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Caso Carleti: una carta podría desvincular a Hisa

Escrita por dos de los acusados de complicar al empresario de Tunuyán a través de un video grabado en la cárcel, la misiva dirigida al juez indicaría que la única prueba que ahora incrimina al exmarido de la víctima sería falsa

18 de junio, 2019 - 14:53

Daniel Sosa Arditi y Daniel Álvarez, abogados defensores de Leonardo Hisa –imputado por estar sospechado de ser el autor ideológico del brutal crimen de la empresaria de Tunuyán, Norma Carleti–, sostienen que corren días que serán determinantes antes de que la causa sea elevada a juicio.

Para los profesionales es clave el pronunciamiento de la Justicia. Allí está apelada la decisión que tomó en su momento el juez Oscar Balmes de denegar a los presos Manuel Cepeda y Carlos Albornoz la posibilidad de expresar bajo juramento declaratorio, que la única prueba que ata a Hisa a la causa es falsa.

Hoy, los dos condenados por el delito de extorsión se encuentran alojados en el penal de Chubut y ya tendrían la autorización del fuero Penal Federal para viajar a nuestra provincia a prestar declaración, si es que la Justicia diera lugar para determinar la veracidad de sus afirmaciones a través de una carta.

Dicen los letrados que obtuvieron una misiva que los internos escribieron, firmaron e imprimieron sus pulgares, en la que aseguran que el video que elaboraron en la cárcel con uno de los sindicados autores materiales del asesinato de Carleti, fue para extorsionar a Hisa. Si esa prueba es finalmente aceptada como tal, su defendido quedaría totalmente desvinculado de la causa.

Los abogados aseguraron tener “otros elementos” que están preparando para presentar. “Algo que va dar un drástico giro a la investigación sobre el crimen de la señora Carleti”, dicen, sobre lo que no dieron más detalles. 

De todos modos, El Ciudadano pudo tener conocimiento del contenido de la carta que se encuentra en una caja de seguridad a resguardo hasta que el juez la solicite, y al respecto Daniel Álvarez expresó: “Queda fundamentalmente una prueba que es clave. En ella los dos presos, Cepeda y Albornoz, pueden dar testimonio de la extorsión que hicieron en la cárcel sobre Kevin Guerrero para que dijera que Hisa fue el instigador del asesinato de la señora Carleti”.

“Ellos han enviado una carta escrita y firmada de puño y letra, agregando el dígito pulgar, solicitando al juez que se los traslade desde la cárcel de Chubut, donde se encuentran detenidos, para declarar. Quieren dar fiel testimonio de cómo y por qué extorsionaron para incriminar a nuestro defendido”, resalta el profesional.

La carta firmada de puño y letra que da testimonio de la extorsión.

El único elemento que vincula a Hisa a la causa

Al consultarle sobre qué podría suceder si se acepta la declaración de los presos, Álvarez dijo: “Una vez producida la prueba de Albornoz y Cepeda, estamos convencidos, con el doctor Sosa Arditi de la desvinculación de Hisa de la causa, porque al no existir móvil económico y por lo tanto modificarse el avoque de la pericia contable que indicó que no hubo estafa por parte de nuestro defendido sobre la señora Norma Carleti, al producirse la prueba sobre el único aspecto que lo une al proceso, que es ese video falso, debería desvincularlo totalmente”.

“El juez Balmes no ha permitido que los presos Cepeda y Albornoz den ese importante testimonio sobre el video en cuestión, que es nada más que decir la verdad. Por eso esta instancia trascendente está en etapa de apelación, que por estos días sería resuelto”, agregó.

Finalmente el abogado resaltó la fuerte negativa de la fiscalía: “Nos parece lógica la postura del Ministerio Público Fiscal de denegar que el señor Juan Carlos Guerrero declare, ante la infinidad de veces que ha cambiado sus dichos. Por lo tanto, solo queda en este proceso –antes de elevar a juicio la causa– resolver el avoque que queda, que es el móvil de la extorsión con el falso video”.

El crimen de la empresaria

Norma Carleti tenía 59 años cuando fue brutalmente asesinada de más de 50 puñaladas en marzo de 2018. El cadáver de la empresaria fue hallado en medio de un charco de sangre en su casa ubicada en Almirante Brown y República de Siria, de Tunuyán, en un hecho que causó consternación entre sus familiares y amigos.

Si bien al principio el crimen se investigó como un homicidio en ocasión de robo, las sospechas de la familia de la víctima siempre apuntaron al exmarido, Leonardo Hisa, quien finalmente fue detenido acusado de instigar el crimen, por el que además hay otros imputados, dos de los cuales fueron trasladados tiempo atrás al penal de Rawson, en Chubut.

El asesinato, además de conmocionar a la comunidad del Valle de Uco, tuvo ribetes novelescos con alternativas que llamaron mucho la atención, tanto a nivel judicial como en el ámbito social.

Entre los hechos posteriores al crimen, el nicho donde se encontraba el ataúd con el cuerpo de la víctima fue profanado dos veces, por lo que sus familiares gestionaron su traslado.