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Malargüe sigue su puja para desarrollar la minería

Desde el sector turístico del municipio sureño defienden la postura de desarrollar la actividad extractiva, pero no comparten las decisiones extremas, como la de no realizar la fiesta de la Vendimia departamental y dejar de participar del festejo central

14 de enero, 2020 - 09:03

El debate y la postura de fuerte reclamo no se descomprimen en el extremo Sur mendocino. Argumentan que el eje de su economía, y por consiguiente del crecimiento del departamento, pasa por las explotaciones minera e hidrocarburífera.

El fuerte movimiento departamental se condice con la decisión que tomó la conducción política de Malargüe de no participar de la Fiesta Nacional de la Vendimia 2020, por considerar que no es parte de su matriz agroindustrial. Esto último, no es compartido por muchos sectores que dicen que es un paso fundamentalista que no le hace bien a un departamento que es parte de toda la provincia.

Sobre el tema, El Ciudadano entrevistó al empresario hotelero Floridor González, quien presidió la comisión que cristalizó el paso internacional Pehuenche. Al responder sobre por qué ese departamento no resigna su lucha para poseer explotación minera, González dijo: “Este departamento es eminentemente minero, los ejemplos son múltiples y con historia, como cuando en la Segunda Guerra Mundial Mina Car extraía carbón que se vendía a Inglaterra y Alemania, apogeo que también vieron las minas de Hierro Indio y Ethel, que transformaron a Malargüe en territorio minero, que se enriqueció con la aparición de una importante cuenca hidrocarburífera”.

“Por eso para este departamento es un trastorno que se limite y no se le permita desplegar la explotación minera. Debe seguir bregando para revertir esta situación al tener un perfil económico y productivo totalmente diferente del resto de la provincia. Se tiene que buscar un acuerdo específicamente para este departamento, sin que moleste a los demás departamentos”, agregó.

—¿Ve bien la decisión del intendente Juan Manuel Ojeda?

Creo que no es buena la decisión oficial de Malargüe, la veo fundamentalista. Del mismo modo no fue buena en su momento la postura de los demás departamentos que decidieron no hacer la Vendimia en apoyo a la Ley 7.722. Ambos extremos no son saludables y según mi criterio, Malargüe es parte de la provincia de Mendoza. Si bien no posee viñas, tiene su vendimia de trabajo en la producción caprina y en explotación minera.

—A su criterio, ¿pierde Malargüe si no posee explotación minera?

El costo económico para nuestro departamento es muy alto, con cifras que deben ser el resultado de la evaluación global de las minas de oro, plomo o cobre, cuyos yacimientos están aquí. Aún así, el costo económico en desinversión y la ausencia de fuentes de trabajo es muy alto si se tiene en cuenta, además, que los valores que se mueven en minería son muy importantes. Por eso entiendo que aquí es donde las autoridades deberían aplicar estratégicas posturas para que surjan acciones que redunden en beneficio de nuestro departamento.

—¿Considera que se puede revertir esto en favor de su departamento?

—La mayoría de los que habitamos por generaciones Malargüe tenemos esperanzas de que esto se revierta. Yo creo que actividades como el turismo y minería conviven perfectamente y el ejemplo más claro  está del otro lado de la cordillera, donde Chile con sus minas de Chuquicamata, El Teniente y todo un desarrollo minero se nota la importante convivencia entre minería, turismo y conservacionismo. 

“Tanto en el vecino país como aquí, la cuestión pasa por estrictos controles. En ese sentido, en Mendoza los parámetros legales están, entonces no hay que tener miedo a la minería si hay un buen control”, agregó.

Y concluyó: “Si esta tensa situación se revierte y se le permite a Malargüe explotar minería, su economía y la de la provincia daría un trascendente giro de 180º con millonarias inversiones, ganancias y multiplicidad en fuentes de trabajo”.