no suba. Paso siguiente negaron los números del INV sobre la suba del consumo, para decir que no habían mejorado las expectativas, es decir, que expresar públicamente estas dos cuestiones para que baje el precio de la uva, vil maniobra que perjudica a los pequeños y medianos productores y es una dura cara de concentración que le hace muy mal a la industria del vino.

—Es muy grave todo lo que usted ha expresado…

—Cualquier mesa, como la que constituye la COVIAR que articule público con privado, donde estén sentados todos los actores, tiene enemigos. Hoy la COVIAR tiene poderosos enemigos sentados en la Capital Federal empecinados en manejar la vitivinicultura desde allí. Para ello no van a escatimar esfuerzo para destruir a todo lo que se coloque en sus mezquinos intereses como productores, bodegueros y los miles de puestos de trabajo. Ellos no cuentan y no interesan. Es una batalla más entre la Capital Federal y el resto del país.